Cuando tenía 11 años asistí a un retiro espiritual con motivo de nuestra primera comunión a un pueblo llamado la Colonia Tovar, ubicado en el estado Aragua en Venezuela. Mientras dormíamos en medio de la noche, repentinamente me desperté de madrugada, pues yo siempre he sufrido de problemas respiratorios, y después de aplicarme las gotas nasales y mi inhalador, aquella madrugada hace más de 39 años, decidí recorrer el amplio cuarto donde pude contemplar a todas mis compañeras de colegio durmiendo plácidamente en sus bolsas de dormir.
Fue entonces cuando mi curiosidad me llevó a asomarme por la pintoresca ventana colonial de aquella amplia habitación, donde ante mis ojos se desplegó una clara noche estrellada de belleza sin igual, y en ese justo momento de tranquila contemplación, emergió de entre los árboles que rodeaban la boscosa zona: una gran nave llena de luces que muy pronto ascendió en la inmensidad de aquella noche estrellada, nave que al poco rato se perdió en las alturas a una velocidad inenarrable, dejándome llena de dudas y sobre todo mucha curiosidad hacía esas formas de vida que provienen de otros planetas…, pero que especialmente me hizo sentir desde entonces un amor profundo por este vasto universo que tú y yo habitamos, universo que está lleno de misterios y que no es más que la expresión de ese Dios que siempre sueña enamorado al juego de la creación.
A continuación a modo de despedida te dejo uno de mis poemitas que siempre escribo con mucho cariño, deseándote de todo corazón lo mejor en la vida querido y muy apreciado lector.
El sello de Dios
El sello de Dios está en toda su creación,
es un brillo que emerge de las tinieblas,
es un susurro lleno de vida,
es un canto lleno de amor,
eres tú y soy yo,
es todo.
BilliebikeCCS
MMGB
Esta novelita la escribí con mucho amor y se la dedico a mis adorados tíos Ramón y Ninoska