Me enamoré de ella

5

Lo último que recuerdo fue sentir palpitaciones, tenía una dificultad para respirar y me sentía mareada.

Desperté toda sudorosa, en la habitación de la Directora Isabel, con Adelaine sentada a mis pies mirando preocupada.

Adelaine: Te sientes mejor Alexandra? 
Yo: me da vueltas el mundo...

Adelaine sonríe y me toma de la mano, su piel es tan suave, mi corazón se acelera, me vuelvo roja lo puedo sentir.

Yo: me ayudas a levantarme por favor profesora? - digo un poco apenada sin poderla mirar a los ojos.
Adelaine: sí, te ayudo - me ayuda a levantarme poniendo delicadamente sus manos en mi brazo.

Realmente está mujer es hermosa, sus pestañas, sus labios, su piel.
Huelo su perfume a menta y me recuesto en la pared blanca de la habitación.

Adelaine: Que te sucedío Alexandra? - dice preocupada.
Yo: no sé, sentí calor y luego caí al suelo, por cierto cómo llegué hasta aquí? - dije mirándola.
Adelaine: Sebastían fue el que te cargó hasta aquí, dijo que parecías pequeña pero que tú peso era diferente - riendo frente mío parecía un ángel.

Entró la Directora Isabel a la habitación con un vaso de agua fría y un paño en el brazo.
Isabel: Estás bien mi niña? - preguntá bajando el vaso a un costado de la mesa que se encuentra a unos centimetros nada más.


Yo: Estoy mejor, gracias Dire - dije sonriendole. - Me pasa el vaso de agua fría y lo bebo.


Isabel: Tal vez te haya afectado el calor, no sé... pudo haber sido eso. - mira a Adelaine.
Adelaine: o tal vez haya sido un episodio de pánico, ya habías estado en un lugar con mucha gente reunida a la vez Alexandra? - mirándome esperando una respuesta.


Yo: la verdad no lo recuerdo ahora, puedo ir a descansar Dire? - me sentí mareada y solo quería dormir.
Isabel: Es mejor que te quedes aquí con la profe Adelaine a descansar mi niña. - toca mi cabeza - tienes temperatura, quiero que te pongas esto en la frente y te vas a tomar un anti febril que traje.


Tome la pastilla que me indico, me acuesto en la cama y Adelaine me pone el lienzo por la cabeza, mojado y frío que me da escalofríos. Ambas reímos por el movimiento que hizo mi cuerpo.

Ella se quedo tocando mi pelo hasta que me quede dormida, sus suaves manos me tranquilizaban mucho, no quería que esto terminara pero ella es solo una maestra, nada puede pasar entre nosotras, ni siquiera se si le gustan las mujeres y si lo supiera no importa ella puede perder su trabajo, su carrera. Algo dentro de mí me dice que no tendría ninguna posibilidad si ella decidiera hacerme caso, soy una niña, sigo mas o menos en el closet y mi madre nunca lo aceptaría.


 




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