¡me gustas! #1

10 Esclavas de la tarea

 

Faltan dos semanas para entregar el proyecto de la profesora Dupey, pero eso no quiere decir que pueda pasarla como si nada, tenemos la gran mayoría del trabajo, pero aún nos falta otra parte y aunque no es mucho en cuestión de puntos a cubrir si representan una buena parte de esfuerzo.

Es por eso, que en un sábado por la tarde me encuentro en mi habitación junto a mi compañera de equipo investigando sobre el tema que nos tocó. No trato mucho con ella y eso no quiere decir que me haya tocado una mala compañera de trabajo, al contrario, es muy buena y el tiempo que llevamos haciendo el proyecto siempre me ha ayudado con lo que nos pide con el proyecto.

No esperaba menos de ella. ¿Por qué? Bueno porque esta chica es conocida como uno de los cerebros de Crhistie Moore High, eso nos dice que tiene una gran capacidad para aprender los temas que vemos en el curso, así como adelantarse en materias y ámbitos informáticos para mantenerse actualizada. Una vez le pregunté porque lo hacía, ella solo respondió que el saber cosas era el maquillaje de nosotras las chicas normales.

A lo que le respondí…

“─Yo no soy una chica normal, Emma ─le contesto de vuelta con una sonrisa ─. Creo que esta demás explicar que soy quien no encaja en las clasificaciones de nadie, ni mucho menos en las mías.

»Soy más una mezcla rara, que alguien que se puede jactar de ser llamado normal, común, predecible.

Emma sonríe y se va sin decir nada más por lo que yo no digo nada y me retiro del lugar con una sonrisa llena de satisfacción y un nuevo objetivo descubrir quién es quien este lugar.”

Ahí descubrí que era una Extr. y no necesariamente por ser popular y llamar la atención ante las características banales, sino por su capacidad de ser superior a todos sin tener que mover un dedo o esforzarse en ser alguien que no es.

─Oye Emma ─la llamo dejando mi computadora en la mesa.

─Dime.

─Siempre me ha sorprendido tu calidez ─le respondo y niego con la cabeza ─. En fin, deberíamos bajar a comer algún refrigerio y descansar la mente.

Ella duda por un momento, lo puedo notar en su mirada. Es la clásica mirada de alguien sedienta de información y conocimiento.

─Está bien ─ dice luego de un rato. Claro que yo sonrío y me levanto de la silla de manera rápida para ir directo a la puerta.

─Vamos Em ─ le grito desde la escalera ─, hoy comeremos en la terraza.

Eso es verdad, mamá decidió que comeríamos en la terraza y no necesariamente porque ella estuviera aquí como invitada de tareas. Sino que creyó conveniente hacernos respirar un poco de aire fresco.

Cuando llego a la cocina siento como el olor a una rica comida inunda mis fosas nasales haciendo que gima de puro deleite. Hule maravilloso.

─Mamá ─digo deteniéndome en la isleta de la cocina ─, hemos decido dejar de ser esclavas de la tarea por un momento para comer y luego seguir con esta penitencia.

Mamá ríe fuerte al escucharme, sé que piensa que estoy loca, pero eso no es problema para mí. Yo amo ser yo, que Clarifea haya decidido ser alguien quien no es, es problema de ella.

─Eres tan Romina, Ro.

─Siento que ya tendría una fuerte cantidad de dinero por el hecho de que todos me dicen eso ─digo rodando los ojos ─, claro si monetizara o registrara esa frase. Prácticamente todos me dicen eso, incluso el director de la escuela sin el Ro claro está.

Mamá y Emma niegan con la cabeza tratando de no reír por lo que acabo de decir.

»En fin ─digo suspirando y sentándome en uno de los bancos altos ─, ¿podrías ser una buena madre y darnos un poco de esa fruta picada para que podamos comerla?

─Claro ─ dice extendiéndonos un plato a cada una con fruta ─, aquí lo tienen. Ahora largo de mi cocina y vayan a la terraza en un momento comenzaremos a comer todos.

Asentimos ambas al mismo tiempo y salimos de la cocina directo a la terraza; y justo cuando estamos a punto de salir escuchamos como mamá llama a Clarifea, río y dejo que Emma salga primero de la casa.

─Hoy es un lindo día ─ digo una vez que estamos sentadas en uno de los sillones de la terraza.

─Sí, es un buen día.

La miro por unos segundos pensando que es lo que hace ella para lucir como una persona que puede dar la impresión de ser alegre y agradable para terminar siendo tan cuadrada.

─Sí no fuera porque sé que eres una especie de cerebrito ─ empiezo a hablar ─, y lo digo sin la intención de ofenderte; pensaría que eres Intr. que solo se la vive lamentándose de todo porque es muy listo, pero nadie le hace caso. Eres un cuadrado vestido a la moda; incluso temo que seas un Pixi como en los padrinos mágicos.

Ella alza su ceja viéndome y luego sonríe.

─Sigo sin entender tu modo de clasificación de personas, ¿sabes?

Sonrío orgullosa porque no muchos lo entienden.

─Bueno al menos algo que parece tan simple, debe tener toda la complejidad del mundo ─le digo y luego me llevo un pedazo de fruta a la boca ─. No se supone que esté echo para que todos los comprendan, ese no es el objetivo pues el objetivo de este es que solo yo, una mezcla rara lo pueda comprender.




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