las náuseas vuelven a mi como estos cinco días, estoy abrazada a la tapa del vater y se que no me veo muy bien. últimamente no estoy comiendo bien y lo que como lo devuelvo.
Bárbara está preocupada por mi e insiste en que vayamos a un doctor o le contemos a mi mamá, pero no quiero alarmarla. solo le dije que dejemos pasar este día, si mañana vuelve a darme ganas de vomitar iremos con el doctor.
hoy le mandé una excusa a mi jefe de cargo, no me siento bien para trabajar hoy. duermo hasta que más o menos me siento un poco mejor.
el sabor amargo y mi garganta seca me piden agua, con cuidado me levanto y camino fuera de mi habitación. llego a la cocina y saco la jarra con agua, me sirvo en un vaso y lo llevo a mis labios.
mi garganta agradece el agua.
termino de tomar el agua y pongo el vaso en su lugar.
Bárbara está en su trabajo por lo que va a regresar tarde, apenas son las 5 de la tarde y no tengo nada que hacer. tomo mi celular de la repisa del mesón y hablo con mi madre.
ella me reprocha como siempre el hecho de tenerla abandonada y no irle a visitarle. como todas las conversaciones le digo que la visito el otro mes, no es que no quiera visitar a mi madre, es solo que no logro reunir el suficiente dinero para el semestre de la universidad y después de eso no me queda nada.
me acuesto en el sofá y busco algo que ver en la tele. me entretengo con una serie por horas, hasta que mi cuerpo me pide comida.
llego a la cocina y temo el hecho de ponerme mala otra vez, no quiero vomitar, mi cuerpo ha rechazado la idea de eso que siento temor de hacerlo.
busco unas papas con pollo y verduras y las empiezo a cocinar en especie de un caldo. muevo la cuchara de palo en la olla y espero a que se haga. cuando ya está listo, me sirvo en un plato y lo pruebo. aliviada de que mi cuerpo no lo rechace voy a la sala comedor y me siento en la silla, como con ganas, de verdad tengo mucha hambre.
solo espero que los vomitos solo hayan sido de algo que comí y no de otra cosa.
la idea del embarazo viene a mi cabeza y hace que me queme la lengua. ¡Dios! que estúpida, ni siquiera me acuerdo si me protegí. y es obvio que no le voy a preguntar nada a Oliver, a lo mejor él no recuerda nada y enojarte es mejor que sea así.
termino de comer y lavo el plato. acomodo la casa ya que está hecha un desastre y luego me doy un baño. el agua corre por mi piel relajando mis músculos.
su boca se prende de mi pezón y lo succiona con ganas y hambre.
no sé en qué momento vino a mi cabeza ese recuerdo, de repente he empezado a sentir calor allá abajo. le doy al agua fría y me meto. tengo que dejar de pensar en eso.
termino de bañarme y envuelvo una toalla en mi cuerpo. voy a la habitación y me coloco el pijama. desenredo mi cabello húmedo y aplico un aceite hidratante.
coloco la toalla en su lugar y vuelvo a la sala.
miro la hora y justo en este momento ya debe estsr viniendo Bar por ahí. la puerta se abre y entra Bar por ella, la invoqué.
-hola Hola -dice con alegría -¿cómo ha estado mi hermosa amiga?
ruedo los ojos ante su apodo.
-pues al principio fatal luego ya un poco mejor.
-no me digas que sigues vomitando.
-no, no me ha dado náuseas desde esta mañana, así que no hay porqué preocuparse.
-que bien porque traje pizza -salta como una niña pequeña y va a la cocina.
-vaya tú cómo enfermera eres la peor.
-que bueno que soy abogada -sonríe y yo me río.
vuelve con platos llenos de rebanadas de pizza, luego va por la bolsa que dejó en la mesa donde trae una soda con vasos.
-sabes que no nos estamos alimentando bien ¿verdad?
-lo se, pero yo amo esto y se que tú también.
empezamos a comer y Bar me empieza a contar sobre su día, dice que hay un chico que quiere robarle el caso y dice que lo odia, que se cree el mejor de todos y que a cada rato anda insinuandose le.
-¿y cuál es el problema? -le pregunto.
-es lindo sentirse deseada pero suele ser a veces un poco acosador, yo no quiero que este chico se obsesione más de la cuenta y que se yo me secuestre o me mate.
-los casos te tienen muy mal amiga. -me burlo.
-con tanta cosa que se ve, uno nunca sabe.
terminamos de comer y luego cada una se va a hacer sus cosas. entro a mi habitación y hago mi tiempo de paz, como le llamo yo. hace tiempo que no lo hago y mi cuerpo lo necesita para quitar todo el estrés de la semana.
comienzo a meditar y a reflexionar.
cuando termino me acuesto a dormir y rápido me quedo dormida.