Me Enamoré de un Dragón

El gran Castillo

Adley se levantó temprano, el día estaba sombrío y frio, la neblina cubrió por completo el cielo. Preocupada por Derek caminó hasta la entrada de Geldor y vio a Scarleth recogiendo los desperdicios en la funda donde Derek ayer trajo los alimentos de la isla de los humanos.

Es raro que Derek no esté cerca de esa humana - Dice Adley

Derek sorprende a su mamá por detrás con un gran abrazo y le dice – No estoy lejos, estoy bien cerca.

Derek... me asustaste!!! Travieso. Aunque la cuides, ella igual está siendo vigilada por Selyx y si ella hace algo malo, él tiene mi permiso de matarla así tenga que pasar sobre ti, aun que seas mi hijo.

Lo sé mamá, sé que estas preocupada, pero debes confiar en mí, ella no hará nada.

Confió hijo y por lo que tengo una petición para ti, ya no quiero que sigas durmiendo afuera.

Estoy bien, no quiero que te preocupes.

Adley no sabía cómo persuadir a Derek para que la hiciera caso, pero tampoco quería demostrar compasión. aprieta sus labios y dice - La humana puede dormir en nuestra morada, en la cama que preparo Luna. Sería un desperdicio la gentileza de Luna, además no quiero que pases frío, podrías enfermar y morir.

Está bien, iremos más tarde. Antes de que te vayas quiero que comas algo de lo que cocino Scarleth ayer.

Scarleth ve a Adley y a Derek a lo lejos caminando juntos; viniendo en dirección hacia ella, nerviosa deja caer la bolsa y saluda evitando el contacto visual.

Tranquila no voy a hacerte nada, solo voy a desayunar con mi hijo.

Scarleth tomo la funda y siguió recogiendo los desperdicios. Derek le quito la funda y le dijo – ve a sentarte, yo terminare de limpiar después.

Adley se sentó en la mesa a esperar. Scarleth pelaba y cortaba manzanas. Temerosa se acercó a la mesa con el plato de manzanas cortadas y se lo puso al frente de Adley. – lo siento, no tengo nada más para ofrecer.

No veo porque tendrías que ofrecerme algo. tu eres la invitada en Geldor.

Scarleth tomo un taburete y lo jalo alejándolo de Adley.

- ¿me temes? -Pregunto Adley

No, solo no quiero incomodarla. -Respondió Scarleth.

Arrepentida de alejar el taburete se acerca un poco. El silencio incomodo que mantenía a Scarleth nerviosa durante largos cinco minutos se acabaron cuando Derek vino con dos vasos, desde lejos, Scarrleth percibió el olor a Café, sorprendida le pregunta. – ¿Es eso Café? ¿Cómo lo conseguiste?

Ayer traje muchos sobres de café. Toma mamá, prueba, es una bebida muy agradable.

¿Es de la isla de los humanos?

Si, ayer lo traje. A Scarleth le gusta mucho el café.

Adley sujeta el vaso con sus dos manos y se lo acerca a su nariz. – huele a algo dulce.

Scarleth se tomó el café primero para darle seguridad a Adley. – el aroma a dulce es por el azúcar. -Dice Scarleth.

Adley bebió un bocado, lo saboreó, alzo sus cejas expresando impresión, le dio otro sorbo hasta acabárselo. - me gustó, Hijo gracias.

Scarleth asombrada de que le gustara el café. Piensa – esta es mi oportunidad de caerle bien.

Derek dale a tu madre lo que trajiste del café. – dice Scarleth nerviosa.

Adley se levanta y mira a Scarleth. – Quiero que me acompañes.

Scarleth regresa a ver a Derek con una expresión de infarto y le susurra. – tu vienes conmigo. ¡ahora!

Derek se burlaba de Scarleth al ver cómo le temblaban las piernas. – En la fortaleza no eras así.

Que gracioso, pequeño dragón.

Cuando llegaron Scarleth se quedó sin habla al mirar el gigantesco castillo de Geldor. Dentro del castillo podía escuchar música suave que provenía del interior. Adley abre la puerta del castillo, en la entrada había un gran salón alumbrado por velas aromatizadas a flores sobre unos enormes candelabros de fierro, al final del salón había una mesa enorme empolvada. Scarleth miraba detalladamente cada cosa del lugar. - El piso es... porcelanato y... la decoración, esto no es obra por dragones o ¿si?. – pensó Scarleth.

Scarleth jala a Derek de la mano y lo acerca hacia ella, le susurra en el oído. – Derek... este lugar es hecho por un humano, ¿cierto?

Te lo explicare luego. -Responde Derek.

¡te enseñare tu habitación! - dice Luna, muy contenta.

Luna llevo a Scarleth al segundo piso. había dos escalones con distintas direcciones, con corredores largos y oscuros. El uno conducía al lado derecho y el otro al lado izquierdo. Scarleth iba primero y se dirigía a lado derecho. Luna le dijo

– Es por aquí. Allá están las habitaciones de mamá y de los demás Dragones.

Luna abrió la puerta emocionada. en aquel cuarto solo había un colchón cubierto por una manta blanca y otra puerta. En su mente, Scarleth se dijo muy contenta- ¡Al fin hay un baño!

Scarleth este es tu nuevo lugar para descansar, lo siento me debo ir, quede de ir a jugar con Alita.

Gracias Luna.

Scarleth emocionada abre la otra puerta, al ver aquel cuarto oscuro, gris lleno de escombros y polvo, lo volvió a cerrar, decepcionada.

Creo que seguiré bañándome en el frío lago, al aire, exhibiendo los atributos que no tengo. Waaaaaaaaaaa que tristeza. Esto es extraño ¿Quién diseño y construyó todo esto? Eso quiere decir ¿qué humanos ya conocían este lugar?

Quiero saber cómo esta Margaret, Henrrry, Michael, Karen. Los extraños mucho, quiero saber cómo están... llevo días aquí, que me olvide por completo de mis amigos. – pensó Scarleth mientras caminaba de un lado al otro.




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