Me Enamoré De Un Terrícola

Capítulo 33 Rumbo a la embajada de Marte cerca a Caracas

El tiempo es un dictador silencioso e implacable que nos permite vivir momentos felices y otros tristes y llenos de nostalgia… Pero al final siempre es el jefe.

BilliebikeCCS

Julius y Xian amablemente nos ayudan con nuestras pertenencias aunque esta vez hay más equipaje…, ¡qué horror!, de hecho tuve una pequeña discusión con Muriel pues le dije con total sinceridad que íbamos a vivir un nuevo aterrizaje forzoso por la cantidad de equipaje que ahora teníamos.

Queremos dejar cosas lindas a la gente querida del estudio que tanto nos ayudó, por lo que le dejamos a la informante Daniela una terrícola de padre marciano unas joyas de ópalo azul absolutamente deslumbrantes, quedando ella muy agradecida, a Jennifer una marciana originaria del Valle Marineris le dejé toda mi colección de ropa marciana que sobrevivió al accidente en Margarita quedando ella muy complacida, con respecto al objeto de la discordia entre ambas: la silla plegable de peluquería, les expreso claramente que se la iba a regalar a una íntima amiga mía una noble señora que vive en la isla de Margarita, pero les digo que en un futuro viaje les iba a traer una a cada una.

Todo el equipo de trabajo del estudio nos ayuda a montar el más que cuantioso equipaje, está circunstancia honestamente me hace sentir muy apenada, quedando la nave full de peroles.

Finalmente nuestra nave encubierta despega de los tranquilos y silenciosos terrenos adyacentes al Canaveral National Cemetery rumbo a la embajada de Marte cerca a la ciudad de Caracas.

Y en este momento llena de una emoción que hace latir mi corazón a mil, contemplo desde las alturas la noche estrellada de 2 de noviembre del 2025 en el calendario gregoriano y suspiro llena de una mezcla de alegría y nostalgia y pronto Muriel toma mi mano y riendo desde el alma me dice cómplice:

—Caray primita creo yo que hicimos un buen trabajo y además en todo este tiempo que hemos compartido nos hemos convertido en hermanas del alma, ¿no es así?

Yo le sonrío y le contesto comprendiendo lo mucho que nos ha unido este viaje y lo mucho que la he llegado a querer:

—Claro que sí prima, somos hermanas del alma, a pesar de nuestras discusiones como las de tu más que voluminoso equipaje, ¡je,je,je!, ¡ay que pena chica! pero verdaderamente te amo prima querida y en cuanto al equipaje honestamente considero que es un milagro que la nave esté volando en estos momentos…

—¡Ay Kalena, es cierto, pero bueno tu me conoces!, además estos días le compre un montón de ropa a Francisco, a mamá y a papá, a los tíos y a Cilión…, así van a estar a la última moda terrícola.

No me queda más que reírme al imaginar a todos nuestros familiares inclusive mi papá que es tan serio y formal, usando ropa terrícola como los jeans y las chemise's en Alaylux… Sin comentarios.

Y mientras suspiramos de amor por nuestros novios en el corto trayecto, Ron nos hace una inesperada confesión: que está enamoradísimo de la señora Concha, que día y noche sueña con volver a verla… ¡Guau!, esa intensidad de amor no me la esperaba, pero bueno, él enviudó hace años y quizá ya es un bueno momento para que se jubile y fije como residencia permanente: la isla de Margarita, la perla del Caribe, no puedo negar que la idea de vivir en Margarita me llama poderosamente la atención…



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En el texto hay: humor, amor, ciencia-ficción

Editado: 19.11.2025

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