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Me golpeaban desde siempre supongo que mi cabeza manipuló esas situaciones de abuso y se re-programó para autosabotearse.

- necesitamos que veas a una psicóloga y sigas tratamiento de urgencia- había dicho el doc.

- suerte y gracias- le dije irónicamente.

- sabes que si vuelves a atentar contra tu vida serás internada, verdad? - pregunta el Doc mirándome seriamente a los ojos.

- eso estaría bien al fin y al cabo no tendría que estar acompañada de gente que no me aprecia en absoluto.

El Doc anotó algo en su celular, abrió la puerta y llamo a los docentes que estaban allí pero cerró la puerta por 5 minutos mientras yo tenía una bandeja de avena con leche sobre mi regazo y no sabía muy bien si comerlo o no.

* Narra el Doc*

Cerré la puerta y tenía a 3 profesores frente a mi, una adolescente del otro lado y necesitaba que cooperaran por el bien de la joven.

- Esta adolescente necesita terapia, atentó contra su vida y la conversación que tuve con ella me dice que necesita ser medicada para comenzar por 24 hs y debe permanecer en el hospital para evitar que vuelva a hacerse daño. - dije mirando a los presentes.

- Está seguro de que necesita medicación? - Pregunto la Directora Isabel.

- Sí señora, la adolescente sigue con algunos síntomas de que podría volver a intentar sacarse la vida, mi recomendación como su doctor es que la mediquen y quede en el hospital para ser monitoreada hasta que presente una mejoría, para estos tipos de asuntos es mejor prevenir que lamentar, no lo cree Directora? . - pregunté

- Si, tiene razón Doctor -  respondió

Pueden pasar a verla, está estable pero medio sedada, así que si no puede mirarlos o hablar bien no se asusten es normal. - dije señalando la puerta.

* Narran Isabel, la Directora*

Abrí la puerta con un poco de miedo, no sabía si me derrumbaría frente a Ale, era la primera vez que un caso así llegaba a mi y no sé como mi corazón lo va a tomar.

- Hola - dijo Ale con una sonrisa, algo que la caracterizaba desde el primer día.

- Hola - respondimos en coro con los profes.

- ¿ Cómo estás ? - dije un tanto temerosa.

- Pues, un poco mareada, me molesta la luz del lugar  y estás cosas me pican un poco - dijo mostrando sus brazos cubiertos por gasas.

- si, te cocieron algunas heridas en ambos brazos es mas que seguro que picaran por unos cuantos días querida.

- como estás ? - pregunto Adelaine.

-  bueno, durante el día me limito a sonreír intentando evitar las preguntas del tipo ¿por que me siento de alguna manera?. - respondió con una voz bastante apagada.

- bueno, sabemos que la situación que te llevo a estar de esta forma y en este lugar han sido muy difíciles para ti pero estamos aquí para ayudarte, porque nos importas y nos preocupas - respondí buscando alguna señal de que ella confiase en mi.

- tienes razón directora, la situación o las situaciones que me llevaron a estar internada con el cuerpo llenos de cicatrices y la mente tan jodida son muy difíciles para mi, sin olvidarse de mis familiares que solo me buscan para hacer los quehaceres, para ser niñera de un niño que no es mío, para cuidar de todos menos de mi, para darles de comer a todos menos a mi, para aguantar cualquier tipo de violencia porque debo ser una mujer de casa, una mujer hecha y derecha. Sin voz, un fantasma... -  dijo con lágrimas cayendo de su suave rostro a pesar de ser adolescente no tenía marcas de pubertad ni de adolescencia, su cara seguía manteniendo rasgos de la infancia.

- no querida, tranquila, te entiendo, no estamos aquí para juzgar - dije tomándola de la mano.

- Que dijo mi madre? - pregunto cerrando los ojos como si esperaba un golpe, temerosa por la respuesta.

- Dijo que le comentáramos cualquier cambio en lo que diga el doctor - dije mirándola mientras ella  aún seguía con los ojos cerrados.

- ah, okey - dijo abriéndolos

Suena mi celular, veo el identificador de llamada y era la madre de Ale, contesto.

- Hola Señora, como está? - dije mirando a Ale.

- Bien, como sigue Ale? -  pregunto amablemente.

- Está despierta, justo pasamos a hablar con ella en este momento si quiere le paso el teléfono... - dije mientras Ale me hacia señas de que colgara la llamada.

- Por favor directora, si no le molesta me gustaría hablar con ella - dijo la madre.

Le paso el teléfono a Ale y ella traga saliva, lo suficientemente fuerte como para oírla.