Me enamoré de ella

24

-Que mierdas te pasa señora? - dijo Ale temblando y bajando el celular, abrazandose.

-Estas bien Ale? - dijimos al unísono, no entendíamos qué pasaba.

- Ale, por favor dinos cómo estás? ¿qué pasó? - dijo Adelaine.

- Estoy, bueno no creo que bien porque el problema siempre soy yo.- dice mirando un punto en la pared para luego cerrar los ojos y  decir - sé que cerrar los ojos no sirve de nada pero quiero dejar de luchar, dejar de llorar tanto, de odiarme tanto, quiero una vida tranquila con una familia que me proteja, que no me dañe, quiero lo que tienen mis compañeras, quiero un padre o una madre, puede ser uno, esa era mi pedido para ese ser místico que nos observaba desde quién sabe dónde pero al abrir los ojos veo mi cuerpo cubierto de cicatrices que me las hice yo y recuerdo que no valgo  nada. - Finalizó.

- no digas eso niña, no es cierto - me siento al costado de ella y la abrazó con fuerzas para que sienta que no está sola y que si estamos aquí es porque ella vale mucho para nosotros.

- Ale, no digas eso, te queremos mucho, eres una alumna muy brillante y llegarás muy lejos en la vida, ya lo verás - dice Adelaine. 

La puerta se abrió era la enfermera del hospital, vestía de azul.

-Permiso, vengo a ver cómo está la paciente ?- dice sonriendo.

-Hola mi nombre es Ale, me quiero morir - contestó a la enfermera con una sonrisa que parecía real.

- Hola Ale, porque te quieres morir? - preguntó la enfermera.

- bueno, estoy cansada de llorar, cansada de tener tantos pensamientos que no son míos dando ideas para acabar con mi vida y las ganas de cortarse la yugular es casi imposible de evadir, me entiende? - dijo Ale, sin derramar una sola lágrima más.

- si, te entiendo, cómo sientes tu cuerpo ahora mismo?

- siento que estoy mareada, es como que estoy viendo una película y sobre mí estoy yo fuera del cuerpo pero escuchando mi propia voz decir hazlo ya, mira a tu alrededor, que hay? y respondo agujas en mi piel, sábana, almohada y cables de suero. mientras responde mi voz: ¿cómo te puedes quitar la vida con eso? piensa mierda, ni para eso sirves y respondo exacto ni para morir sirvo.

- entiendo Ale, ¿me permites un momento? - dice la enfermera.

- claro, no es como que me vaya a ir de acá en la camilla toda atada - dijo riendo.

La enfermera salió y la sala se quedó muy silenciosa, no sabíamos que decir, eso había sido muy fuerte para ambas.

Ale cerró los ojos muy fuerte y dijo: ya no llores, ya pasó, aunque tu familia sea una verdadera mierda, tú no lo eres, bueno, no tanto, te has sentido mal pero sabes que en algún momento estarás bien, serás tú de nuevo, recuerda que toda esta mierda se va a quedar en los recuerdos y tú estarás más fuerte. Eres lo que nunca quisiste y eso no es malo, eres diferente a ellos, no lo olvides.- y luego los volvió a abrir y nos miró.

- lo que acabas de decir es cierto, estarás mejor y más fuerte con la ayuda correcta - dijo Adelaide acercándose a ella.

Ale se abalanzó para abrazarla, mientras Adelaine intentaba secarse las lágrimas con un pañito.

En mi vida no había visto tanto dolor en una adolescente o en cualquier otro ser humano, es tan joven y la fuerza que tiene, como ella sola se vuelve a consolar, solo me hace pensar que esta chica tuvo que pasar las de Caín sola y se tuvo que volver a poner de pie porque nadie la ha visto retorcerse de dolor, nadie le dijo que estaría bien, nadie la ayudó a limpiar sus heridas, solo se tuvo a ella todo este tiempo.

-Perdón Ale, perdón - dije desde dónde estaba.

- Porqué? - pregunta ella saliendo del abrazo de Adelaine.

- Por que ningún adulto se hizo cargo de ti, de tus heridas, de tu ser, perdón porque se ve que has pasado todo lo malo que puedo imaginar sola y nadie ha tenido la suficiente madurez o el suficiente valor como para ayudarte. - no me aguante y llore.

-no te disculpes tú no has hecho ningún mal, por favor, no eres tu la que tiene que derramar esas lágrimas y sentir ese peso en los hombros, por favor no te castigues por algo que no hiciste - dice Ale mirándome, con la cara llena de lágrimas, había un brillo distinto en sus ojos que anteriormente parecían apagados, había un cierto brillo.

- pedir perdón aunque yo no haya sido la causante de tanto dolor, no está mal, no es castigarme, es decirte que lo siento mucho y que de verdad no estás sola, cualquier cosa me lo puedes confiar, te duele una muela, dime lo, yo  no te dejaré sola, buscaré la manera de ayudarte, puede que en el pasado nadie se acercço a decirte esto pero te quiero y quiero verte bien, te queremos todos Ale - dije abrazándola mientras ella lloraba como niña pequeña.

- no sabía que las palabras dulces dolían tanto - dijo Ale mientras me abrazaba.

 




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