Me casé por el idol [t/n - Lee Felix - Kim Mingyu]

[17. Felix tiene galaxias en sus ojos y estrellas en sus pecas]

—Por fin terminé —Felix se estira en la silla y mira la hora en su celular. Debo bañarme e ir a la casa.
—Está bien, yo terminaré en unos minutos.

Cierra su laptop y se mete en la habitación.

«Ser mánager es muy complicado, bueno, los mánagers que toman en serio su trabajo»

«Todo esto lo hago por ustedes, chicos»

—Terminé —Cierro la laptop y me tiro en el sillón.
—Ya me voy, bonita —Se agacha para darme un beso en la mejilla—. Te dejé dinero para que tomes un taxi, no te duermas.
—No lo haré —Sonrío y reviso mis redes sociales.

«Tengo tiempo, prepararé algunos postres»

Busco unas recetas y preparo cheesecake, pastel de chocolate y galletas con chispas de chocolate.

—Dios, ¿por qué tardan tanto?

Para calmar mi ansiedad busco en dónde colocar los postres y encuentro unas lindas cajitas.

Las galletas empiezan a oler, me pongo unos guantes y saco la bandeja.

—Ay, qué divinas —Intento sacarlas, pero están pegadas—. No debí burlarme de Felix, ahora no puedo despegar estas galletas.

Busco un tenedor y comienzo con mi labor, los guantes están molestándome así que me los quito y empiezo a sacar galleta por galleta.

Una vez despegadas, reviso que no estén negras.

«Por fin hago algo bueno»

Paso las galletas a la caja, pero no recuerdo lo más importante; están calientes.

—Ahhh, santísima... —Me olvido que vivo en un departamento—. Tranquila, ___. No te alteres ni te insultes.

Sigo pasando las galletas, pero ahora me quemo con la bandeja.

—Pero, ¡qué pedazo de inútil¡ ¿Cómo no me voy a dar cuenta de la bandeja? —Chillo.

En el momento menos indicado suena mi celular, me acerco mientras insulto por lo bajo, es Felix.

—¿En dónde estás? —Está preocupado.
—No he salido todavía —Suelto una risita nerviosa.
—¿Te dormiste?
—No, ¿piensas que soy un koala que duerme todo el día? —No dejo que responda—. Sí, puedo ser uno.
—Exacto. Mándame un mensaje cuando estés viniendo, ¿sí?
—Está bien.

Cuelgo y saco del horno lo que me falta para decorar y ponerlos en sus respectivas cajas.

Pido un taxi por una aplicación, agarro las cajas y salgo para esperarlo en la entrada.

Me encuentro con la vecina, le hago una reverencia y ella me saluda muy contenta.

—¿Tú estabas gritando hace unos momentos?
—¿Disculpe? —Me escuchó cuando estaba cocinando—. No, no.
—¿Estás segura? —Mira mis cajas y ríe.
—Ay, discúlpeme. ¿La molesté? ¿Quiere una galleta?
—Aceptaría con gusto, pero no tengo dientes.
—Oh, qué tonta soy —murmuro—. Disculpe mi atrevimiento.
—No te preocupes y deja de insultarte, tu taxi está esperando —Palmea mi hombro y la saludo.

Subo con mucho cuidado al taxi y le envío un mensaje a Felix antes de que vuelva a llamarme preocupado.

Yo: Estoy yendo.
 


Lixie: Está bien.

El viaje dura, aproximadamente, unos veinte minutos. Ya estoy en la casa de los chicos esperando muy sonriente que me abra Felix.

Se desvanece mi felicidad en cuanto veo a Chris abrirme la puerta sin remera, pero con su gran sonrisa.

—Hola, ____. ¿Cómo estás?
—Estoy perpleja—. Ammm... Creo que nuestra confianza debe tener límites.
—¿Eh? —Su cara de confusión me hace reír y señalo su abdomen—. Oh, disculpa.
—Sí, sí —Le entrego las cajas—. Con eso, podrás taparte un poco, Chris el exhibicionista.

Se hace a un costado y me permite pasar.

—Felix debe estar por ahí...
—¿Ahí dónde? —Me doy la vuelta para mirarlo y ya no está—. Okay, vamos a buscarlo.

Veo una puerta abierta y escucho música proveniente de esa habitación, me acerco y está Hyunjin bailando Play With Fire.

«Bueno. Primero Chris sin remera, ahora Hyunjin bailando, ¿qué más voy a ver después?»

Me recargo en el marco de la puerta.

—¿Te traigo un balde?
—¿Un balde? —Miro a mi costado y es Felix cruzado de brazos y una expresión muy seria.
—Para que babees tranquila.
—Eso no es... —Me interrumpe Chris—. Es muy pervertida, me miró el abdomen.
—Eso no te creo, te dije que te colocaras una remera para abrir —Le tira un trapo, que tenía hace unos momentos, en la cara—. Vamos, vamos —Pasa su brazo por mi hombro y comienza a guiarme.

La curiosidad mató al gato y a mí lo que me mató fue ver a ChangBin haciendo ejercicio en una de esas tantas habitaciones.

—¿Ninguno en esta casa hace algo normal? —murmuro.

Llegamos hasta el comedor y veo como Jeongin y Jisung se están gritando con unos auriculares puestos mientras Minho sostiene un cartel y Seungmin se está riendo de la situación.

Los dos últimos me saludan muy felices.

—¿Están jugando o se están gritando sus verdades? —pregunto en cuanto escucho los gritos de Jeongin hacia Jisung porque este no entiende nada.
—Un poquito de esto, un poquito de aquello —responde Felix—. ¿Por qué tardaste tanto?
—Lo sabrás más adelante, ¿estabas cocinando?

Él asiente.

—Debes ser el mejor entre los peores cocinando.
—¿Disculpa? —Comienza a acortar la distancia entre nosotros.
—Te disculpo —respondo nerviosa viendo para donde escapo.

Me abraza fuertemente.

—No pienses mal, no hay besos porque me ofendiste con ese comentario.
—Bueno, tampoco quería tus besos.

«¿A quién le miento? Claro que quiero sus besos»

—¿Ah, sí? —Posa su mirada en mis labios.

El momento más deseado es interrumpido por el sonido del timbre.

Chris va rápidamente a abrir, él saluda y hay alguien con arcadas, esa es JiMin.

—¿No tienes una remera? ¿Te compro una?

Chris se hace a un costado y JiMin pasa negando.

—Sun Hee, no lo mires —grita Minho.
—¿Y por qué no puedo?
—Te quedarás más tonta de lo que eres.
—Ah... Entonces debes mirarle mucho el abdomen.

Sun Hee pasa y solo queda Haneul.

—Hola, Haneul.
—Sí... Yo me llamo Haneul... —Está en otro mundo.



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En el texto hay: fanfic kpop, romance drama

Editado: 05.02.2022

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