—Menos mal que aceptaron, no sé qué hubiera hecho si cada uno se casaba por su cuenta —JiMin respira aliviada.
—Espera, ¿ya tenían todo esto planeado? —Me siento traicionada, ni siquiera preguntaron porque ya tenían todo.
—La verdad es que ya tenemos la mitad de las cosas organizadas —Haneul se siente culpable por lo que hizo.
—Mejor para nosotros, no tendremos que mover ni un dedo —Felix se tira al sillón para después subir los pies a la mesita ratona.
JiMin le lanza una mirada y este los baja rápido.
—Me rio con su comentario—. Es verdad. Imagínate el día de la boda, estarán de un lado para el otro porque seguramente la florería olvidará el pedido, la comida llegará fría o algo así.
—Sería tan genial ver cómo las tres se vuelven locas por la boda. Muchas gracias por ocuparse —Se levanta y les hace una reverencia, yo imito su acción.
Ellas nos miran aterradas y sacan sus agendas para ver todo lo que están planeando, Felix vuelve a sentarse aguantando la risa.
—Es broma, las ayudaremos. ¿Me pasan una agenda? —Lixie extiende su mano y JiMin le da su agenda.
—Me siento a su lado y miro lo que están preparando—. Pfff —Intento aguantar la risa y termino escupiendo.
Él me mira confundido y sigue pasando las hojas.
—Extrañas tus apuntes de universidad, ¿verdad? —Le pregunto a una JiMin muy enojada por mi acción.
—Se ve aesthetic, así que cállate.
La verdad es que tienen todo organizado, ¿en qué podemos ayudarlas?
—Mañana iremos a probarte vestidos, ¿qué te parece? —Haneul muestra una gran sonrisa.
—Okey dokey —respondo.
—Oh, el himno de True Beauty —Sun Hee busca la canción en su celular y comienza a cantarla junto con Haneul.
—Y tú, Felix, tan solo respira —Le dice JiMin.
—Hey, yo también quiero probarme trajes. Esta figura debe verse bien en su boda.
—Entonces invita a tus amigos y no molestes a las chicas.
—Aish, qué odiosa.
Los hermanos comienzan a discutir, reviso la agenda y encuentro la hoja de los invitados.
—¿¡Qué!? ¿Vendrá mi familia? —grito mientras veo sus nombres.
—Obvio, es tu boda —responden las tres muy obvias.
—Pero, pensé que iba a ser algo más tranquilo y privado.
—Ah, no. No sabremos si se volverán a casar con ese carácter que tienen, lo dudo mucho, así que será una boda en grande —JiMin nos mira mal.
—¿Y los anillos? —Lixie pasa las hojas buscando donde están los anillos.
—¿Acaso yo me casaré con _____?
—¿Me estás diciendo que tengo que buscarlos yo?
Las tres le dan una mirada de “Obvio”, Felix se levanta y me da la mano para que yo me levante.
—Vamos de compras —Agarra sus cosas y la llave del auto de JiMin sin dejar de sujetar mi mano y salimos del departamento para dirigirnos al centro comercial.
En todo el camino vamos en silencio, seguro está pensando. Cuando no dice una palabra es que está analizando las cosas.
[Pov Felix]
«Todos estos años manteniendo distancia para no despertar ningún tipo de sentimiento hacia ella y mi hermana viene a casarnos. ¿Qué haré ahora?» pienso mientras conduzco.
No soy ningún tipo de bad boy, pero ella despertó un sentimiento del que no puedo deshacerme. No tuve muchas novias, pero ninguna de ellas me lo produjo.
A veces pienso que también siente algo por mí, pero lo oprime. Desde que llegó aquí, nunca la vi con otro chico, solo obsesionada con su bias. Soy el más confiable en su mundo, recuerdo que un día me lo dijo, y es así; vi como espantaba a otros como si se tratasen de moscas.
Su voz me saca de mis pensamientos.
—¿Ya estamos por llegar? —pregunta sin dejar de mirarme.
Asiento y entramos al estacionamiento del centro comercial.
Bajamos, y ella toma mi mano para entrar rápido. Se nota que está feliz y eso por alguna extraña razón, me hace feliz.
—Siii, ¡vamos de compras! —Da saltitos de alegría y yo comienzo a reír.
—¿Estás en transformación de canguro? —Me encanta molestarla y que ella no se quede callada, eso no podía hacer con ninguna otra chica.
—Me sobra—. ¿Estás en transformación de jirafa?
—¿Estás en transformación de enano de jardín?
—Con que así quieres las cosas, está bien —murmura—. ¿Estás en transformación de rascacielos?
Y así comienza una de nuestras tantas peleas, las personas que pasan por allí nos miran divertidas; algunas se ríen por las cosas que nos estamos diciendo.
—Ya cállese y vamos a buscar los anillos —Suelta mi mano y se pone detrás mío para empezar a empujarme así camine.
—¡Qué fuerza tienes, bajita!
Siento un golpe en mi espalda.
—Me doy la vuelta y la miro fijamente—. Oye, ten más respeto a tu prometido.
—¿Qué prometido? ¿Acaso pediste que me casara contigo?
Touché, voy a proponerle matrimonio de una linda manera en el centro comercial. No hay mucha gente así que no será un problema. De paso las chicas se ahorran el fotógrafo y tendremos fotos de distintos ángulos e incluso videos.
No respondo, la abrazo por los hombros y empezamos a caminar.
Ella se detiene en cada tienda a mirar algo que le llama la atención. Diviso la joyería y se me ocurre un plan.
—¿____? —Le hablo mientras tomo mi billetera.
—¿Sí? —Ella me mira confundida.
—¿Qué cosas te gustan de esta tienda?
—Ella mira la vidriera, eran accesorios para el hogar—. Mmmh… —Se queda pensando—. Me gustan algunos accesorios de la vidriera, pero creo que dentro habrá otros más lindos.
—Tomo una cantidad importante de billetes y le entrego—. ¿Estarás bien con esto?
—Sí, más que bien, podré comprar cosas para nuestro futuro hogar —responde emocionada y me da un abrazo.
—Le regalo una sonrisa—. Tómate el tiempo que quieras, no hay apuro.
—Gracias, Lixie —Sonríe y entra a la tienda.
Comienzo a caminar hacia la joyería, pero recuerdo que siempre se acuerda de alguna pregunta que no hizo en el momento.
—¡Lixie!
—¿Sí, ____? —Me doy la media vuelta.
—¿Debo llevarte el vuelto?
—No, gasta todo lo que quieras.
—Salta de emoción—. ¡Gracias!