Adley caminaba apresurada a ver a Derek y en su camino se encontró con Selyx, oculto en el frio bosque, atento observando los movimientos de la humana. – Te ves cansado, perdóname. Todo esto es culpa de mi hijo.
-No te preocupes Dragonesa, estoy feliz de servirte.
- Eso no es justo, ve a descansar yo la cuidare.
- Pero usted tampoco ha descansado, lo puedo ver en sus ojos.
- Cómo voy a descansar cuando la humana durmió cerca de mi hijo.
Adley lucia cansada y estresada Selyx nunca la había visto así. Preocupado le dice -Adley hemos sido amigos desde hace mucho, mucho tiempo y jure a mi difunto mejor amigo ser de utilidad para proteger Geldor y eso implica también a usted. Dígame que hacer para que vuelva tu paz.
- Si supiera que hacer mi querido amigo, ya lo hubiera hecho. Si la dejo ir puede revelar nuestro paradero y si la mato mi hijo sufrirá, como madre no quiero eso para él. Lo único que puedo hacer es dejar que ella vivía aquí bajo extrema vigilancia.
- No le da miedo que Derek se enamore de esa humana, -expresa Selyx con un tono de preocupación.
- ¿De una humana? Como pude ser eso posible. Al principio tenía mis dudas, incluso se lo pregunté, pero hasta yo medite que no tenía sentido haberle preguntado eso.
- Adley, sé qué piensas que es algo tonto, pero por más extraño que sea no significa que sea imposible. No sé si lo recuerdes, pero hablo de la antigua leyenda. Del antiguo dragón sangriento; uno de los primeros Dragones que existió en esta tierra, antes que los humanos. Él fue el primero en enamorarse de otra especie. Ese Dragón se enamoró de un hada, en la leyenda describe la criatura con características físicas similares al ser humano. La diferencia es que las hadas eran seres de luz y bondad que existieron hace millones de años y ahora están extintas.
Adley hecha un manojo de nervios se pasea de un lado a otro. – Si he escuchado de esa patética leyenda y creo que fue inventada. No puede existir tal aberración... y si fuera cierto eso fue hace mucho tiempo. Ese Dragón era de lo peor, que se podía esperar de él, era cruel y despiadado como un demonio. Se decía que también mataba cruelmente a los suyos sin razón alguna.
El sol empezó a salir resplandeciendo muy fuerte en la cara de Scarleth y Derek, soñolienta gatea hacia Derek, se mete debajo de la gigante ala Derek y se vuelve a dormir. Pasaron algunas hora y Scarleth se despertó de un brinco por un fuerte calambre en su pierna derecha, sobaba mientras miraba a su alrededor, se encontraba en la cama de piedra. – ¿me trajo de vuelta a mi cama? -descansada y fresca, se levanta y abre una de las mantas, los fuertes rayos de sol impedían que pudiese ver. - Despertaste- dice Luna. Ten te traje algo de fruta.
- Gracias Luna.
Scarleth extiende las sábanas y se sienta sobre la cama.
- Si deseas tomar un baño hay una laguna cerca de Geldor, también tengo un vestido para ti. El atuendo con el que llegaste también ya lo lave.
- Luna no debiste, aun eres muy pequeña. Scarleth la toma de la mano y la sienta a su lado – ven come conmigo fruta.
- ¿Sabes dónde está Derek?
- Él está cerca de aquí. Creo que está cogiendo ramas Secas, dijo que ayer tenías mucho frio.
Luna mira a Scarleth con una resplandeciente sonrisa de inocencia pura y le dice a Scarleth – Gracias Scarleth, por ti mi hermano cambio mucho.
Scarleth respira por la boca y atora con un pedazo de fruta, haciéndola toser y le pregunta - ¿Por qué lo dice? ¿Se está comportando extraño?
Luna triste le responde – El... no solía sonreír tan a menudo, era muy distante con los demás dragones, incluyendo conmigo y Sebastián, no digo que era malo. Él es un buen hermano, siempre está ahí para nosotros y para Geldor. Pero nunca le gustaba pasar tiempo con nosotros, volaba y pasaba ocupado ayudándole a mamá con una mirada triste.
Scarleth asombrada de escucharle a Luna le dice – Que extraño, te voy a decir un secreto. Yo conocí a tu hermano cuando éramos niños y la verdad me pareció que era algo tímido y después nos volvimos a ver y la verdad si parece que ha cambiado mucho, ahora es un hombre y tiene muchas obligaciones, ser grande no es nada fácil y es una realidad muy dura. Tu eres la más pequeña y le conociste a tu hermano con más obligaciones, creo que es natural que sea así de gruñón.
Luna emocionada le pregunta -¡¿Enserio?¡ ¿se conocieron de niños? Puede que por eso él te trate de una manera especial, oooh tal vez...
- ¡Luna! ¡¿Qué haces?¡ -Pregunta Adley con un tono de voz serio y frio! Luna y Scarleth regresan a ver. La madre de Luna le lanza una mirada fulminante a Scarleth. - tienes prohibido acercarte a la humana, ven ahora mismo.
Luna regañada se acerca a su madre temerosa. – ¿Luna, por qué sigues usando la transformación? me incomoda verte como una humana, Geldor es solo para dragones, no para humanos. Vuelve a tu forma original.
Scarleth se sintió incomoda y temía por Luna. – si me permite, Luna no hizo nada malo solo estábamos hablando.
Adley regreso a ver a Scarleth nuevamente muy furiosa, y esta última bajo la mirada, recordó la conversación que tuvo con Derek – "Scarleth.... Mi mamá si intento hacerte daño, pero ellos llegaron primero y todo fue por mi culpa, si tienes miedo de estar aquí lo entiendo".
- No te acerques a mis hijos, te lo advierto, te matare y matare a todos los que amas si haces algo con los de mi especie o con Geldor. Yo también puedo llegar a ser un demonio si se meten con los que amo.
Scarleth levanta la mirada, la ve fijamente a los ojos y le dice - Esta equivocada, yo no soy una mala persona, jamás lastimaría a nadie que no me ha hecho ningún daño. No como usted.
- ¿Qué intentas decirme? ah... ya veo, Derek te contó. Me alegra que así sea, solo así sabrás de lo que soy capaz. Odio a los de tu especie, son de lo peor solo generan dolor y destrucción.