Me Enamoré De Un Terrícola

Capítulo 23 La muy animada fiesta de Junixis y sorpresiva aparición de Lisset

Menos mal que me traje mi silla plegable de peluquería, que se acopla al sistema de tuberías de agua de forma muy eficiente, razón por la que no tardo en lavarme mi pelo y coloco en la máquina un diseño sencillo de peinado y ella enseguida comienza a trabajar, luego le sigue un maquillaje ligero cónsono con el evento. La señora Concha ha quedado fascinada con este artefacto de belleza, que incluye dispositivos automáticos para el arreglo de manos y pies basados en secuencias geométricas que creo que dejará a más de una de las asistentes a la fiesta realmente impactadas. De hecho la señora Concha me dice encantada con este maravilloso equipo:

—Caray querida Kalena, esta silla es una maravilla y un invento así en este planeta te garantiza ser millonaria al momento… ¡Guau! ¿Será que la puedo probar?

Enseguida de lo más sonriente le digo:

—Por supuesto señora Concha.

Una vez que estoy arreglada, activo el sistema para que la buena Concha se haga todo tipo de peinados y se arregle manos y pies de modo formidable y la dejo felizmente instalada llena de alegría en la máquina de Peluquería viendo además unos videos de YouTube de accesorios para bebés, mientras la silla hace su trabajo y así nos despedimos.

En breve tomo el manojo de mis llaves, mi inolvidable identificación y salgo a buscar a Eduardo ya hermosamente ataviada de acuerdo a los cánones de vestimenta terrícola del año en curso, específicamente para una fiesta de playa. Al salir al pasillo, enseguida me doy cuenta que mi adorado Eduardo justo en este instante sale al mismo tiempo que yo, por lo que enseguida nos encontramos en esa nebulosa de amor que ha ambos nos envuelve y que tiene sus propias y muy brillantes estrellas.

Él me mira de arriba a abajo y me expresa encantado:

—Kalena, Kalena mi dulce marcianita, estas muy bella hoy —no puedo dejar de sonreír ante este piropo tan lindo que me llega al alma, así que viéndole yo también de arriba a abajo le devuelvo rápidamente el cumplido:

—Y usted está muy galán hoy señor Eduardo Pocaterra, me arrebata usted el corazón… —. ¡Uy!, este hombre me hace decir hermosas palabras tan fácilmente que quizá hasta me pueda dedicar posteriormente al mundo de la poesía de seguir así.

Nos contemplamos brevemente ajenos al tiempo, por un instante el ruido a nuestro alrededor, las sólidas paredes, las plantas que adornan el pasillo todo parece haber dejado de existir, en este instante sólo somos él y yo. Incluso me atrevo a decir que no lo miro físicamente sino que tengo el privilegio de contemplar aquella alma que se hospeda en ese cuerpo terrícola con el cual por “casualidades de la vida” inesperadamente me encontré el día en que la cápsula espacial se vio inmersa en esa tormenta que desvió nuestra ruta de aterrizaje llevándonos a aterrizar de emergencia en la isla de Margarita… ¡Oh, Diosa Madre, las “casualidades de la vida”.

Él rompe el hielo y luego de suspirar me dice con seriedad:

—Mi querida marcianita…¡Uff, no te vayas nunca de mi vida, llévame a Marte contigo, déjame regresar contigo a Alaylux!

Lo abrazo sintiendo en mi pecho que el amor me desborda y con ojos tristes recuerdo que mi misión es: investigar las andanzas de los terrícolas en materia aeroespacial con el fin de estimar cuándo aterrizarán en Marte… Pero en cambio, hoy estoy aquí enamorada como una niña de un terrícola y no quiero separarme de él por nada del mundo. Quiero que él sea parte de mi vida por el resto de mi vida y no quiero regresar a Marte sin mi otra mitad. Un cálido beso sella nuestros labios amorosamente y mis ojos se llenan de lágrimas de amor donde se refleja el rostro de Eduardo ese bello y moreno terrícola de ojos café que esconden todo un universo hecho de lagos de amor…

Unas palabras salen por fin de mi garganta de modo contundente:

—¡Te amo terrícola!

El responde enseguida:

—¡Yo te amo también marcianita!, pero bueno cariño yo soy un simple terrícola y tú una muy honorable princesa marciana.

Yo le respondo enseguida:

—Tú eres el terrícola que ha conquistado mi corazón con eso es más que suficiente.

Nos quedamos un tiempo indefinido abrazados hasta que el ascensor se abrió y vimos a la muy amable señora de la limpieza Aurelys quien saluda y bueno los dos nos separamos y nos damos cuenta de que es hora de ir a la fiesta de cumpleaños de Junixis.

Por cierto mi galán luce precioso con una camisa manga corta a rayas, pantalón de tela beige y mocasines de cuero marrón. Cómo accesorios luce una hermosa cadena de plata en el cuello y un precioso reloj plateado, la verdad: ¡qué bello está mi terrícola!

***

En medio de una fresca noche en la isla de Margarita, no tardamos en llegar a casa de Junixis Dillinger, todo un personaje la verdad por lo alegre, divertido y sobre todo muy ocurrente.

Junixis vive en una linda y cómoda casa playera, que este día luce llena de arreglos festivos y muchos globos, en su patio hay una pequeña piscina sobre la que flotan unos globos de color azul y plateado.

En una de las esquinas hay una mesa con todo tipo de bocadillos y una inmensa torta color azul y plateado con una vela en el centro, muy pronto veo que de entre sus amigos emerge la graciosa imagen de Junixis, quien enseguida se acerca a darnos la calurosa bienvenida, ambos les damos sus presentes los cuales el agradece efusivamente.

Nos fundimos en un cálido abrazo lleno de cariño y gratitud, definitivamente los terrícolas de la isla de Margarita son muy afectuosos, son encantadores… Ay, creo que me quiero venir a vivir de modo definitivo a esta preciosa isla del Caribe, brevemente siento mi cuello rodeado por las hermosas perlas blancas tornasoladas y comprendo encantada porque dicen que la isla de Margarita es la perla del Caribe.

La música bailable hace acto de presencia y temas memorables que he escuchado en el apartamento de Francisco y Eduardo marcan el ritmo, noveles temas de cantautores como el salsero Oscar de León, la merenguera Diveana nos hacen bailar a más no poder.



#2205 en Otros
#645 en Humor
#5641 en Novela romántica

En el texto hay: humor, amor, ciencia-ficción

Editado: 19.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.