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La puerta se abre y entra la enfermera acompañada por una doctora de pelo negro enrulado y bata blanca con un suéter color rojo, ojos negros llamativos, labial rojo.

-permiso, he vuelto con la Dra Ruth, ella necesita hablar con la paciente profesoras, nos darían unos minutos? - preguntó la enfermera.

- si, si claro, pasa - dije mirando a Adelaine.

- claro - respondió Adelaine y salimos de la habitación.

Narra Alexandra.

-Hola Ale, me llamo Ruth, soy psiquiatra del Hospital.

-Hola, soy Ale, intenté suicidare hace un día - dije mirándola a los ojos.

-¿Hace un día? - preguntó mirando unos papeles que estaban al pie de mi camilla.

-sí, un día - dije.

-Hum, que raro, aquí dice que han pasado tres días desde que tuviste esa crisis suicida.

-tres días? pero hoy no el 8? - dije asustada mirando a todos lados en busca de una respuesta.

-no, hoy es el 11 Ale. - dijo mirándome.

-ah, ya veo, con razón los gritos de mi madre - dije riendo.

-¿Qué pasó? - preguntó ella, sentándose en la silla frente a mi cama.

-Pues, nada nuevo, lo de todos los días, una madre enfadada o haciendo el teatro porque mis familiares por parte de mi padre la están manipulando para que me saque del colegio; para casarme, seguir la vida de una mujer hecha y derecha sin voz ni voto porque no valgo para nada en absoluto. - dije explicándole la situación con total relajo.

-Eso es mucho, me sorprende tu forma de contarlo - dijo la doctora escribiendo en una tableta.

-nah, eso no es nada - dije mirándola a los ojos.

-me trajo la enfermera porqué me comentó que te presentaste diciendo que querías morir, ¿por qué? - preguntó la doctora.

-Bueno, porque no aguanto ni un minuto más, te imaginas vivir toda tu vida como un títere para complacer a otros.

-ya veo, mira te voy a recetar un medicamento para que puedas dormir el día de hoy, está bien? - pregunta.

-supongo que sí, digo no es que no pueda dormir o algo - respondí.

-okey, entonces te darán esas pastillas y dentro de unos minutos vendrá la doctora Larisa a hablar contigo, ella te caerá muy bien, es psicóloga y necesita hacerte algunas preguntas, no tienes problema con eso? - pregunta la doctora viendo como muerdo mis uñas.

-no, no creo que haya problema, no, no muerdo mis uñas porque hubiese un problema los muerdo porque una vocecilla en mi cabeza dice que podría rasguñar el cuello hasta alcanzar la yugular y otra me dice elimina cualquier tipo de peligro entonces por eso muerdo mis uñas y se que lo iba a preguntar señorita Ruth.

-muy observadora por lo que puedo ver, genial, me agrada Ale - dice sonriendo.

Pasaron media hora y había entrado Larissa a la sala, hablamos un poco no de la situación que me había llevado a la crisis suicida que es como todos los doctores que me habían atendido lo decían sino más bien de qué cosas me hacía sentir bien, si tenía sueños, metas, que cosas me hacían sentir alivio, entonces ahí le dije: