Bueno Cilión se portó muy bien y me trajo la nave en perfectas condiciones, por eso se la voy a dejar para que la utilice cuando lo crea conveniente mientras esté de viaje en el planeta Tierra, eso sí me la tiene que cuidar, no quiero que al regresar yo encuentre una lata destartalada eso lo voy a conversar muy seriamente con él.
Bueno el caso es que hoy me reúno con Muriel, vamos a conversar acerca del viaje… Bueno ya veremos cómo logramos convivir siendo tan distintas, recuerdo como peleábamos jalándonos el cabello y tirándonos los juguetes cuando éramos apenas unas chiquitas, a veces hasta mis abuelos se veían obligado a intervenir para zafarnos y bueno en realidad no se si sea una buena idea que papá nos envié en este viaje juntas, pero ya veremos, quizá más bien este viaje marque un punto de unión entre ambas.
Muriel y yo decidimos vernos en el jardín de su casa donde la secuencia de bromelias y palmeras se alinean sobre el pasto en perfecta simetría y sobre una roca nos sentamos respetuosamente dejando atrás nuestras amplias diferencias y logramos dialogar calmadamente del viaje.
Muriel me expresa con total sinceridad:
—Bueno prima, creo que mi tío Xilo y mamá han planificado este viaje desde hace mucho, para unirnos más… —me mira a los ojos de forma sincera intentando ser empática.
Yo conmovida por sus amables palabras le expreso mi parecer:
—Yo también creo lo mismo primita, es que tía y papá se adoran y ambos quieren que siempre estemos unidas.
—Bueno prima, vamos a darle gusto a ambos y quizá nos aguardará vivir momentos memorables.
Ella me mira de modo algo picaresco y me dice en tono alegre:
—Además primita ya he visto imágenes de los terrícolas y… Son lindos y tan coloridos primita, les gustan las fiestas y son humanos al fin y al cabo, piensalo prima… —mi prima se sonríe mirándome con alegría y bueno yo impactada de pensar que ella definitivamente es adicta a los hombres de cualquier tipo le contestó fastidiada.
—¡Ay prima, por favor!, vamos al planeta Tierra a trabajar y tú lo en lo que estás pensando es en una nueva conquista, ¡esto es el colmo de verdad!
—Pero Kalena, chica, abre tu corazón a la diversión y sobre todo al amor.
La miró pensativa brevemente y me planteo con seriedad que hace tiempo mi corazón no ha latido presa de una nueva ilusión de amor.
Muriel interrumpe mis cavilaciones diciéndome amablemente:
—Prima, no discutamos, tú sabes que yo soy una loca enamorada del amor y por ahora te invito a merendar.
Nos sentamos en una de las sillas del patio admirando las plantas y árboles de color entre rojizo y violeta que adornan aquel precioso recinto, donde también observo mientras meriendo con mi prima y a la vez meditó acerca del viaje, ese pedacito de cielo arrebolado que se entreve entre los valles en que está inmersa nuestra preciosa ciudad Alaylux.
Mi prima y yo después de entendernos y conversar aspectos relacionados a la misión del viaje, además de como: empacar la ropa suficiente, accesorios ideales para el cabellos, entre otros temas netamente femeninos, finalizamos con una amena charla acerca de los hombres y sus mundos secretos…