Me casé por el idol [t/n - Lee Felix - Kim Mingyu]

[4. «Bésalo»]

[Pov ____]

Cuando Lixie me dio para comprar accesorios para el hogar, me pareció un poco extraño. Pero, era algo típico de él; ser extraño con sus acciones.

Al momento de entrar en esa tienda, quedo fascinada.

—¡Quiero llevarme todo! —Chillo de la emoción.

Un vendedor ríe por mi comentario y me alcanza un carrito.

Saco mi celular, busco recomendaciones para tener una casa aesthetic y me salen muchas opciones. Lo mejor de todo es que tienen accesorios similares.

«¡Qué feliz estoy! Gracias Felix por darme todo este dinero»

Termino de hacer las compras, salgo y allí se encuentra él.

Al ver todas las bolsas que cargo, cambia su expresión de felicidad.

—Ay, señor... —exclama y comienza a ayudarme con alguna de ellas.
—Es mucho, ¿cierto? —Rio por su comentario.

Como puede, toma mi mano, y caminamos hasta la fuente del centro comercial.

«¡Qué lindo es!» pienso mientras lo miro de reojo.

Me resulta extraño que muchas personas estén en la fuente, esa se supone que es la zona menos concurrida porque no funcionan las aguas.

Le pregunto extrañada y caminamos para saber más lo que está pasando. Él sabe que soy muy curiosa y chismosa, lo que más adoro es poder enterarme de cosas.

De la nada aparecen dos chicos y nos ayudan con las bolsas.

«¿Por qué nos están ayudando

Él me pide que me quede allí y le hago caso.

«Seguro no quiere que me golpee la multitud»

Me carcome saber qué es.
Intento acercarme y las personas empiezan a hacerse a un costado dejándome a mí en el medio, cada uno tiene una rosa.

Ahí está él, Lee Felix; el fastidioso hermano de mi mejor amiga. Parado delante de un cartel.

—Oh... —Es lo único que puedo pronunciar, no me creo que esto esté pasando.

Me acerco un poco a él.

Se arrodilla, abre una cajita y pronuncia las palabras que pensé que nunca saldrían de sus labios.

—____ ____, ¿te casarías conmigo?

Quedo unos segundos en silencio, asimilando todo y veo las miradas impacientes de los presentes.

«Bésalo» Es en lo único en que puedo pensar.

Me acerco como para romper todo tipo de distancia entre nosotros, me agacho lo suficiente para mirarnos a los ojos y notar su expresión de miedo.

Pongo mis manos en sus mejillas, miro sus labios y corto toda la distancia entre nosotros.

Al principio no reacciona, pero cuando lo hace se para sin dejar de besarme, me abraza para que me apegue más a él y se agacha un poco para profundizar el beso.

«El beso más dulce lo tuve con Lee Felix, el chico que me ayudó en el aeropuerto, y si me dijesen de que solo podría vivir con un recuerdo; elegiría este, sin dudarlo»

Nos separan aplausos, silbidos y algunos gritos de felicitación.

—¿Qué acabo de hacer? —murmuro muy cerca de sus labios.
—Tranquila, sé que esto parte del plan para que nos tomen fotos —responde y luego se separa y me abraza por los hombros.

«Auch. ¿Sintieron eso? Es mi corazoncito romperse»

—Claro... Parte del plan —susurro decepcionada e intento sonreír frente a los demás.

Me duele que haya pensado eso, pero estoy más que segura de que lo hace porque nunca le di motivos de que él me guste.

«¿Y realmente me gusta o es un sentimiento de capricho

Desde que llegué aquí, es el único chico con el que llevo hablando hace aproximadamente seis años.

Todos los demás me resultan aburridos, él me sigue las bromas más pesadas que se me ocurran o nunca se enoja con mis apodos hacia su persona.

«¿Estaré reprimiendo mis sentimientos o solo estoy acostumbrada a él

—Muchas gracias a todos por ayudarme —Felix hace reverencias a todos los presentes.

Ellos se acercan a entregarme las rosas y felicitarnos, les agradezco con una reverencia.

—Por favor, tomen esta tarjeta así me envíen las fotos y videos que hayan sacado. Sería muy importante para nosotros guardar este bello momento —Se queda mirándome por unos segundos muy contento.

Algo dentro de mí dice que no está fingiendo, él es la persona más desordenada en cualquier tipo de evento y acá es tan impecable, incluso imprimió tarjetas para recibir las fotos y videos.

Terminan de retirarse las personas y nos quedamos un rato pensando en cómo llevaremos todo esto hasta el estacionamiento sin hacer tantos viajes.

—A ver... —Posa su mano sobre su mentón—. Dame esto, por favor —Me pide las rosas y envuelve los tallos en un plástico con un listón rosa—. Listo, puedes llevarlas sin problemas.
—Gracias, eso significa que puedo llevar algunas bolsas con mis manos desocupadas —Sonrío y extiendo mi mano para que me entregue algunas.
—Te daría la mano o abrazaría, pero tenemos las manos ocupadas —Ríe y caminamos hasta el estacionamiento.

El camino se nos dificulta un poco, pero no nos importa porque vamos bromeando sobre toda la situación.

Llegamos y empieza a meter las bolsas muy torpemente.

—¡Cuidado! —Suelto un chillido a lo que él comienza a reír—. No te rías, hay cosas de vidrio.
—Tranquila, estás hablando con Felix, cuido todo. Incluso, ahora, cuidaré de tu corazón —Mete una bolsa y escuchamos el sonido de algo rompiéndose—. Ay, ya la arruiné, pero lo de tu corazón es cierto.
—Permíteme, Felix cuida todo, incluso mi corazón —Se hace a un lado y agarra mi ramo de rosas. Reviso lo que contiene, llevo mi mano a mi pecho en señal de despreocupación.
—¿Está todo bien? —pregunta asustado.
—Sí, solo que sonaron dos accesorios por chocar.

Él respira aliviado y mete las últimas bolsas con sumo cuidado.

Luego de eso, va corriendo hasta la puerta del copiloto y la abre.

—Adelante, señorita —Me indica con la mano para que me siente.
—Gracias, caballero —Rio y antes de cerrar la puerta, me entrega mi ramo.

Vamos camino hasta el departamento de JiMin, miro por la ventana y me acuerdo de todo lo que pasó hace un momento.



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En el texto hay: fanfic kpop, romance drama

Editado: 05.02.2022

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