¡me gustas! #1

1 Regla núm. 1°

 

 

El sonido insistente de la alarma solo me hace ponerme de muy mal humor, lo único que deseo en este momento es que alguien llegue, entre a mi habitación y apague la alarma mientras me susurra que duerma otro poco más, pero entonces viene a mi cabeza lo desordenada que se encuentra en este preciso momento y mis ojos se abren de golpe pensando en que si mi madre entra y mira el desorden me castigara por tener un basurero, justo como lo es mi casillero en este momento.

Me resigno a saber que lo que muestran en las series para adolescentes americanas sobre el dormir todo lo que queramos es completamente falso, mientras me mentalizo veo necesario tallar con mis manos mis ojos. Me levanto de la cama para abrir las ventanas y hacer que entre luz a este basurero; es fin de semana así que debo ordenarlo.

«Eso pasa cuando eres tan desordenada»

Pienso mientras niego con mi cabeza.

Supongo que no hay nada de malo en no meterme a bañar, después de todo hare actividad física al limpiar todo este cuchitril que llamo habitación para después salir a correr un poco pensando en que la grasa en mi abdomen me dice que no se irá por arte magia.

«Qué reverendo horror que esta no se vaya durante la noche.«»

 

Camino por la habitación hasta llegar al baño que comparto con mi hermana Clarissa Jones y voy por mi cesto especial. Sí, tengo un cesto específicamente para mí, lo que quiere decir que solo se usa cuando es momento de limpieza.

─Eso de no tocar la puerta se te da bien, ¿verdad? ─me dice en voz alta Clarifea dentro de la regadera haciendo escuchar por encima del ruido del agua ─Sabes que debes tocar y no lo haces Jones.

─Supongo que aún sigo dormida ─Es lo único que digo antes de salir del baño para comenzar la labor más difícil de esta vida simple.

No parece tanto trabajo, así que solo me apresuro a recoger para ser libre de la esclavitud de aseo.

 

♥♥♥

El viento está un poco fuerte y aun así lo considero indicado para salir a correr un poco, porque ¡vamos!, es importante bajar la grasa de este abdomen flácido, aunque de hecho solo soy muy exagerada, mi abdomen está bien, solo que decirlo de esa manera motiva a que no deje de ejercitarme, sin embargo, siempre he creído que no está bien caer bajo estándares marcados por la sociedad y creados por un grupo genial de publicistas gurús dela moda o de marketing, y que es importante tener el cuerpo que va bien con nuestra persona. Porque es bien sabido que las discrepancias que existen con las personas alrededor del mundo y sobre los estándares un tanto imposibles de alcanzar la perfección es debido al cuerpo que tenemos. También nos dice que no es nada bueno tener algo hermoso de cuerpo y tener un rostro carente de belleza porque sin duda incurres al engaño visual y la “traumática” acción de la traición.

Sin embargo, lo único que puedo decir es que debería haber un equilibrio entre lo ejercitado, saludable y mental, claro sin olvidarme de lo coherente porque entonces no tiene sentido ejercitarse si solo lo haces por moda o por aparentar algo que no eres y para que al final termines en el mismo lugar del engaño sin quererse a uno mismo.

 

─Son pocas las veces que te miro sin una sonrisa en tu cara ─Habla una persona a mi lado y yo caigo sorprendida de mi total falta de sensibilidad de instinto y reflejos.

Se detiene para mirarme y reír por lo bajo antes de tenderme una mano para levantarme y yo tomarla para no parecer rarita.

 ─Veo que te he sorprendido y sacado de tus pensamientos.

─Es lo mismo que yo veo. Entonces ¿por qué corres a la misma velocidad que yo, aun cuando sabes que lo haces mucho mejor que yo y que eres más rápido? ─ pregunté mientras me sacudía el trasero y miraba si había algún daño en mi ropa deportiva, porque resulta que es la única que tengo y además es muy bonita.

─A veces me pregunto por qué careces de educación o por qué no la practicas conmigo si la tienes ─dice sonriéndome y yo solo le respondo negando con mi cabeza encogiéndome de hombros ─, supongo que no sabes la respuesta.

─Creo que es más la segunda opción ─ digo sonriendo levemente. Este es un Extr, así que solo debo responder por unos cuantos minutos para que no vea que le ignoro y de esa forma no herir su frágil ego. ─ ¿Entonces?

Comienza a caminar y eso hace que ruede los ojos, que insensato.

«¿Qué esperabas? ¿Que se quedara a charlar ahí pardo contigo?»

─El que alcance mayor velocidad de lo que tú lo logras hacer no quiere decir que no me guste correr lento y sin prisas de vez en cuando me encuentro con la compañía de alguien que hasta el momento no he logrado descifrar.

─Entonces dices que el mundo de la popularidad y el escrutinio estudiantil es tan agotador que necesitas un descanso regodeándote con las personas como yo, ¿Cierto? ─ dije un tanto curiosa por tal declaración por parte del Extr ─Espera, ¿Cómo que descifrarme?

Me posicioné en frente de él para obtener una vista de su rostro más completa y escrutarlo de tal manera que pueda tratar de identificar algún sentimiento o signo de culpabilidad.




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