Nos detenemos en un semáforo, no aparto mi mirada de la ventana, evitando a toda costa la suya.
-te noto extraña, ¿tienes algo que contarme? -lo miro y nuevamente me mira preocupado.
Miro el suelo alfombrado del carro sin saber que hacer, ¿le cuento la verdad? ¿invento algo?
Solo dile la verdad Kate, anda que esperas.
Tomo una bocanada de aire y él solo me mira, atento a cualquier cosa que tengo por decirle.
-Oliver yo est...-su celular suena haciéndome callar.
-perdón -dice llevándolo al oído.
Un poco avergonzada aparto la mirada, estuve tan cerca y otra vez no pude decirle nada. Me quiero morir.
-cariño ¿ya estás aquí? -pregunta a la persona que le está hablando por teléfono.
Me es inevitable fruncir el ceño, ¿quien es? y ¿por qué le dice cariño?
¿No es obvio? su novia.
La realidad me golpea como si de un balde de agua fría se tratara, es cuando caigo en cuenta de algo, Oliver tiene novia y si le cuento esto probablemente acabe con su relación.
No me doy cuenta que él termina la llamada y conduce de nuevo.
Llegamos a mi casa y él se estaciona al lado del edificio.
-bueno, ¿que era eso lo que me ibas a decir?
-no es nada, olvida lo que te dije.
Si de algo estoy segura, es que no quiero dañar una relación, no quiero quedar como la mala del cuento.
-¿segura que no es nada?
-no -contesto rápido -adiós señor y gracias por traerme.
abro la puerta y me voy a bajar pero su mano en mi muñeca me detiene. siento como me estremezco con solo un toque de él.
Lo miro esperando que va a decirme, él parece un poco dudar de sus palabras hasta que por fin habla.
-Solo dime Oliver -dice mirándome a los ojos.
Asiento nerviosa y me zafo de su agarre. Camino a la entrada del edificio, saludo al vigilante y entro en el ascensor.
Llego y meto la llave en la cerradura para luego abrir la puerta. Entro e inmediatamente me llega el olor a comida recordándome que no almorcé.
-Bar, ¿que cocinas? -digo lavando me las manos.
-pasta -dice sonriente, puedo jurar que no es la misma Bárbara que ví ayer llorando.
-que rico, ¿te echo una mano?
-no -dice y me aparta de la cocina.
-¿hasta cuándo no me vas a dejar cocinar?
-hasta que no vea a mi sobrino sano y salvo.
Ruedo los ojos ante su dramatismo y entro en mi habitación, coloco el bolso en la perchera y me deshago de mi ropa. Entro al baño y me doy una corta ducha. Ya estando en mi habitación, me visto con el pijama y peino mi cabello dejándolo en una trenza sencilla.
Me miro en el espejo y veo que estoy pálida, no me preocupo ya que es algo que siempre me pasa cuando no como casi nada durante el día. Salgo de la habitación y veo que Bar ya está poniendo la mesa.
Me ve y se me queda mirando.
-¿que pasa?
-estas pálida -dice -¿no almorzaste, cierto?
Odio que me conozca tanto.
-no tenía apetito -me siento en la silla del comedor.
-esta bien, pero conste que sea la última vez, no puedes malpasarte, no le hace bien al bebé -me regaña y solo me queda asentir.
Empezamos a comer y yo lo hago sin ganas.
-te ocurre algo -afirma.
La miro y rompo a llorar.
-estuve tan cerca...
-¿tan cerca de que?
-de contarle todo Bar, lo ví dos veces hoy y en ninguna pude decirle.
-no te angusties Kate, ya lo podrás hacer.
-no, no le voy a decir nada.
-te volviste loca ¿por qué? -me mira como si tuviera dos cabezas.
-porque tiene novia y no quiero arruinar su relación, sabes si le digo es obvio que la novia no va a querer seguir con él.
-pero él si tuvo los pantalones para serle infiel a su novia contigo -eso dolió -pues que los tenga también para hacerse cargo del asunto. Te dejas ese cuento de que no le vas a decir nada porque si le vas a decir Kate.
-es que no lo entiendes, no me sentiría bien sabiendo que estoy dañando una relación.
-tu no hiciste nada, él mismo fue quien la arruinó asi que no te culpes, tu no tienes la culpa.
Sé que en parte tiene razón, pero no puedo evitar sentir un poco de culpa también.
No hablamos más del tema, terminamos de comer y cada una se va a su habitación. Me acuesto en mi cama y miro el techo asimilando lo que acaba de pasar hace un par de horas.
No voy a mentir, su toque hizo que me emocionara bastante y mis hormonas se alborotaran.
Cierro mis ojos, debo de dejar de pensar en Oliver, no sé si cuando se entere de la verdad, vaya a seguir tratando conmigo.
Me dispongo a dormir cuando a mi mente viene una imagen, veo el cabello negro de alguien, su rostro se ve borroso, él baja los tirantes de mi vestido y su boca baja a mis hombros, dónde deja pequeños besos en la piel descubierta.
La imagen se va dejándome con la respiración agitada, ¿que fue eso? y lo más importante ¿por qué siento que ya lo viví?