<<<Merlía>>>
Salir de la habitación de Jack había sido lo correcto, después de lo que pasó no me sentía acta para estar en la presencia de él.
Todo el camino a casa de mi hermana había sido un problema, primero camine por una calle que no era, después una señora casi tira agua encima de mi y para ser el colmo, los pies me están matando de tanto caminar.
Decidí descansar un momento y caminar por la playa, mire todo el inmenso mar, tome asiento y me quede pensando en lo mucho que extrañaba nadar.
-Igual que tu madre, siempre difícil de encontrar - una voz detrás de mi me saco de mis pensamientos.
No quería voltear y ver quien era, por un momento quería pensar que aquella voz era parte de una ilusión causa por este sentimiento de nostalgia; pero no, esa voz volvió a dirigirse a mi.
-Es hora de volver hija, tienes un compromiso el cual cumplir - dice colocando su mano en mi hombro, haciendo que gire lentamente mi cabeza hacia él.
-¿Cómo me encontraste - cuestiono.
-Solo seguí el camino de la desobediencia - ríe
-Espera... No me digas que me estabas vigilando - me levanto apartándome de él.
-Usé tu anillo lunar como un rastreador, no quería hacerlo, pero no había de otra - extiende su mano - tienes que volver hija - su mirada estaba intensa y fija hacia mi.
-Lo siento padre, pero no volveré, no quiero comprometerme con alguien que no amo y peor que no conozco - escupí con rabia.
-Chris es un buen chico, cuando lo conozcas te darás cuenta que es digno de ti - se acerca a mi - Hija, este mundo terrestre no es tu hogar, tu destino es estar con los tuyos, con los de tu misma especie...
-¡No!... Tu no entiendes - lo interrumpo mientras su rostro demuestra asombro - quiero vivir aquí - respiro profundo - quiero estar con mi hermana, con Zafrina - concluyo
-Así que ya sabes - su expresión facial cambio de un momento a otro, ahora ya era simple sin expresión alguna - ahora todo tiene sentido, esa desdichada te ha lavado el cerebro - dice con desprecio.
-Esa desdichada también es tu hija - mi tono de voz se eleva - no puedo creer que te expreses así de ella - el me mira con enojo - si tan solo...
-Si tan solo que!... - hace una pausa - ella decidió vivir como humana, perdiendo todo derecho, su vida hubiese sido mejor, pero eligió esta vida inmunda - escupe con repulsión
-Esta "vida inmunda" - hago comillas con mis dedos - es la que yo quiero, aceptes o no, ya lo decidí - camino dejándolo a un lado - y por cierto - volteo a verlo - es mejor que pienses en cancelar el compromiso - regreso mi mirada, y me retiro del lugar dejando a mi padre atrás.
No podía creer que mi padre me había encontrado, mi mente estaba dando vueltas, pero mi corazón estaba destrozado, sigo sin entender como no se ha quitado esa idea loca de su cabeza, a pesar de todo tengo por seguro que no dejara de venir a buscarme, no dejará de hacerlo hasta que logre cumplir su propósito.
Hasta ahora cada una de las cosas que me dijo la bruja ha sido verdad, desde que Jack iba a despertar, que no iba a ser lo mismo, hasta la llegada de una visita inesperada; aunque esta visita si me esperaba, pero no tan pronto.
-Cariño, te he estado buscando - se acerca mi hermana haciendo salir de mis pensamientos.
-Lo siento por no llegar a casa, se me presento un inconveniente en el camino - digo cabizbaja
-Que tal si vamos a casa, te das una ducha y me cuentas todo mientras comemos unos ricos calamares - extiende su mano para luego mostrarme una sonrisa.
Fue grato que mi hermana me haya encontrado, al principio nuestra relación no fue la de hermanas amorosas, su actitud egoísta no me agradaba, pero entendí que solo era para protegerme, hasta ahora no comprendo como mi padre puede negar a su hija y como puede hablar de ella con tanto enojo y repulsión.
-Lía ve a ducharte, para que vengas a comer algo - grita mi hermana desde la cocina.
No respondí, solo me dirigí a buscar algo de ropa fresca, quizás un blusón y unos jeans cortos estarían bien.
Durante el baño no dejaba de pensar en todo lo que estaba viviendo, si me hubieran dicho unas dos semanas antes de que yo iba a convivir con humanos, sinceramente no lo hubiera creído y quizás me habría burlado de aquello.
-Zafri, tu crees que algún día nuestro padre cambie de opinión, con respecto a esa boda - la miro con intriga.
-Nuestro padre es muy terco y obstinado, es de los que no se rinde - hace pausa para mirarme y sonreír - Pero tú, eres igual a mamá, siempre nadando en contra de la corriente... Ella era la única que podía con papá - habló con nostalgia.
-¿Por que no tengo recuerdos de ella?... Quiero decir, que por mas que trate de hacer memoria, no logro tener una imagen de ella en mi cabeza.
-¿No recuerdas nada de ella?... Es raro porque tu tenia como diez años cuando ella desapareció - se levanta de su silla para ir al estante de libros - creo que leí algo sobre lo que me dices - se sienta de nuevo pero con un libro en sus manos - ¡Aquí está! - grita de emoción.
-¿Qué es lo que encontraste? - pregunto dejando a un lado mi comida.
-Existe una clase de tinta, una que puede extraer los recuerdos de cualquier ser, guardándolos en una clase de caracola negra - hace una pausa.
-¿Pero cómo?... No creo que yo misma me haya extraído mis recuerdos - intervengo antes que ella.
-No lo sé Lía, todo esto es muy confuso...
-Si tu estás confundida, imagínate como estoy yo - digo tomando un poco de agua
-Es que aquí en el libro dice, que esa tinta solo puede ser extraída del calamar rojo carmesí - me muestra el libro.
-Pero... Ese calamar solo se encuentra en las profundidades del mar - la miro - a no ser...
-¿Que estas pensando Lía? - pregunta con intriga
-Espera aquí, tengo que averiguar esto y yo se a quien debo preguntarle - me pongo de pie para luego caminar hacia la puerta.