Capítulo 5.

Segunda semana, primer día, lunes. Suspirando me empecé a comer el tutifruti que había hecho mi mamá para el desayuno de ese día.

-Cómetelo todo Valeria. - me reprendió mi mamá cuando vio que jugaba con la fruta. Odio la fruta.

-Sí Valeria cómetelo todo - su comentario más su risa pesada me hizo pensar en una fracción de milisegundos el doble sentido.

Lo hubiera golpeado si no fuera porque mamá siempre lo prefería, era su hijo favorito y no me vendía el cuento de que quiere a todos sus hijos por igual, osea a mi hermano y a mí.

Solo rodé los ojos y casi tragué la fruta, cuando estábamos listos, me fui a la escuela sola como cada día. 

Este será mi primer relato diciendo como camino, bueno pongo un pie delante del otro a cierta distancia flexionando las rodillas para no parecer robot, y ¡chadá! , ¿así es esa expresión? , bueno he aquí yo relatando mi caminata, caminata que nunca olvidaré, desde que ví sus pies hasta que levanté mi vista hasta su cara, hasta sus ojos verdes, hasta… hasta… , suspiro - inserte suspiro de enamorado, es que nunca olvidaré su cuerpo frente a mí, sus ojos puestos en mí, su mano estirada a mí y su voz, áspera, suave, ronca, dulce… perfecta.

-Hola, Soy Alex.

Ya lo sé.

Quise gritarle en su cara que sabía pequeñas cosas de su persona, que había acosado su rastro y había imaginado una relación a su lado. 

¡Mentira!

Cuando vi a Alex frente a mí con su mano estirada y hablándome, pensé…

¡Tiene unos hermosos ojos!

¡Su cabello se ve muy suave!

¡Alex me está hablando!

¡¡¡¡¡¡Aaaaaahhhhha!!!!!!

Era real, es que hasta este momento y sonriendo como idiota mientras escribo este suceso, eso fue realmente una hazaña increíble en la historia de Valeria, una simple ciudadana que nunca tuvo amigos, y su crush, ap, persona que le gusta le habló, y no solo eso, le dio la mano.

Pero no alargare diciendo todo lo que sentí, porque supongo que saben que casi se me sale el corazón, mi respiración era un desastre y estaba tiesa como una piedra, sin olvidar los corazones invisibles en mis ojos. Bueno, lo normal, de una acosadora teniendo la dicha de hablar con su víctima.

Perfecta víctima.

Y como siempre, tomé todo el valor del mundo, y reaccioné.

-Hola - tomé su mano, rápido y conciso, nada romántico, nada lento ni apretones, fue casi un roce. 

-¿Eres Valeria? - preguntó cruzando sus brazos, yo ahora sé que si cruza los brazos y levanta una ceja poniendo su mejor cara, es que lo sabe, pero yo era una ingenua.

-Sí - asentí para afirmar mi respuesta como una idiota. Me sonrió de lado y pasó su lengua por sus labios, su perfecta lengua, no puedo creer que diga eso, si algún editor lee esto, pondrá cara de meme, es que no sé explicar todas las cosas que me hacía sentir.

Y si po ella… la que decía que olvidaria a esa persona.

Ahí estaba babeando solo por ver su lengua, y era su puntita, un poquito.

-¿Eres amiga de Clara?

Eso sí me tomó por sorpresa, arrugué un poco mi frente, poniendo mis manos en los tirantes de mi mochila.

-No - respondí casi preguntando.

-¿Entonces por qué habla de tí?

Alerta roja ¡wiu wiu! Llamen a una ambulancia rápido.

¡¿What?!

¡Ella hablaba de mí!

¡Ah!

Me vendrá a buscar, me asesinara, me… y miles de cosas pensé en ese momento.

Es increíble recordar las miles de cosas que se pasaban por la cabeza solo por una frase o una palabra. Yo salía en el diccionario a lado de la palabra cobarde, mi foto y mi nombre. 

Y ahí frente a Alex agrandé mis ojos a no poder y balbuceé palabras sin sentido hasta que pude hablar.

-¿Cosas? - Alex me miraba y ya, no sé describir bien las caras de las personas pero veía que mis palabras eran extrañas a su parecer, tal vez.

-Sí, le escuché decir que habían quedado marcadas.

¿Marcadas? 

¿¡Ah!?

¿Eso es bueno?

¿Solo eso escuchó o no?

Mi cara debió ser de completo horror porque Alex se rió, a carcajadas, en mi cara, en nuestra primera vez, toz falsa, charla.

-No me importa, ya terminamos, pero solo quería decirte que es una traidora.

De nuevo mi cara se cambió a una de ¿qué? ¿estamos hablando de lo mismo? Creo que ni siquiera sabía de qué estaba hablando.

-Claro - fue lo único que respondí, Alex me sonrió y se puso a mi lado.

-Vayamos a la prepa, no podemos llegar tarde en las últimas semanas.

Asentí y caminé a su lado, y no, no lo disfruté, era incómodo y además no podía sacarme de la cabeza lo que había dicho de Clara, no era que me importara Clara en sí, era lo que había dicho Clara, acaso me acorralará y me golpeará, si, seguía teniendo esos pensamientos.

Entonces mi primera charla, mi primera caminata, en resumen mi primera interacción con Alex había sido un desastre. Un completo y vil desastre, culpo a mi odiosa mente que hace películas de todo tipo no poder haber conocido a Alex en esos cinco minutos de caminata, porque ya saben, tal vez me hubiera ahorrado algunas cosas del futuro.

Cuando llegamos a la escuela tomamos caminos separados sin ni un adiós, yo para Alex una total desconocida y yo pensando en Clara.

Es que esa mujer rondaba en mi cabeza, y por qué, por ser una cobarde. Por eso seguí pensando en Clara, en las palabras de Alex en todo el día hasta que pasó lo pasado.

Clara, la chica demonio de mi cabeza me mandó una nota con una de sus amigas, esa chica si que nunca olvidará mi cara de horror cuando dijo: te lo manda Clara , creo que hasta grité, inserte risa, ahora me da risa recordar mi cara, era tan adorable, sigue riendo, lol, bueno prosigamos con mi bella historia que nada de bella tiene.

Quedamos en la niña traumada por mi cara de horror y ahora viene lo que decía la nota.

Ven detrás de las gradas.

Clara…

Lo leí quizás unas veinte veces en lo que caminé de donde estaba detrás de las gradas, por supuesto ahí estaba Clara, sin cuchillos, sin motociclistas, sin una chaqueta de cuero, sin armas, sin nadie ni nada de lo que había imaginado, solo ella y describiré su ropa porque andaba linda vestida, llevaba un lindo suéter a su talla color vino, unas calzas de tiro alto negras, unos zapatillas negras con un poco de blanco y volvamos arriba, un gorro, era gris, tapaba su frente y un poco sus cejas, el gorro era de invierno así que tenía un pelotita arriba.