Nunca debiste acercarte a nuestra familia... ni conocer a mi hermano y mucho menos mi hogar, eres un peligro.
Scarleth intentaba zafarse de Sebástian, pero su fuerza era inferior a la de él, poco apoco sentía que la estaba asfixiando, era imposible seguir peleando, Sebástian la seguía estrangulando con el ante brazo, con su otra mano tapo su boca para evitar que gritara. Ya casi no podía luchar más, solo podía patalear de la desesperación, accidentalmente empuja con su pie una botella de vidrio adornado con flores que Luna le regalo a Scarlet.
- Sebastián: Vamos Scarleth no seas egoísta, es la única manera de que Derek te olvide, si tu mueres el dejara de visitar la isla de los humanos.
Derek escucho el estruendo del vidrio al quebrarse, entro a la habitación, pero ella ya no estaba, el aroma percibido delato que el que se la llevo de la habitación era Sebastián.- Derek corrió fuera del Castillo.
- ¡¡Sebástian!! – Grito Derek.
Sebastián le amarro los brazos hacia atrás y la lanzo hacia los pies de Adley.
- ¿Mamá que estás haciendo? – Dice Derek-
- Lo que tenía haber hecho hace mucho tiempo, voy a eliminarla. – responde Adley
- No es necesario que hagas eso, ella va a dejar Geldor mañana.
Derek... soy tu madre ¿a quién intentas engañar? Sé muy bien que la vas a ir buscar y seguirás visitando esa isla peligrosa.
Scarleth le contesta a Adley - ÉL no me va a ir a ver nunca más, porqué ya le expliqué que lo nuestro... no puede ser.
Scarleth mira a los ojos a Adley con una mirada de enojo y determinación de que ya todo acabo.
Eso tranquilizo a Adley, le dio a entender que hablo con Derek, asintió la cabeza y le dio la orden a Sebastián de soltarla.
- Adley: Muy bien, entonces mañana te iras y más te vale no hablar de este lugar con nadie porque humano que venga lo quemare y lo lanzare desde esta altura, en cuanto a ti te buscaré.
Sebastián furioso le contesta a Adley – Si vas a dejar viva a la humana libérala tú madre. Yo no voy a cargar con la responsabilidad de la destrucción de Geldor. Cuando esta humana venga con una tropa de más escoria como ella a aniquilar a los pocos dragones que quedamos y usarnos como experimento como lo hicieron con Beatriz, no estaré aquí para presenciarlo, yo me largo. Este lugar quedará expuesto en poco tiempo y la plaga humana lo invadirá.
Adley se sintió afectada por las palabras de Sebastián, su determinación de enviarla a su hogar la puso en duda, su amor a Geldor la hizo que se inclinase más a matar a Scarleth y acabar con todo, Derek al ver a su madre con la duda en su rostro.
- Sebastián, te recuerdo que estoy al mando de Geldor y yo lo voy a defender con mi vida, además, Scarleth no sabe cómo llegar a este lugar, cuando la traje estaba inconsciente. -Dice Derek.
- Es verdad, no sé cómo llegar a este lugar, si no me creen depende de ustedes, lo único que puedo hacer es jurar que no tengo ni la más mínima idea de cómo llegar a ustedes y para su seguridad cuando me envíen de regreso, iré con los ojos vendados, así podrán estar seguros. - dice Scarleth.
Al amanecer Scarleth regresa a la isla de los humanos con la ayuda de Selyx. Derek le pidió que la llevase a otro lugar que no fuese la fortaleza, un pueblo lejano del mar. Al llegar, Selyx aterriza en un lugar despejado de humanos para no ser visto, toma la forma humana y se despide.
- Que se mantenga salva y sana humana Scarleth, sea prudente y no regrese a ese lugar que me comento Derek, al parecer corre peligro allí.
- Muchas gracias por tráeme Selyx, descuida seré cuidadosa.
Selyx realiza una reverencia para despedirse de Scarleth y ella abraza a Selyx muy fuerte y le dice – lo voy a extrañar y a Geldor también. Ahora váyase o alguien puede verlo.
Scarleth caminaba hasta llegar a un pueblo desértico, destrozado, solitario y silencioso. Todo estaba solitario, el viento soplaba con fuerza, levantando la tierra y algunos plásticos que se encontraban en la calle.
- Ya me había olvidado como era vivir aquí, debo estar alerta, no estas en Geldor Scarleth, perteneces a un mundo destruido.
Algunas personas miraban con miedo desde su ventada pasar a Scarleth. Incomoda se acerca a una de las casas y golpea la puerta.
Un hombre de unos cuarenta años, desaliñado, panzón con fuerte aroma a tabaco abre la puerta y le dice.
- ¿Qué quieres niña? No deberías estar merodeando sola, vete a casa.
- No soy una niña, busco un lugar donde alojarme. – Responde Scarleth.
- ¿Traes dinero?
- Por el momento no tengo dinero, pero se lo pagare luego.
- Lo siento, no hay lugar aquí. Vete.
- Soy cazadora de la fortaleza costera, puedo ayudarle con seguridad, solo será una noche.
- ¡Ja Ja JA no me hagas reír, hace tiempo que esas ratas de los cazadores no aparecen, dicen que ellos velan por nuestra seguridad, pero como podrás ver este pueblo está abandonado, se llenan la boca diciendo que ayudan, pero rara vez asoman sus narices y cuando ocurre desgracias, su excusa es que les queda lejos llegar hasta aquí! Por eso cada uno de nosotros se las arregla para salir de sus casas y regresar por la noche a ver a sus familiares.
El señor enojado cierra su puerta con fuerza en la cara de Scarleth, sin más que hacer sigue caminando, cuando mira a su alrededor encuentra muchos afiches pegados en las casas y muros, arranca uno.
- Dios mío... este es Henrry.
Apresurada corre por todo el lugar, golpeando desesperada en diferentes casas y gritando.
- ¡¡Alguien que me lleve, necesito llegar a la costa rápido!!