Brooke
Nunca pensé que lo perderíamos.
No sé cuántas horas han pasado. O días. El tiempo dejó de tener sentido desde que Nick se fue. Creo que llevamos aproximadamente un mes desde que la guerra terminó.
Todo parece una broma de esas que no hacen gracia, una de esas pesadillas que te despiertan en mitad de la noche... solo que esta vez no hay un Nick para abrazarme y decirme que todo va a estar bien. Porque no está. Porque se fue. Y yo pude haberlo evitado.
No he llorado lo suficiente. O tal vez he llorado demasiado. Ya no lo sé. Dicen que estamos hechos en un 70% de agua, pero yo, ahora mismo, solo soy el 30% restante.
Lo peor de todo es que tengo miedo de olvidarlo. De que su voz se borre en mi mente. Pero también tengo miedo de recordarlo demasiado... porque entonces duele.
El aire en la aldea medio destruida huele a polvo y a recuerdos muertos. No importa cuántas veces intente respirar hondo, el dolor sigue atascado en mi pecho.
Nick está muerto.
Lo repito una y otra vez en mi mente, esperando que en algún momento se sienta real, que deje de doler. Pero la realidad es que no lo acepto. No puedo.
Jake y Ruby apenas hablan. No sabemos qué hacer, no sabemos cómo seguir adelante, no sabemos nada. Solo hay un hueco en el grupo que ninguno de nosotros puede llenar.
Pero lo más aterrador no es su muerte.
Es que… sigo viéndolo.
Cada vez que cierro los ojos, está ahí. A veces me habla. A veces solo me observa. Y a veces… creo que ni siquiera es él.
Algo dentro de mí grita que esto no ha terminado. Que hay algo más detrás de todo esto.
Y tengo que descubrirlo. Antes de que sea demasiado tarde.