—¿Por qué están asustados? —JiMin se acerca a nosotros.
—Porque cuando te enteras de las cosas por ti misma, quieres asesinar a la persona que no te las contó.
Se queda callada y nos mira fijamente.
—Ay, qué bonitos se veían —Nos abraza y luego se separa—. No sabía si era real o estaban filmando un drama.
—¿Ya lo publicaron? —pregunto sorprendida.
—Sí, y hay comentarios como “Esta es una escena real de drama” “Son muy bonitos juntos” y muchas felicitaciones.
—No te olvides del comentario con más reacciones —Sun Hee habla y JiMin la mira mal.
—¿Cuál es? —Despierta mi curiosidad—“Amo la diferencia de altura, también cómo se dieron el beso” —Lo dice en modo fangirl.
Lixie estalla en risas, lo miro mal y ríe aún más.
—Bueno… —Haneul se acerca un poco dudosa—. También hubo un comentario de una tal Chan Hye-won y decía “Que no te extrañe que tu prometido te engañe”
—JiMin se da la vuelta furiosa y pregunta—. ¿¡Por qué no me dijiste antes!?
—¿Es a la que le ibas a pedir matrimonio? —Le susurro a Felix.
—De todas las mujeres amigas que tiene, le pide justo a ella, ¡justo a ella! —Agarra su celular y empieza a teclear a toda velocidad.
—Hey, pero ¿por qué te pones así? Ni que fuera una relación, un compromiso y una futura boda real.
—Ignora lo que le digo y se dirige a su hermano—. Si vuelve a entrometerse, hablaré y todo se irá al diablo. Estás avisado.
Sun Hee y Haneul la miran aterradas mientras que él se dirige a la puerta furioso.
—¿A dónde te vas? Tienen que conocer su departamento —grita.
Este se detiene y espera que su hermana le entregue la llave.
—___, espérame afuera, por favor.
Le hago caso, meterme en la pelea de esos dos es un pase directo al infierno.
—Llegas a hablar, y dejas de ser mi hermana, te lo juro.
—No me interesa porque voy a ser más valiente que tú al decir todo.
Sale del departamento de su hermana muy enojado.
—Vamos, ____.
—Sí —murmuro y camino a su lado callada.
—Conoceremos nuestro departamento, ¡qué divertido! —exclama mientras me abraza por los hombros.
—Espera —Él se detiene preocupado y le doy un abrazo fuerte—. No te voy a preguntar, pero sí te voy a abrazar.
—Sonríe y corresponde mi abrazo—. Siempre haces eso después de una pelea con mi hermana.
—Te abrazo porque si hago lo mismo con JiMin, va a asesinarme —Reímos por mi comentario—. Además, me gusta abrazarte.
Nos separamos porque vamos a buscar las bolsas y luego Lix para un taxi.
—¿No estás emocionado? —Le pregunto entrando al auto.
—¿Por cuál de todas las cosas que están pasando?
—Porque vamos a tener el trabajo de nuestros sueños.
—¡Por supuesto! —Sonríe y el auto se pone en marcha.
En el camino él se pone a rapear por lo bajo. Yo intento imitarlo, pero lo único que recibo son burlas de su parte y él recibe golpes en el hombro.
—No me golpees o se enojará el taxista — muy serio.
—¿Por qué? Ya nos estamos deteniendo.
—Aish… —murmura y recibe otro golpe.
Rio por su cara, paga y bajo del auto.
—Espera, ¿sí? —Me dice mientras empieza a sacar las bolsas y subir al departamento.
Yo lo espero mientras reviso mis redes sociales, somos tendencia en Facebook, Instagram y Tik Tok.
Descargo las fotos y videos que encuentro.
«¿Por qué les emociona tanto que me haya propuesto matrimonio? Es algo que se ve todos los días, supongo...»
—Muy bien, haces caso —Palmea mi cabeza como si fuera un perrito.
—Saca la mano o te la muerdo.
—Que agresividad… —Ríe y saca las últimas bolsas que quedan en el auto—. No te muevas.
—No te preocupes, me quedo aquí.
Lo veo subir las escaleras rápidamente y veo cómo se tropieza en el último escalón, automáticamente me mira y yo me encuentro mordiendo mis labios para no reír y baja de la misma forma.
—¿No tiene ascensor este edificio?
—¿Sabes cuánto tardaría esperándolo?
—Pero, sería menor tu riesgo de partirte la cabeza.
—¿Me viste?
—No, claro que no. Tenemos una conexión especial y lo supe.
—Muy graciosa, ahora a llevar la última bolsa.
Luego de decir esto, me lleva como una bolsa de papas.
—No, no, no. Vamos a morir si llegas a subir las escaleras conmigo.
—Utilizaremos el ascensor, genia.
—Cállate y bájame, don tropiezos.
—No quiero, doña bolsa.
Esperamos el ascensor mientras yo golpeo su espalda, este llega rápido y entramos.
—¿En qué piso queda nuestro departamento?
—Quinto.
—Ah, con razón… —susurro y suelto una risita.
—Ahora, menos te voy a… —Se queda callado y me baja rápidamente.
Una señora había entrado en el ascensor.
—Disculpe —decimos al mismo tiempo y le hacemos una reverencia.
—Son la parejita de Facebook —Sonríe—. Me alegra que vayan a ser mis vecinos.
—Oh, ¿vive en el quinto piso?
—Sí, a ese piso le hace falta un aire tan jovial y amoroso como el que tienen ustedes.
—Gamsahamnida —Hacemos otra reverencia y llegamos al quinto piso, hacemos que ella salga primero y nos saluda.
—¿Cuál es el nuestro? —pregunto emocionada mientras agarro su brazo.
—Ese de allí —Me señala una puerta de color gris.
—Vamos —Camino rápido.
Abre la puerta y me encuentro con una gran sorpresa.
«Esto es demasiado para un compromiso falso» pienso antes de entrar.