Dias después.
Los días pasan en un abrir y cerrar de ojos, el invierno llega a la ciudad recordándome que ya pronto será navidad. Justo estoy en la sala de mi apartamento con Bárbara y Marcos haciéndome compañía.
Cuando le conté a mi amiga que acepté ser novia de Marcos se quedó muy sorprendida y me preguntó varias veces si era serio.
Ahora nos encontramos compartiendo una taza de chocolate caliente, los tres estamos enfundados en grandes abrigos, es un día frío más y pronto la nieve va a empezar a caer. Mi época favorita del año empieza, diciembre y se siente bien estar en compañía junto a las personas que quiero y este bebé que está creciendo dentro mío.
-voy por las palomitas -avisa Bar y desaparece de la sala.
Marcos me mira y me invita a ir junto a él, le hago caso y dejo que me abrace, inhalo su perfume cerrando mis ojos, me desconecto por un momento, sumergiéndome en esta calma y paz.
Siento como Marcos acaricia mi pelo, el sueño viene a mí pero algo no me deja dormir, más bien mi amiga.
-¡eh, que no te duermas! Vamos a ver la serie y luego los dejaré tranquilos -asegura.
Entreabro mis ojos, los siento pesados y no veo la hora de terminar el capítulo que le prometimos e ir a dormir.
Nos acomodamos mejor en el sofá los tres y mi amiga se ubica al lado mío con un tazón repleto de palomitas. Apaga la lámpara junto a ella y la estancia se vuelve oscura. Apoyo mi cabeza en el hombro de Marcos y me centro en la serie frente a nosotros.
Como palomitas, pero termino terminando mi taza de chocolate caliente y acurrucándome con la manta.
El capítulo de la serie termina y tal como prometió Bárbara sale disparada a su habitación, dejándonos solos. Me incorporo para recoger las cosas y dejarlas en la cocina, aprovecho y las lavo dejando la cocina limpia. Vuelvo a la sala y me siento en el sofá.
-¿cómo va todo con el embarazo? -la pregunta de él me recibe, sin verlo venir su mano se posa en mi abdomen y su toque se siente extraño.
-bien -sonrío -todo está en orden.
Se acerca y me besa, todavía me sorprendo cuando siento el contacto de sus labios con los míos pero, he logrado acostumbrarme a esto.
-¿quieres dormir?
Asiento.
Apago todo y vamos a mi habitación. Marcos no es la primera vez que se queda a dormir por lo que no digo nada cuando se queda. Me quito el abrigo dejándome en la pijama larga abajo de este, él por su parte se quita los zapatos, el abrigo y la camiseta. Vamos a la cama y nos acostamos. Apago las luces y cierro los ojos, sus manos van a mi cintura y pega mi rostro a su torso.
El cansancio me consume logrando quedarme dormida.
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El sonido de la alarma me despierta, lo primero que veo es el torso de Marcos y sus manos en mi cintura, con cuidado quito su mano y salgo de su agarre. Me siento en la cama y restrego mis ojos. Es lunes por la llamada y significa que tenemos que ir a trabajar.
Mientras Marcos sigue durmiendo aprovecho y me doy una ducha. El agua fría casi me hace gritar, rápidamente cambio a caliente y termino de bañarme. Me pongo una toalla en el cuerpo, voy al espejo y empiezo a desenredar mi cabello. La puerta se abre y es él quien entra, me mira y sonríe.
Se acerca abrazándome por detrás, su cabeza se apoya en mi hombro mirándome por el espejo.
-buenos días florecilla.
-buenos días, ¿algún día dejarás de decirme así? -cuestionl divertida.
-no, porque eres como una flor roja, la que resplandece en medio de espinas y por su belleza -deja un beso en mi hombro.
-amaneciste poético -bromeo.
Se encoge de hombros y dice:
-contigo puedo ser lo más cursi que quieras -rio por su comentario.
Nos quedamos en silencio, me mira a través del espejo y luego empieza a repartir besos por mi cuello, me tenso enseguida, no me acostumbro a sentirlo de esta forma así que cuando veo que su mano sube a mi pecho amasándolo, saco cualquier excusa.
-hay trabajo -lo detengo con mi mano. -Y vamos tarde.
-si, ¿podemos llegar tarde no?
-no, no -me escapo de su agarre -Marcos lo mejor será que te duches y nos preparemos para ir a la empresa, no quiero que te sancionen por nada.
Me mira poco convencido pero después sonríe y asiente.
-está bien pero antes, ven aqui -dice y me besa -necesitaba esto para continuar.
No digo nada y salgo del baño. Me cambio rápido, voy vestida de pantalones flojos y camisa ancha, la cual logra disimular mi panza, ya está un poco más grande. Me pongo perfume y una cadena. Guardo mis cosas dentro del bolso y salgo de la habitación, dándole privacidad a Marcos para que se vista.
Bárbara se encuentra bebiendo su café matutino.
-oye -llama mi atención -no tienes que huir de tu novio.
-no estoy huyendo de él.
-pues no lo parece -me señala con su taza -espero que no hayas hecho cosas indecentes en mi casa Kate.
Me pongo roja como un tomate.
-¡que cosas dices! También es mi casa.
Ella se echa a reír.
-ay amiga solo es broma, pero no voy a mentir cuando te digo que tal vez lo único que te falta es un poco de sexo -llega hasta donde mí -hasta aquí se te nota lo tensa que estás.
Va para su habitación y por mi parte voy por algo de comer, me preparo algo rápido para comer y cuando termino de comer, regreso a la habitación para cepillarme los dientes. Ya Marcos está vestido y entro al baño, termino de cepillarme y salgo.
Ya estando los dos listos, nos despedimos de Bárbara y salimos de mi apartamento. Nos subimos en el carro de él y conduce hasta la empresa. Nos detenemos en varios semáforos y en uno de ellos Marcos me dice.
-Kate, estaba pensando y quiero que mis padres te conozcan.
Trago saliva.
-¿no crees que es muy pronto? -pregunto sintiendo un nudo en mi estómago.
-bueno me tomo esto en serio y por eso quiero que mis padres te conozcan, te van adorar tanto como lo hago yo.
-es que... Pienso que es muy pronto Marcos, dejemos que las cosas pasen y no nos apresuramos.