Me Enamoré De Un Terrícola

Capitulo 4 El Viaje

Es la víspera del fin de semana y no puedo negar que las despedidas siempre me conmueven, papá tiene los ojos aguados mi mamita linda también, tía Mirna y tío Gabo abrazan efusivamente a Muriel y Cilión me abraza de pronto y me dice cariñosamente:

—Cuídate hermanita y sobre todo diviértete, eres demasiado seria, toda una santurrona y te tomas todo demasiado a pecho, es hora de relajarse a pesar de que vas a tener que trabajar no olvides mi consejo, por favor… —su mirada iluminada de ojos violeta y pupilas diáfanas me derrite el corazón y nos damos un fuerte y caluroso abrazo de oso marciano entre hermanos, mi querido hermano, que tanto me ha fastidiado la vida de pronto se vé más maduro y resulta que en verdad me ama, y yo amo a mi familia y bueno veo a Muriel llorar y considero que la familia y los buenos amigos son los verdaderos tesoros de esta vida. Por último aprecio desde la plataforma de lanzamiento de la aeronave el precioso día rojizo que seguramente extrañaré muchísimo durante mi estadía en La Tierra, mi Marte, te voy a extrañar, mi precioso planeta de los eternos arreboles y mágicas noches estrelladas.

Después de cargar una cantidad de maletas que dejá impresionados a los pilotos pues uno de ellos enseguida le dice al otro:

—Dios jamás he visto tanto equipaje en la vida, esta vez se pasaron chicas ¿podrá la nave elevarse con tanto peso? —Se miran el señor Ron y Ran en tono burlón, ellos son nuestros pilotos de confianza y nos han llevado de viaje a otras ciudades marcianos e incluso a la luna de Europa que también está habitada por humanos, no me queda más que sonreírles, pues la verdad creo que tanto Muriel como yo nos pasamos esta vez,¡ je, je, je!, parece que fuéramos a viajar fuera del sistema solar.

El señor Ron bromea brevemente acerca de que sólo nos falta llevarnos la silla de la peluquería entre el equipaje e intercambia unas amables palabras con papá y eso nos calma los ánimos a todos y pues que les puedo decir la silla de peinarnos si está entre el equipaje ¡je, je, je!

Y así entre abrazos, besos y chistes, de pronto Muriel y yo ya estamos en el interior de la nave, aeronave que no tarda en despegar de la base y nos elevamos a gran velocidad abandonando así a Marte, mi amado planeta, mi hogar, el lugar que me vio nacer.

Al dejar su atmósfera y a medida que avanzamos me veo inmersa en una oscuridad envolvente donde a la distancia tanto Muriel como yo contemplamos el brillos de las estrellas y la vista a otros planetas cada uno con su singularidad…

Le digo a Muriel en tono alegre:

—Vaya, vaya primita linda, ¡qué vasto es el universo!

Ella me mira y me responde:

—Así es cariño, es tan vasto, emocionalmente enigmático y diverso como el corazón de un hombre…

Enseguida le contesté:

—Ay Muriel, tú siempre pensando en los hombres, ¡je,je,je!

—Muriel, por cierto en cualquier momento ya deberíamos activar nuestros chips de nuestro idioma lilin a cualquiera de los idiomas terrícolas, como vamos a La Florida ellos hablan el inglés y el español, también quería recordarte que en La Florida hay masas de agua que se llaman: playas…

Muriel me dice en tono alegre:

—Ahora más tarde he de activar el chip de idiomas. Caray prima, conoceremos playas… ¡Oh Kalena honestamente espero que además de trabajar podamos ir a nadar y a muchas fiestas! Y ¿Serán tan divertidos de verdad los terrícolas como se ve en los videos educativos?

Yo la miro algo fastidiada y le expresó:

—Caray Muriel, Muriel, Muriel, en los videos que hemos visto antes de partir a este viaje los terrícolas parecen algunas veces alegres y otros malvados, pues, pues ¿qué se yo Muriel? y es que recuerda que lo más relevante en este momento es que vamos a trabajar, la misión de este viaje es: investigar las andanzas de los terrícolas y sus reales intenciones a la hora de que aterricen en Marte.

Ron y Ran de pronto se aparecen en la cabina trayendo un delicioso almuerzo de patatas asadas enmantequilladas, carne de búfalo marciano y ensalada marinada con mango Alayanos, todos platos típicos de mi adorada ciudad Alaylux, ciudad que seguramente extrañaremos muchísimo en nuestra estadía en La Tierra.

Mientras todos comemos, ambos nos cuentan sus andanzas por el sistema solar en los diversos viajes que han hecho a los distintas planetas, también nos dan algunos consejos acerca del trato con los terrícolas expresando que algunos son muy amables y de otros hay que cuidarse; se estima que en dos días Ron y Ran dejaran nuestra cápsula espacial que se camuflará con el entorno creando la ilusión de invisibilidad adecuadamente alineada para descender en pleno día a la base secreta marciana ubicada en las adyacencias de Cabo Cañaveral en La Florida y es que me explican con total convicción que: no hay nada que pase más desapercibido que lo considerado cotidiano.

Muriel y yo lo pensamos y asentimos.

Ya es de noche y el sueño casi cierra mis párpados, un último pensamiento viene a mi mente: ¿cómo serán de verdad los terrícolas?



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En el texto hay: humor, amor, ciencia-ficción

Editado: 12.10.2025

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