Me gusta hacerte sonreír

Melancolía

 Isabel estaba realmente preocupada y aunque Alex no sabía el por qué sentía que debía ayudarla.Alex se fue a su oficina sin que Isabel lo viera y después fue ella para allá para pedirle permiso a su jefe de que le dejara el día libre porque había ocurrido una emergencia.

 -¿Qué clase de emergencia? -preguntó Alex fingiendo ignorancia con la intención de saber qué era tan grave que la había puesto tan afligida.

 -Es un asunto familiar... -dijo Isabel con la mirada hacia abajo sin querer dar tanta información.

 -Esa respuesta no me convence del todo -le cortó el chico intentando entender la situación -Si no me dices qué es en realidad no podré darte el permiso porque pensaré que quieres hacer algo más -explicó Alex deduciendo que al ser ella tan culta no ignoraría lo que él dijo y le diría sin pensar lo que estaba pasando.

 -Es mi padre.Le acaba de dar un infarto y está en el hospital.Debo ir a verlo de inmediato -explicó Isabel con verguenza,pero para su sorpresa su jefe actuó de manera diferente a la que esperaba y le dijo que la llevaría hacia donde estaba su padre en su auto,ya que ella no tenía uno.

 Todos en la empresa se extrañaron al ver que Alex e Isabel estaban saliendo de ahí juntos,pero,como siempre,no se atrevieron a hacer ningún comentario al respecto y siguieron trabajando.Ya era costumbre que Alex saliera de la empresa de vez en cuando para verse con una de sus novias y aún así ellos siguieran trabajando como si nada.Pensaban que ésta era una de esas situaciones.

 Alex la llevó a su auto.Era un BMW M2 Competition color blanco.Isabel no conocía nada de autos pero su estilo y color la fascinaba por completo.Ambos entraron y en lo Alex arrancó el auto Isabel se asustó.No estaba acostumbrada a ese ruido tan fuerte ni mucho menos a esa rapidez.Alex se dio cuenta de ello y redujo la velocidad mientras que ponía música para calmarla lo cual funcionó.Isabel aún se preguntaba por qué él estaba actuando de esa manera con ella,pero no quiso cuestionar nada en frente de él para no levantar sospechas.

 Ambos llegaron al hospital y al instante en que el auto se detuvo Isabel salió corriendo hacia el edificio directo a la recepción.Alex la había llamado pero no lo escuchaba así que decidió seguirla de cerca.Ambos fueron a donde les había indicado la recepcionista corriendo hasta que Isabel se detuvo en frente de la habitación de su padre paralizada de miedo¿Y si llegó tarde?¿Y si su padre ya había muerto?Esos y otros pensamientos rondaban por la cabeza de Isabel que la horrorizaban cada vez más.

 Alex,quien había llegado tan lejos con ella se dio cuenta de lo aterrorizada que estaba.Le recordó a cuando su madre murió cuando estaba pequeño.Recordó que cuando tenía 12 años su madre había enfermado de cáncer,no había nada que hacer.El chico visitaba siempre junto a su hermano a su madre en un hospital diferente donde era atendida por el mejor doctor que habían encontrado y desde entonces se convirtió en el doctor personal de la familia Ford.El doctor les dijo que iban a hacer todo lo posible para curarla,pero igual tenían que aprovechar el tiempo con ella en todo momento por si no lograban curarla y así fue.La llevaron a lugares hermosos,algunos ya conocidos por ella pero muy apreciados y otros eran lugares los cuales no conocía.Su madre era feliz,pero para su sorpresa,la enfermedad empeoró más de lo que imaginaban y cuando consultaron con el doctor éste les dijo que no había salvación alguna para ella.Cuando llegó el momento de su muerte todos estaban abatidos.No aceptaban el hecho de que aquella mujer que era tan dulce y buena se fuera de este mundo dejando un esposo y dos hijos solos.Había sido un golpe muy fuerte para los tres.La soledad y la melancolía habían envuelto por completo a Alex y no quería ver a Isabel sufrir lo mismo pese a que no le cayera bien.Le puso una mano en su hombro y la miró con confianza.

 Era la primera vez que la veía a los ojos y con una sonrisa en la cara.Esa sonrisa emitía tranquilidad y confianza a Isabel y la llenaron de valentía para tocar la puerta y luego abrirla con total lentitud mientras que rezaba con la esperanza de ver a su padre vivo.Cuando entraron a la habitación apenas pudo ver a su madre sentada junto a su padre acostado en la camilla y dormido Isabel corrió a abrazarla.Hacía mucho que no sentía un cálido abrazo de su madre y se sentía extraña pero a la vez era tanta la felicidad que no quería apartarse de ella.Terminaron el abrazo y luego Isabel procedió a presentar a su madre y a Alex.

 -Mi jefe fue el que me trajo hasta aquí.De no ser por él yo aún estaría varada en la carretera dentro de un autobús o quizá el metro -explicó Isabel amable y agradecida con él.

 -Gracias,buen hombre,por traer a mi hija a tiempo.La verdad es que no sabía si ella estaría aquí antes de que él partiera,pero menos mal que el doctor vino a decirme hace unos minutos que él estaba bien,que sólo había sido un infarto por fatiga -dijo Kate,la madre de Isabel,con gran alivio mientras suspiraba profundo.

 -Es un alivio,señora.Pero su hija estaba tan nerviosa y tan ansiosa de verlo que no pude evitar traerla a tiempo -se burló Alex riéndose.

 Isabel se molestó avergonzada pero al ver la magnitud de la situación prefirió reírse también mientras sus mejillas se coloraban levemente,lo cual le pareció algo muy tierno que nunca había visto en Isabel y que le provocaba una sensación extraña e e cuerpo,lo cual no había sentido con las otras mujeres con las que salía.La enemistad que sentían ellos dos se había desvanecido por completo en esa habitación de hospital donde todo era tranquilo,donde la luz del sol penetraba a través de la venta todo el cuarto y el olor a medicina se impregnaba en las narices de cualquiera que entrara a él.El alivio de que el padre de Isabel no sólo era para ella y su madre.Alex también sentía consuelo con sólo ver a esas dos mujeres sonreír felizmente por el bienestar de ese hombre que significaba mucho para ellas.




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