Ella rápidamente toma del brazo para hacerme agachar en el piso.
-no pensé que querías que sucediera esto rápido...
Katerine bufa rodando los ojos.
-déjate de idioteces y escóndete debajo de la cama -dice desesperada. Incluso con los nervios saliéndose con la suya, sigue viéndose hermosa. -¡rápido!
-está bien.
Como puedo me meto debajo de su cama y enseguida noto que abre la puerta.
-¿Qué hacías encerrada? -escucho la voz de su madre.
Apoyo el codo de mi brazo derecho para acomodarme mejor y así, poder prestar más atención a lo que dicen.
-no es nada -dice sin más. Veo como sus pasos retroceden, hasta lograr sentarse en la cama. Un poco de su peso cae en mi espalda y entonces, La señora Teresa habla.
-afuera un chico llamado Marcos te busca -me tenso de la rabia de solo escuchar el nombre.
Me temo que voy a tener que despedirlo si va a seguirla molestando.
-¿Marcos? ¿Qué hace aquí? -pregunta confundida.
-no lo sé, pero dice que quiere verte y saber cómo estás.
-oh -la reacción de ella me desestabiliza un poco.
Quiero dejar de esconderme en estos momentos y hacerle frente a la situación con su madre, que la señora se entere que soy el padre de su nieto y que no voy a permitir que ningún otro imbécil, quiera tratar de cumplir el papel que por obvias razones, solo me pertenece a mí. Y como siempre hay un pero y esta vez, el pero es que no puedo armarle un escándalo a la chica que está sentada en la cama, creo que ya fue suficiente con respecto a mi impulsividad y debo tomar una decisión. Debo decidir lo más pronto posible que voy a hacer con Kate y Hanya...
Y debo tomar la decisión ahora.
Mi mente vuelve a conectarse con el presente. No escucho nada, por lo que me asomo a la orilla para ver si todavía sigue Teresa en el lugar. Para mí alivio, ya se fue, así que, salgo lentamente de debajo de la cama. Al salir por completo, me encuentro con la expresión pensativa de Kate, luce en un trance y me pregunto, ¿Qué estará pensando para que logré desconectarse así de la realidad?
-Katerine -la llamo acercándome a dónde está.
Ella se espabila y me mira con el ceño fruncido, otra vez viene esa expresión enojada en su rostro.
-necesito que te marches ya.
Asiento mirando sus ojos que miran todo, menos mi cara, cosa que me hace dudar de si me está diciendo la verdad o solo quiere evadir la situación.
-¿lo dices por qué en verdad quieres que me vaya o, -tomo su mentón, inclinándolo un poco para que me mire -tienes miedo de que tu amiguito se vaya y se espante con mi presencia?
Ella se zafa de mi agarre con brusquedad, para después, levantarse de la cama.
-no quiero escuchar más mentiras salir de tu boca. Creo que ya fue suficiente juego por hoy y me cansé de tener que estar "disponible", siempre que a usted se le dé la gana -se cruza de brazos enojada.
Sonrío y ella frunce su ceño más, como me encanta hacerla enojar.
-entiendo. Por eso antes de que te vayas a atender a tu pretendiente -se sorprende cuando lo etiqueto de esa forma-. Quiero que escuches lo que tengo por decirte, y, no me interrumpas.
Rueda los ojos pero termina asintiendo.
-te escucho -me mira expectante.
-sé que no eres la culpable de que haya un bebé en tu mente, son cosas de dos y...
-al punto -presiono mis labios cuando me interrumpe -solo sé más claro.
Ella se sienta nuevamente en la cama y yo me quedo de pie, frente a ella.
-el caso es que no quiero que pases esto sola, no sería lo más justo -sus ojos me miran atentos un poco cristalizados, conteniendo las lágrimas que quieren salir de ellos-. Entonces... Vas a tener todo mi apoyo y los gastos que necesites para ti y el bebé.
Hago una pausa y ella aparta la mirada, cómo sabiendo que voy a decir a continuación.
-pero necesito un espacio para aclarar mis sentimientos y tengo que hablar con Hanya sobre esto -paso la mano por mi cabello, un poco frustrado.
-¿Hanya? -su voz sale ronca, producto de estás conteniendo el llanto.
-si, ella... Es mi novia.
Se levanta y me da la espalda, me odio por haberla herido por completo. Este momento tarde o temprano iba a pasar, por muy doloroso que sea para ella y también para mí, ambos necesitamos un espacio para conectar y aclarar todo.
-acepto -dice luego de un par de minutos-. Pero no se te ocurra buscarme, ni llamarme... Nuestras salidas solo serán para asuntos de nuestro bebé.
Asiento, es lo mejor que podemos hacer. Y si, hay un sin sabor en mi boca que me dice que probablemente más tarde me arrepienta de esta decisión, no puedo hacer más nada, ya la tomé y me parece que lo hice pensando en ambos, incluída Hanya.
-bien -noto que le cuesta trabajo hablar-. Ahora por favor, vete. Cumple con tu parte del trato.
Muerdo mi labio y recojo mi camisa. Ya estando completamente vestido, ella me indica que espere un momento, que me va a avisar cuando pueda salir. Espero por lo creo que es una hora y ella aparece por la puerta.
-la casa está vacía, puedes salir -no hay ternura, no hay emociones, no hay nada en su dulce rostro y me jode, porque ya no tendré sus suaves reacciones hacia a mí y es obvio que la cagué con ella.
Camino y me dentengo, justo al lado de ella. ¡Joder, solo quiero besarla! Me volteo hacia ella y la tomo de la cintura, pegándola a mi torso. Sus ojos me miran, desafiantes y me encanta que me rete. La beso por fin, probando y deleitándome con sus labios nuevamente, saboreándolos y mordiéndolos. Queriendo saciarme por un instante de ella, para así no pensarla mucho. Pero con ella nada es suficiente, no logro cansarme de Kate y me mata la manera en como logra desestabilizar mi cuerpo y alma, con solo una mirada. Solo ella tiene el poder de hundirme de regocijo o en llamas.
Katerine me besa con fervor, uniendo una y otra vez su boca con la mía. Es apasionante, emocionante e hipnótico. Pero se aparta y... Todas esas emociones que sentí, se esfuman y quedan grabadas en mi memoria, como un recuerdo. Un recuerdo que quiero que perdure por siempre en mi corazón.