[21. Tenemos algo para ti]

Esto ya parece una rutina, nada más que ahora me encuentro preparando el desayuno.

—Buenos días —Me abraza por detrás.

—¿Cómo amaneciste?

—Con los ojos —responde obvio y recibe un golpe en el estómago—. Me lo merezco —Agrega tirado en el piso.

Paso a través de él para poner la mesa.

—Tampoco te golpeé tan fuerte, levántate, Lixie —Extiendo mis manos.

—Claro que sí —Toma mis manos para pararse y luego golpea mi frente.

—Me vas a dejar una marca.

—Yo tendré que ir encorvado a mi trabajo.

Reímos y nos sentamos a desayunar.

—¿Por qué mis hotcakes no salen de esa manera? —Finge llorar.

Terminamos de comer y salimos.

Una vez en el auto me pregunta.

—¿Hoy volverás tarde?

—No, hoy salgo a la misma hora, podrás buscarme. Mañana tienen la presentación, no sé a qué hora volveré.

—¿Viniste en un taxi o te trajo alguien? —Oh, no. Viene el interrogatorio.

—Mingyu se ofreció a llevarme —digo entre dientes.

—¿Qué dijiste? —Me mira atento.

—Mingyu se ofreció a llevarme —Le respondo en voz baja.

—¿Tu bias?

—Sí, mi bias.

—Con razón lo es, es un gran sujeto.

—¿No estás molesto o algo así?

—No, yo confío en ti y en él.

—Oh, está bien.

«Yo también confío en ti, Felix»

—Qué tengas un día moderado, linda —Sonríe y me da un beso en la mejilla.

—Espera, no me contaste qué hiciste en estos dos días.

—No mucho, todavía no compongo, pero sí ayudo a otros. Estoy esperando a mi compañero.

—Oh... Ya veo. ¿Te aburres?

—No, no. Puedo pasar por la empresa, me apena que no sea lo mismo contigo.

—No te preocupes, Fefi. Espero que tu día sea genial —Beso su mejilla y salgo del auto.

En la entrada hay un par de periodistas, eso llama mi atención y recuerdo un artículo en el que decía que debía llevar un pañuelo y gafas de sol por cualquier cosa.

Miro en mi bolso y tengo mis dos elementos.

—Esto es similar al ropero de Narnia —comento mientras me coloco los dos elementos.

Me acerco e intento pasar a través de ellos, recibo unos empujones y algunos comentarios groseros.

Me detiene alguien de seguridad y le muestro mi identificación, cuando la mira me hace entrar rápidamente.

Eso me resulta un poco extraño, pero no le tomo mucha importancia.

Espero el ascensor y recibo un mensaje de Felix.

Lixie: ¿Por qué tanto alboroto en tu empresa?

Yo: No tengo la menor idea, tuve que ponerme unas gafas de sol y un pañuelo, por las dudas.

Lixie: Ten cuidado, igualmente iré a buscarte. No te preocupes.

«Es tan atento, ¿qué sería de mí sin él?»

Llego a la sala de ensayo y los chicos ya se encuentran ensayando.

—Buenos días, ¿llegué muy temprano? —pregunto mirando la hora en mi celular.

—No, no. Nosotros empezamos antes, tenemos algo para ti —Joshua busca una bolsa y me la pasa.

La tomo sorprendida, son paquetes de caramelos.

—¿Eh? ¿Por qué me dan esto?

—Te devolvemos los caramelos de ayer.

—Awww, qué lindos —Me acerco a ellos y los abrazo a uno por uno.

—Bueno, ya que estamos a mano. ¿Podrías convidarnos unos cuantos?

—¡Woozi! —gritan unos cuantos de ellos.

—Está bien, tengan dos paquetes —Les entrego y los aceptan muy felices—. Sigan ensayando.

—Mánager... —Se acerca Dino.

—¿Sí?

—¿Sabes por qué hay tantos periodistas? —Me mira preocupado.

—No, no. No te preocupes por eso.

Se aleja para seguir ensayando.

El tiempo pasó volando, comparando el día ayer, hoy los noté más seguros y disfrutando.

Todo saldrá bien mañana, tengo fé.

Los periodistas no están y Felix me espera apoyado en el auto con los brazos cruzados, parece todo un bad boy.

Me despido de los chicos y me acerco a Lix, este me recibe muy bien.

—Hoy empecé a componer, me dijeron que no importaba mi compañero —Me abraza.

—Eso es muy bueno, hoy salió todo bien y los chicos están muy seguros para la presentación de mañana.

—¡Hay que celebrar! —Me da un beso en la mejilla y entramos al auto.

«Viviría únicamente para ver la sonrisa de Felix»

Lixie se desvía y aprovecho para abrir un paquete de caramelos, él da una mira rápida y ríe.

—¿Quieres uno?

—Niega—. ¿Por qué tienes tantos paquetes de caramelos?

—Ayer encontré una bolsa y le convidé a los chicos.

—Ah... Esa bolsa la dejé yo, te noté un poco ansiosa y pensé que los caramelos serían una gran opción.

—Tan lindo —Me acerco a darle un beso en la mejilla y sonríe tímidamente.

Llegamos a un restaurante, tuvimos que esperar un poco y logramos sentarnos.

—___, sonríe —Me toma de sorpresa.

—¿Eh?

—El fondo es bonito, te tomaré una foto.

Le hago caso y sonrío para la foto.

Se levanta y se sienta a la par mía para tomarnos una foto juntos.

«No todo el tiempo estos momentos serán así»

Comimos y charlamos de todo un poco, se nos hizo muy tarde y volvimos a casa.

Cada quién se fue a duchar para después dormir.

—Felix.

—¿Sí?

—No te vayas de mi lado, por favor.

—No lo haré.