Me gustas, tonto.

Capítulo 10: Amigos.

06 de enero de 2015.

10:30.

Estoy parada enfrente del portón de la casa de Miel, esperando que salga de su casa.

Levanto mi mirada y veo que Miel sale de su casa con movimientos raros, como si en cualquier momento se pudiese caer. Puedo notar lo rojos que están sus ojos de tanto llorar y en como intenta controlar su respiración para que no le salga un hipo.

¿Qué habrá pasado para que una relación tan bonita como la de ellos termine? Pienso.

Miel... –susurro.

Miel llega hasta el portón y mete la llave para luego abrirlo, ya con el portón abierto, se tira encima mío para abrazarme y comenzar a llorar más fuerte.

–Me dejó, Lena, me dejó –dice entre sollozos.

La abrazo con fuerza y empiezo a acariciar su espalda para intentar calmarla un poco. Siento como sus lagrimas mojan mi hombro y como sus manos se aferran a los costados de mi remera.

–Pero... –Trato de pensar qué decirle sin lastimarla– ¿Qué pasó? ¿Por qué terminaron?

Mi intento es un fracaso porque Miel llora y me abraza con mucha más fuerza.

–É-él –tartamudea– él está enamorado de otra chica y lo peor de todo es que me dejó por mensaje.

–¡¿Que mi primo qué?! –exclamo.

Nos entramos a su casa y me muestra su celular para que vea los mensajes de WhatsApp.

–Es un pelotudo, Marcos, ya verá cuando hable con él y hablaré seriamente.

Marcos

Fue muy bonito mientras duró, Miel, pero la verdad es que ya no te amo.

Me estoy enamorando de otra chica y prefiero terminar con la relación antes de engañarte porque no te lo mereces.

En serio, sos una gran chica y te mereces lo mejor del mundo.

Mientras analizaba los mensajes con determinación, Miel seguía llorando, tengo que hacer que esta niña pare de llorar porque su cara se puede poner muy hinchada y roja, y no quiero eso para ella.

–Miel –digo y me acerco a ella para agarrarle de las manos–, vamos, salgamos, tal vez con eso te animes un poco.

Ella asiente y se seca las lágrimas sobrantes. Se levanta de su cama para acercarse a su ropero y sacar su mochila. Con mochila en mano, da un suspiro y me mira fijamente.

–En esta mochila se encuentran muchas cosas de Marcos, aún me falta guardar más, pero le voy a devolver todo para no tener nada de él en mi cuarto.

La miro fijamente, entendiendo por dónde va esta conversación.

–Quiero que me acompañes a su casa para darle esta mochila y varias cosas más.

Con paso decidido, sale de su habitación y yo voy detrás de ella. Siempre le voy a apoyar en lo que sea a Miel, es mi mejor amiga y siempre voy a estar a su lado para lo que me necesite, y en este momento es en dónde más me necesita.

Salimos de la casa y en eso vemos a Mateo detrás del portón, Miel le abre y lo abraza con mucha fuerza.

–Acompáñame a devolverle estas cosas a Marcos, Teo.

Nos mira por unos segundos y empieza a hablar.

–Te falta maldad, prima –dice para luego agarrar la mochila y ponerla en su hombro–. Cuando pase algo así, lo que tenés que hacer es quemar todo lo que tengas con él o venderlo, no devolvérselo.

Miel y yo escuchamos a Mateo con mucha atención por lo dicho. Luego el saca su celular para empezar a llamar a alguien.

–¿A quién llamas, Teo?

–A Valentina, nos vamos a reunir para le demos un cierre a todas las cosas que nos duelan.

–¿Y a Valentina qué le duele? –pregunta Miel.

–Nada, pero me gusta cómo nos anima siempre con su humor de diva inalcanzable.

Es verdad, no sé cómo hace Valentina, pero siempre parece ser fuerte, que nada le duele y nunca la vi llorar en lo que vamos siendo de amigas. Siempre le tuve cierta envidia en eso. Valentina es una chica decidida, cuando ve que algo o alguien le hacen mal, se aleja sin pensarlo dos veces. "Si no me da la misma atención que le doy, ¿por qué debo seguir a su lado?" frase dicha por ella.

–Hola, Vale, ¿cómo estás? –dice animadamente– Quería decirte que nos vamos a reunir en la finca del tío de Lena.

Bueno, eso sí me sorprende porque nuestra idea solo es ir a un parque a hacer un picnic.

–Vamos a divertirnos, solo lleva gasolina o alcohol y fósforos, nosotros llevaremos comida para compartir –Se ríe y continúa hablando–. Tranquila, solo vamos a quemar cosas de nuestros exes, ¿te parece? –Asiente con "mjm" y cuelga la llamada.

–Bueno, chicas, vayan preparando sus cositas que nos tenemos que ir ya –dice mientras guarda su celular en el bolsillo que tiene su pantalón.

–¿A la finca de mi tío?

–Síp

–¿Con qué permiso? –cuestiono.

–El de tu madre y el de tu tío, tu tío está en tu casa, se enteró que queríamos hacer un picnic en el parque y él dijo "Comer en un parque no es un picnic, un picnic se hace en el campo al aire libre sin transito" y bueno, me pidió que te dijera que nos dio permiso para ir a su finca.

Se me escapa una risa de la alegría porque hace mucho que quiero ir a la finca de mi tío y pasar un tiempo tranquila, sin problema alguno.

14:00

Estamos en la finca de mi tío; la finca no es muy grande, pero tampoco es muy chica. Me gusta cómo es, es perfecta para mí.

Mi tío nos dijo que la finca tiene cinco cuartos no muy grandes, pero pueden caber muchas cosas, tiene tres baños, una cocina, una sala de estar y un comedor.

–Por fin, voy a poder sentir tranquilidad por unos tres o cuatros días –digo en voz alta mientras me tiro sobre la cama que sería mía.

Tocan la puerta de mi cuarto y me levanto para ir abrir la puerta.

–Teo, ¿qué pasa? –pregunto un poco confundida– Pensé que estabas dormido.

–No, no –dice mientras entra a mi cuarto y se tira sobre mi cama.

–Oye, creo que tenés un cuarto y en ese cuarto hay una cama, ¿por qué en la mía? –pregunto y me tiro a su lado.

–Me gusta molestarte y lo sabes –susurra y cierra sus ojos por un momento.



#5118 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, amistad

Editado: 20.02.2025

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