Me Encontraste

CAPITULO 3

Me encuentro frente al espejo viendo mi atuendo, llevo un buso a rayas, pantalón jeans rasgados medio holgados y mis vans, hoy es mi primer día en el nuevo colegio por lo tanto no deseo llamar la atención. Tomo mi bolso con el celular y bajo las escaleras hasta el comedor, donde se encuentra mis padres y Violeta desayunando.

-Buenos días Zai- dicen todos al unisonó

-Malos días

-Y por qué esa actitud tan pesimista- comenta mi padre

-Es tu primer día de colegio deberías estar contenta-dice mi madre

-No cuando eres nueva- respondo sirviéndome café y tomando una tostada

-Te va a ir genial- indica mi madre

-Por cierto, hoy tu madre y Violeta van hacer unas compras y pueden llevarte al instituto, al menos que quieras que te lleve Marcus - explica mi padre

- No, por mi está bien que mi madre me llevé- respondo levantándome- bueno voy a lavarme los dientes y les espero en el auto

Al acabar de cepillarme los dientes voy al auto, pero por lo visto mi madre ni Leti todavía no acaban de desayunar, así que me pongo a revisar mis redes sociales mientras las espero.

-Tan mala compañía soy que me evitas a cada rato? - escucho una voz ronca

Levanto la mirada y me encuentro con los ojos oscuros y profundos de Marcus, él es mayor a mí con dos años, es alto, con espalda ancha, cabello castaño, ondulado y unos labios delgados y suaves…muy suaves, lo digo por experiencia propia.

-No te he estado evitando

-Ah no, y ¿lo que has estado haciendo como se llama? -pregunta alzando una ceja

-No he estado haciendo nada

-No quieres que sea tu chofer y guardaespaldas, no quisiste que te lleve, yo lo veo que me estas evitando

-No quiero chofer porque ya estoy grande para movilizarme sola, odio que me vigilen las 24 horas del día y con respecto a que me lleves, que hay de malo que quiera irme con mi madre y compartir tiempo con ella.

-Antes nos pensabas lo mismo con que te vigile- acerca su boca a mi oreja para decir- de hecho, hasta me invitabas a tu habitación

Trago con dificultad, no sé ni que mierda decir, pero gracias a Dios mi madre llega, salvándome

-Listo, vámonos que se nos hace tarde, Marcus tu síguenos de cerca

-Te salvaste por la campana, pero ya hablaremos- advierte Marcus, yo solo me apresuro a subirme en la parte del copiloto.

 

-Te vengo a ver al terminar tus clases ¿de acuerdo? - avisa mi mamá

-Está bien

-No te olvides de retirar tu horario

-Nos vemos mamá- digo bajándome del carro

-Chao, te quiero y buena suerte

-Que te vaya bien Zai- se despide Leti agitando su mamo

Camino por el inmenso parqueadero abarrotado de estudiantes bajando de sus extravagantes autos, al entrar a la instalación del colegio me encuentro con un pasillo repleto de adolescentes ricos y presumidos, y como no, si me inscribieron en un colegio privado, solo pedía que el chico del pueblo y la chica de la fogata, estudiaran en el otro colegio privado y no aquí. Empiezo a caminar por el inmenso pasillo en busca de la dirección, y mientras caminaba varios me quedaban viendo y comentando acerca de “la nueva”, otros simplemente me ignoraban y hablaban sobre a donde viajaron en sus vacaciones, o las cosas costosas que se compraron, sobre los lujosos autos que sus padres les regalaron, si la ropa que traían era de la temporada, sobre la fantástica fiesta que tuvieron ayer en el bosque, sobre quienes se ligaron y quienes no, cosas de ese estilo…y pensar que yo un tiempo fui así.

Iba caminando tan tranquilamente, llevando a cabo mi plan de pasar desapercibida, hasta que choque contra algo duro o más bien alguien. Sobándome mi frente la que fue la afectada, levanto la mirada y me encuentro con unos ojos azules oscuros…no puede ser, no puedo tener tan mala suerte, sabía que los primeros días siempre eran un asco, era él, el mismo rubio idiota con el que choque ayer al salir de la librería, se veía sorprendido y estaba segura que tenía la misma expresión en mi cara, no venía solo, estaba con otros dos chicos más. Decido ocultar mi expresión de sorpresa y poner una de indiferencia.

-Tenías que ser tu otra vez, ¿acaso siempre eres así de torpe? - digo sacándolo de su sorpresa, sus amigos rieron ante mi pregunta

-Primero que nada, no soy torpe y segundo… ¿Qué haces aquí?

-Si andar distraído y tropezando con la gente no es ser torpe, ¿entonces que es? – cuestiono ignorando su pregunta y enarcando una ceja

-Déjame decirte que esta vez no fue mi culpa, la que venía distraída eras tú, mejor dime que haces aquí

-Tú también venias distraído con tus amiguitos, así que si es tu culpa

-Ya te dije que no es…

-Es culpa de los dos! -hablo uno de sus amigos exasperado, era castaño

-Nico tiene razón, los dos tuvimos la culpa, te pido perdón de mi parte- dice estirando una mano para apretarla, a lo que yo ignore

-Da lo mismo- respondo, el me queda viendo- si esperas a que te pida perdón te aconsejo a que busques una silla y te sientes a esperar, ahora hazte a un lado y déjame pasar.

-Yo creo que sería lo justo que pidas perdón por que también fue tu culpa-opina su otro amigo, un pelirrojo

-Déjala Tyler, se ve que a la NTN no le enseñaron modales en su casa- dice el ojiazul con una expresión divertida

-No me quedare a hablar sobre mi educación contigo- me muevo para pasar por su lado derecho, pero él se interpone en mi camino

-No, claro que no hablaremos sobre tu educación, mejor háblame de que haces aquí NTN

-Nt… que? ¿Qué significa eso? - pregunto el pelirrojo que se llamaba Tyler si mal no recuerdo

-Así se llama…No es así?

Suspiro y rodo los ojos para luego moverme a su lado izquierdo y pasar, pero otra vez se interpone

-No te vas hasta que me digas que haces aquí

-Pues vine a estudiar, es lo que se hace en un colegio ¿no?, ahora tengo que irme que se me hace tarde



#22224 en Novela romántica

En el texto hay: romace, celos, drama

Editado: 10.05.2021

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