Uno pensaría que una adolescente como yo saldría los fines de semana, pero en cambio la realidad refleja todo lo contrario pues no suelo hacerlo a menos que mis queridísimos amigos Mezcla Rara me digan salgamos a la plaza o una que otra fiesta clandestina. Así es sábado por la noche y me encuentro con una chica que se ha vuelto algo parecido como mi mejor amiga dentro de las paredes de Crhistie Moore High y también fuera de ellas; en mi habitación maquillándonos ligeramente para asistir a una fiesta de décimo grado.
─¿Qué es lo que ha pasado contigo en las últimas semanas? ─pregunta viéndome a través del espejo mientras agrega un poco de sombra a sus ojos. Luce hermosa ─ Que luego de haber rechazado a Josh ya casi no te sientas con nosotros a almorzar. ¿Está pasando algo raro con él y no me los has dicho?
Ruedo los ojos al escuchar esa última pregunta.
─Luces muy hermosa así, ya no pongas más maquillaje ─le digo y me acerco a ella para tomar una banda elástica y amarrar mi cabello en una coleta alta haciendo que el poco maquillaje que traigo en mi rostro luzca más ─, pero respondiendo a tu pregunta no, no pasa nada con nosotros al menos de mi parte. Yo podía corresponder a sus sentimientos porque no hay nada en él que haga mi corazón hacer las típicas cosas románticas que suceden en los libros y las películas baratas sobre romance. No sucede nada de eso con Josh.
─Bien… ─tengo la ligera sospecha de que no es lo único que quiere decir, pero no diré nada porque yo fuerzo las cosas nadie, menos con ella ─No respondiste a la otra pregunta, Ro.
─Ah… cierto ─respondo distraída mientras pongo un poco de sombra oscura a mis ojos para hacerlos ver un poco más dramáticos ─. He estado dando asesorías al chico nuevo, ese del que Josh no me quiso hablar el día en que él llegó. Por eso es que a veces no almuerzo con ustedes porque hay veces que no podemos dejar de lado algún tema.
─Vaya, ya comprendo ─ me mira y me sonríe al ver como quedan mis ojos ─. Luces hermosas, pero pasando a otro tema de chicas normal llenas de hormonas ¿crees que vaya a la fiesta de Tonny Méndez?
─¿Chico Brown?, perdón Tobías ─me corrijo y me doy la vuelta para mirarla ─. No lo sé, tal vez vaya después de todo no sé realmente porque ambientes se mueve.
─¿Aún no logras descifrarlo?
─No y eso puede que esté colmando mi paciencia un poco ─le digo ─, es muy confuso porque muestra la actitud de una persona seria, pero viste como alguien duro y que tiene la pinta de un cabrón, pero entonces hablas con él y te das cuenta de que es de pocas palabras además tiene atractivo y es listo.
─¿Crees que sea un Mezcla Rara? ─pregunta mientras se arregla el cabello con unas ondas.
─No lo sé, parece no encajar en nada y aunque parece tener todo lo necesario para encajar con nosotros también puede que encajar con los otros dos ─le digo y termino por soltar un suspiro bastante dramático que termino riendo y ella lo hace conmigo ─Estoy lista, ¿tú lo estás?
Ella sonríe y asiente; salimos de mi habitación y antes de salir nos dirigimos a la cocina para despedirnos de mis padres antes de marcharnos a la casa de Tonny. Ellos nos preguntan si vamos a cenar con ellos, pero nos negamos diciendo que cenaremos comida mexicana, lo cual es cierto.
─No llegaremos muy tarde papá ─ le digo mientras beso su mejilla.
─Eso espero ─ me dice ─, tu hermana también estará haya, pero ella se vendrá más temprano o si no tendrá problemas.
─Sabes es muy bello que yo no tenga hora de llegada siendo la hija menor ─sonrío por lo que estoy diciendo ─, y que mi hermana mayor sea la que tiene que llegar temprano. Siento que estoy dando justicia a los hermanos menores del mundo.
─Tú y tus cosas.
Ríe y yo lo hago con él, les decimos adiós por última vez y salimos de la casa para ir directo a mi escarabajo para dirigirnos al mejor lugar de comida mexicana antes de pasar a la fiesta.
─Tus padres son geniales, Romina.
─Lo sé.
Prendo el auto y lo que sigue es música latina en la radio a todo volumen para 10 minutos después estar entrando al restaurante y tener una cena agradable de amigas Mezcla Rara.
“”
Cuando estamos a unos doscientos metros de la casa de Tonny recuerdo lo que vi el día de ayer y decido contarle todo lo que sucedió como también decirle de mi charla y nueva caminata junto a Walter.
─¿Decides contarme lo que te pasó ayer justo cuando estamos a punto de llegar a la fiesta en donde seguro él va a estar junto con su novia? ─ pregunta pareciendo ofendida por lo que le acabo de confesar ─Eres increíble Romina.
─Claro que soy increíble ─ le digo ─, ahora deja el dramatismo para que disfrutemos de una buena fiesta y puede que con eso hallemos algún indicio de en donde podría encajar nuestro chico Brown y porque Coral estaba besando al máximo de los Intr.
─Bien, bien.
Sonrió y estaciono mi escarabajo.
─Vayamos por esa fiesta y disfrutemos de una noche de sábado luego de una buena cena mexicana ─ le digo bastante alegre causando que ella ría y lance un grito de euforia.