Al anochecer, Derek se preparaba para salir de Geldor, pero al mismo tiempo vacilaba de hacerlo, practicó la transformación que su padre le había enseñado y con más confianza salió cuando sus padres dormían. Alzo vuelo sin mirar atrás con el corazón a agitado, no sabía a donde dirigir su vuelo, pero en su cabeza resonaba la advertencia de los ancianos, asiéndolo temblar del miedo "su isla del terror se encuentra debajo de nuestros pies, no salgas del paraíso y nada malo te pasará". Aun así, Derek estaba decidió ir a la isla de los humanos, descendió toda la noche, en la espesa neblina y la fuerte lluvia, sin poder ver claro su destino continuo hasta pisar por primera vez en la playa. LA lluvia paro y el sol empezó a salir. Para corroborar su transformación miró su reflejo en el mar, su forma era la de un tierno niño blanco con el cabello rizado y ojos azules, sus alas habían desaparecido, por unas pequeñas manos cubiertas de piel y hueso, sin escamas, sin garras.
Derek caminaba arrastrando sus pies, agotado y con hambre por el largo viaje. No descanso ni un segundo, quería encontrarse con su primer humano, a lo lejos escuchó mucho ruido, se aproximó a un pueblo cercano, se ocultó detrás de una carretilla llena de sandias, mirando desde lejos a los humanos que tanto deseaba conocer, observó detenidamente a las diferentes estaturas, caras, colores de cabello y los gestos de cada persona. Distraído por el panorama una mano caliente y suabe toco el hombro de Derek, aterrado regresa a ver, era una viejita con una expresión dulce, extiende sus manos arrugadas y delgadas, le dice – te vas a enfermar si no usas algo de ropa, toma este pequeño conjunto era de mi difunto nieto. Derek ignora sus palabras, curioso toca las manos de la viejita, luego le palpa el rostro; sintiendo lo delicado, suave y arrugado que era su piel. La viejita vistió a Derek, mientras que el exploraba, mediante el tacto, comparando la textura de la piel de aquella viejita con la de él.
- Bueno pequeño, me tengo que ir, pronto será de noche y los vigilantes se irán esto quedara de solado y se llenará de broncotrons; no es seguro aquí. – dijo la viejita.
Derek siguió caminando y llego a un parque que se encontraba custodiado por los padres de los pequeños, armados con palos cubiertos de alambre puntiagudos, armas de fuegos, mirando muy alertas alrededor, mientras que sus madres acompañaban de cerca a sus niños. Derek miraba detrás de un árbol a los niños divertirse en los columpios – ¿Por qué te ocultas aquí? Pegunta una voz aguda y dulce - ¿quieres jugar conmigo? -Era Scarleth sosteniendo un chupete en su mano. Scarleth agarra la mano de Derek y le da su chupete.
- A partir de ahora seremos amigos.
Después de aquel Flashback, Derek se le presento otro recuerdo borroso – *Cuando lleguemos a ser grandes debemos reunirnos en este parque, como siempre lo hemos hecho, después iremos a conocer juntos muchos lugares, pero cuando ya seas mayor, para que cuides de mí; mi mamá y papá son muy estrictos, dicen que no me dejaran salir con nadie a menos que se alguien cuide de mí, ¿tú me cuidaras? * - pregunta Scarleth-
- Si, cuidare de ti. -responde Derek.
Ese recuerdo le dio la certeza a Derek de depositar su confianza a Scarleth, dándole un poco de paz a su mente.
A lo lejos escucha un crujir de hojas secas. Camina aproximándose al sonido, era Scarleth caminado alrededor del gran árbol, pisando las hojas secas, hipnotizado miraba su cálido gesto de tranquilidad y una leve sonrisa que sacaba de pisar las hojas. A la distancia, mira detalladamente como le lucia el vestido corto, blanco que combinaba con la corona de flores que lleva puesta sobre la cabeza.
Luna abraza a Derek por detrás asustándolo y dice – ¿hermano, estas admirando la belleza de la humana Scarleth?
- N-no solo me preguntaba de donde saco ese trapo que lleva puesto.
- Ay, hermano, nunca expresas lo que en verdad sientes, ve con ella. ella estaba preguntando por ti en la mañana.
Luna empuja con fuerza a Derek con sus dos manos, pero no logro moverlo ni un centímetro, tomo su forma de Dragón y con su descomunal fuerza lo empujo, con su larga cola, hacia Scarleth. Ella miro a Derek y el a ella, avergonzado, desvía la mirada, mientras ella se acercaba hacia él. Scarleth le rodea con su brazo en el cuello de Derek y le reclama silenciosamente – ¡¿Dónde estabas?¡ tenía mucho miedo. Me desperté sobre una roca que parecía cama y estaba rodeada de flores y dragones. ¿sabes lo que pensé?
- Que pensaste -pregunta Derek, intrigado.
Scarleth responde en tono dramático - ¡Pensé que me estaban condimentando para comerme! Derek no me siento cómoda estando aquí, y no es que me esté quejando de tu hogar, el panorama muy hermoso parece mentira, pero al mismo tiempo tengo miedo... hace rato estoy que escucho ruidos en los arbustos y cuando me acerco no hay nada, siento que me han estado observando desde lejos.
- No podemos irnos... no hay a donde ir, luego pensaremos que hacer. Hasta mientras... ¿quieres ir a conocer el lugar? No te pasara nada. -Derek extiende su mano y Scarleth dudosa toma su mano.
Derek se acerca a uno de los grandes arbustos y les dice – no teman, salgan, las presentare.
Unos ojos brillantes, color morado asomaron entre los arbustos, Scarleth nerviosa susurra – ¿q-qué invocaste?
- Ellas son las que te observaban. - responde Derek.
Derek mete su mano entre los arbustos y saca una plantita con forma de hada, su piel, sus diminutas alas eran color verde y sus ojos color morado. Scarleth sorprendida se acerca a la mano de Derek y le dice – es hermosa, ¿puedo cargarla?
-Derek mira a la pequeña criatura y le pregunta – ¿te importaría si Scarleth te sostiene?
La criatura asiente su cabeza, dándole permiso. Scarleth junta sus dos manos y la criatura vuela a sus manos, Scarleth emocionada le dice- eres hermosa, en serio. Oye, ¿Cómo te llamas? ¿me entiendes lo que digo?