Tiempo atrás.
Estaba agotada, el café no había podido rellenar las faltas de horas de sueño que me había saltado, la respuesta era simple. Trabajo.
A veces quería tener la vida de mí novio Lucas o la de mí amiga Bárbara que solo se dedicaban a pasar una materia y a estudiar, muy en pocas veces los envidiaba, porque quien iba a querer mí vida tan aburrida y monótoma.
Tache la última cosa por hacer, suspiré con cansancio.
Era ordenar cada documento de la empresa por orden alfabético y color.
Al fin había terminado, mire la hora, en el celular eran las 3:00am, y justo faltaban unas tres horas para ir al trabajo, odio mí vida, pero era lo que me tocaba.
Mí madre vivía en mí pueblo natal, soy de Canadá, y bueno mí mamá solo tiene un restaurante para sobrevivir, de vez en cuando me mandaba dinero a mí para saldar algunas deudas, pero no era suficiente y no siempre ocurría así.
Me llamo Kate Marshall y como dije tengo 20 años, decidí independizarme a los 18 años, no quería que mí mamá siguiera manteniéndome, siento que es demasiado. Me gusta el arte, dibujo y hacer macetas o estatuas de porcelana o barro. Ese era mí sueño y soñaba con algún día llegar a la universidad mediante una beca.
Cuando vi que toda mí pequeño apartamento el cual compartía con Bárbara estaba limpio fui a mí habitación.
Por cierto ella no estaba en estos momentos aquí, estaba haciendo un proyecto para su carrera la cual era arquitectura.
Entro en el baño, era la única habitación que tenía su propio baño lo cual agradecía, mire mí rostro, no me iba a quejar por las ojeras que surcan mí rostro porque debí asumir que las tenía.
Lave mí rostro, no era de las chicas que usaba mucho maquillaje lo más mínimo que podía usar era la barra que te recomendaban para no tener los labios resecos, al menos me depilaba las cejas.
Use el jabón de mí tocador y sequé mí rostro.
Termino y me doy una corta ducha, me envuelvo en la toalla saco mí pijama habitual y me la pongo junto a las pantuflas blancas.
Reviso por última vez el celular, ya tenía mucha parte del día revisándolo, y es que tenía la esperanza de que un mensaje de lucas apareciera en pantalla.
Pero parecía que ese no eran sus planes.
Entre en la última conversación la cual era el viernes, ya hoy estábamos a domingo, ¿tanto me iba a ignorar?