capítulo 19 por fin me caso con la mujer de mi vida

Narra Massimo

 Un mes después, han sucedido muchas cosas que nunca imaginé al descubrir que el padre de Atenea, quien era antiguo  compañero de mi padre .

Desde el momento en que me preguntó si era hijo de Enzo, le respondí que sí. Fue entonces cuando comenzó a contarme cómo conoció a mi padre y, por supuesto, a mi madre.

Ahora mismo estoy en la iglesia porque finalmente ha llegado el día. Me siento muy feliz y nervioso al mismo tiempo especialmente al ver a la mujer guapa del mundo caminando hacia mí, luciendo tan hermosa.

La ceremonia comienza, el sacerdote nos bendice y antes de ponerle el anillo a mi preciosa, quiero decirle lo mucho que la amo.

— Atenea, con este anillo quiero expresar lo perfecto que es todo contigo, eres la mujer que soñé por tanto tiempo.

Que la sinceridad, el respeto, la pasión y el amor sean siempre los valores que sustenten lo nuestro…".

"Porque no necesitamos grandes cosas, porque yo solo necesito que tú estés a mi lado para ser feliz".
Te amo.

Beso a mi princesa justo después de que el sacerdote nos declare marido y mujer.

Ahora eres mía para la eternidad, le susurro en los labios mientras los invitados se acercan para felicitarnos.

La fiesta de nuestra boda comienza, todo va bien. Atenea ríe animadamente con sus compañeros de trabajo, pero noto que va al baño varias veces , así que decido ir al baño donde la encuentro echando agua a la cara después comienza a limpiar. Sin perder tiempo, le pregunto qué pasa.  
Lo cual me responde que está embarazada. No puedo creer que voy a ser padre, que es el mejor regalo que me ha dado el universo. La beso millones de veces en su bonita cara, diciéndole que estoy contento al saber la excelente noticia. Después de haber sabido la noticia, nos vamos al baño y al regresar con todos los invitados. 
Me acerco al DJ y le pido que apague la música. Con el micrófono en mano, grito que voy a ser padre. No sé si reír o llorar, pero estoy tan emocionado que propongo bailar hasta altas horas de la madrugada. Mientras tanto, me acerco a mi esposa, la rodeo por la cintura y la atraigo hacia mí. La beso con fervor, tocando su vientre feliz por ser padre. 
Ahora que los dos estamos abrazados mirando al cielo, las estrellas fugaces, pienso en lo especial que es Atenea para mí. Desde aquella vez que la vi por primera vez, no he dejado de pensar en ella. Incluso esa misma noche soñé con ella, y así fue como poco a poco comencé a sentir cosas inexplicables por ella.

pero sabía que ella era la mujer de mis sueños, sintiendo como mi corazón ya estaba listo para amar. Fue ella quien abrió las puertas de mi vida, donde la dejé entrar porque al formar parte de su mundo, su sonrisa me devolvió la paz a mi alma.

Hay una frase que dice que cada persona que nace para ti y que se cruza en tu camino es el mejor regalo.