Me enamoré de ti

IX

Estoy arreglándome para ir al trabajo. Bárbara ya se fue para el suyo. termino de abrochar la pulsera en mi mano y luego me coloco los lentes de contacto.

esto si que había hecho un cambio en mi apariencia, ya no lucía como una chica de secundaria. tomo mi cartera y tomo el bol de frutas que me dejó mi amiga como desayuno. no me da tiempo de comer por lo que salgo del apartamento, tomo un Uber y me voy a la empresa.

llego y entro en el ascensor, las puertas se abren en mi piso y camino saludando a mis compañeros.

llego a mi puesto y dejo mis cosas en el piso ya que el espacio que tengo es muy reducido. prendo la computadora y empiezo a revisar archivos. eso es lo que hago hasta que llega la hora del almuerzo.

decido no salir porque no he desayuno y tengo mi bol de frutas conmigo, como mientras reviso los mensajes de mi madre recordándome que tengo que ir a visitarla.

no quiero sonar como mala hija pero mi madre vive en otra ciudad y para llegar donde ella tengo que durar muchas horas.

termino de comer y continuo con el trabajo.

para cuándo se hacen las 3 de la tarde el jefe entra interrumpiendonos.

-buenas tardes a todos. cómo bien saben ya dejó esta empresa y no hay mejor forma de hacerlo que presentándoles al que va a estar a cargo de ella ahora. sé que escogí la mejor persona para este cargo, así que quiero que le den la bienvenida a mi hijo Oliver.

trago saliva cuando lo veo entrar y sus ojos se detienen en mi, su sonrisa se ensacha y yo no puedo controlar lo nerviosa que me pone.

vale Katerine ahora sí que no puedes huir.

- es un placer tomar el mando de esta empresa, quiero hacerles saber que vamos a sacar adelante a esta empresa juntos para que siga siendo la número uno en el mercado, gracias -los aplausos no se hacen esperar y yo reacciono aplaudiendo también.

la gente deja de aplaudir y él se despide y sale junto a su padre. ¿por qué la vida tiene que ser tan culera?

yo no quiero encontrarme con él de nuevo, no quiero que recuerde lo patética que me veía por el engaño de Lucas, mucho menos lo inexperta que fui en nuestra relación. tengo que evitarle a toda costa.

para cuándo la hora de trabajo finaliza. espero a que todo el mundo salga para no encontrarmelo y luego de que se encuentra todo vacío decido salir, me meto en el ascensor y cuando las puertas se van a cerrar una mano logra apartarlas.

tierra trágame.

es él, se ubica al lado mío y yo me entretengo con el celular ante esta situación tan incómoda.

-¿hasta cuándo vas a seguir ignorándome? -su pregunta me descoloca y por poco dejo caer el teléfono al piso.

que estúpida eres Kate.

-yo... no es mi intención.

-pues parece todo lo contrario, no se que te hice para que ahora no quieras estar en la misma habitación que yo. -siento su mirada en mi pero yo no lo miro y continuo con mis ojos en el celular.

-no hiciste es nada, es solo que no quiero que se burle de mi.

-no me estoy burlando de ti.

-lo se, pero no va a tardar de hacerlo. sé que lucí patética en la feria e inexperta, de verdad yo no quiero que vuelva sentir vergüenza estando conmigo -esta vez si lo miro.

-yo jamás sentiría vergüenza, ¿por qué lo estaría? porque fue engañada, señorita Kate todos alguna vez en nuestras vidas hemos sufrido de infidelidad y aunque ahora usted siente como si todo se le viene todo abajo, no es el fin del mundo.

sus palabras logran reconfortarme.

-no creo que alguien como usted haya pasado por lo que estoy pasando.

-pues te equivocas, todos hemos pasado por eso y quién no lo haya hecho es afortunado.

las puertas se abren y camino fuera del ascensor.

-de verdad no quiero que pienses que me siento avergonzado por estar a tu lado, las cosas no son así, yo de verdad quiero seguir estando contigo y que sigamos hablando.

-yo, ya me tengo que ir. felicidades por el puesto -sonrío a lo último.

-¿puedo llevarte?

asiento.

subo al carro y él conduce, nos sumergimos en un silencio que me hace sentir en paz y cómoda, por alguna extraña razón el no me ha mencionado sobre lo de aquella noche y eso se lo agradezco.

llegamos luego de 40 minutos.

-bueno aquí vivo, muchas gracias por traerme Oliver.

-no es nada.

abro la puerta pero él toma mi mano.

-Kate no quiero que te sigas atormentando por lo que pasó en aquella feria.

asiento sin comprender de lo que realmente me habla.

-hasta luego.

-adiós Kate.

me bajo y llego a la ascensor del edificio. las palabras de Oliver se repiten en mi cabeza, agradezco que él me haga sentir bien a pesar de la ruptura, él es como ese lucero que alumbra mi rostro y saca mis sonrisas.

rio con ironía ante la estupidez que acabo de pensar, creo que el hecho de verle ha afectado mi cabeza. no puedo negar que lucía muy guapo, eso al parecer no se le quitaba era algo que estaba en él.

entro al apartamento y saludo a Bar. nos quedamos hablando un rato y luego procedemos a irnos a dormir.

cierro mis ojos y una imagen se viene a mi cabeza, la imagen es de alguien deslizando el tirante de mi vestido por mis hombros y besando lo que deja descubierto al paso.

cierro la piernas al sentir un calor posarse en mi abdomen bajo.
 

 



#12370 en Novela romántica
#2428 en Chick lit

En el texto hay: romanace

Editado: 03.08.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.