Al día siguiente de la partida de Scarleth, todo Geldor se encontraba en alerta, Adley no podía conciliar el sueño, acompañaba a Selyx con la vigilancia, de igual forma, al otro día Geldor seguía vigilado y Adley persistía con el pensamiento de que en cualquier rato los humanos atacarían Geldor.
Dos días transcurrieron, Derek despertó en la madrugada sus ojos estaban rojos e inflamados, su expresión volvió a ser la misma de antes, serio y frío como el hielo. Adley sentía tristeza en su corazón de no volver a ver una sonrisa en su rostro, pero ver el dolor en sus ojos confirmaba que Derek si se enamoró de la humana Scarleth.
- Adley: Te levantaste muy temprano ¿Por qué no duermes un poco más o vas algún lugar?
- Derek: No puedo dormir, iré a volar por un momento no muy lejos de aquí.
- Adley: hijo... si entiendes que lo que hice fue porque creo que es lo correcto ¿verdad?
- D: si, entiendo tu preocupación.
A mediodía, Derek aterrizo cerca del lago, se recostó sobre la roca donde siempre suele descansar, el sol pegaba en su rostro muy fuerte, se cubrió con su ante brazo la vista, recordó como Scarlerh solía recostarse a su lado en la estrecha roca.
*recuerdos*
Scarleth se recostó en el filo delgado de la roca, Derek se recorrió un poco para que pudiera sentarse.
- S: chángame para que no te caigas. Cruza tu pierna sobre la mía y pasa tu brazo sobre mí, así entraremos perfectamente los dos.
Al abrir sus ojos los recuerdos se desvanecieron, sentía nuevamente un silencio sepulcral a su alrededor, el sonido de los pájaros lo hacían sentir más solo y la brisa ya no era tan cálida como solía ser. Unos pasos se aproximaban.
- Luna: ¿Hermanito Derek haz visto a Scarleth?, dijo que me enseñaría a leer este cuento que me trajiste de la isla de los humanos, pero no la he visto.
Derek se levantó camino hacia Luna y acaricio su cabeza. – Me temo que ya no podrá enseñarte, Scarleth tuvo que volver con su familia.
- Hermanito... ¿Por qué? ¿no le gusto Geldor?
- No, no es eso, si le gusto, pero ella ya extrañaba a su familia.
- ¿Cuándo volverá?
- No lo sé, pero te avisare cuando lo haga, ahora ve a jugar.
Scarleth Estaba trepada en una palmera con un larga vistas viendo desde lejos a la fortaleza, preocupada le dice a Karen.
- No me gusta nada de lo que está sucediendo en la fortaleza. ¿Dónde está Steffy? Ella debería estar custodiando la puerta.
- K: Scarleth pareces un simio disfrazado de mujer, bájate de ahí ya me disté vértigo. Si te caes no haremos nada contigo cojeando.
- S: tenemos que idear un plan, entrar sin ser vistas es imposible, todo esta vigilado por gente de Steve... necesitamos entregarnos para entrar sin morir, nos llevaran adentro y podremos ver si Henrry está bien o no.
- K: Estás loca, quieres venderte a Steve para ver ¿si Henrry está bien? Y qué tal si está muerto, y nos encierran o nos matan de la manera más fácil y humillante solo para comprobar si tu amor está bien.
- S: Tampoco podemos entrar disparando con estas ridículas armas de corto alcance, se nos acabara las balas e igual nos mataran, ellos tienen más munición y mejores armas, nosotras no, y ellos son como cinco y nosotros solo dos. Ellos no nos van a amatar porque quieren a Derek. Y Henrry no es mi amor, es mi hermano y lo quiero mucho.
- K: ¿Y si fingimos que nos entregamos? Y luego los atacamos.
- S: Si... ves que dos mentes piensan mejor que una.
Scarleth y Karen caminan hasta acercarse a la fortaleza.
- ¡Quietas! ¿Quiénes son? -Preguntan los de vigilancia.
- K: Soy Emilia y ella es mi prima Esperanza, venimos a visitar a Steffy, ella es mi querida sobrina del alma, la vine a ver, hoy es su cumpleaños. Llámenla.
- S: ¡No!. Digo.... Para que llamarla, como vamos a molestarla debe estar trabajando, mejor que sea una sorpresa. Imagine estar llamando a la nena por esos aparatos, que vergüenza después se nos achola. Pero qué raro, ella nos dijo que nos iba a recibir, ella dijo que era la... como se dice...
Karen regreso a mirar extraño a Scarleth por el repentino cambio de acento a pueblerina. Avergonzada le contesta a la pregunta
- K: Portera
- S: Siiii eso.
Por el boquitoki el vigilante dice – aquí hay dos peladas como de veinte años y dicen que viene a ver a un pariente, se llama Steffy Molinares.
- Denme su identificación -dice el otro hombre que sujetaba un arma.
El guardia de seguridad se aproxima a Scarleth apuntándolas y los hombres que patrullaban en sus carros alrededor también las apuntaban. Scarleth se agacha para poder tomar su arma que traía en la pierna.
- Señorita levante las manos y no me haga enojar.
- S: Sí. Tranquilo, voy a darles mi identificación, la traigo en la pierna debajo del pantalón.
- K: No sea desconfiado oficial, cada mujer sabe dónde guardar sus documentos, por ejemplo, yo siempre me la guardo en el brasier para no perderla.
Karen mira de manera seductora a quien la apuntaba, desliza su cabello de una mera sensual mirando al guardia, con sus dedos desliza por su cuello hasta llegar atrás y luego su mano derecha rebusca supuesto documento en su brasier, el señor rudo quien la apuntaba con su rifle pierde su concentración y baja su arma. rápidamente Karen aprovecha la oportunidad y le lanza un cabezazo en la barbilla, del hombre y de una patada le golpea en su entre pierna con sus botas de taco.