Me he equivocado ya muchas veces 3: Lágrimas, alegría paralizada en el tiempo

Desde que el tiempo ha estado pasando sin cesar por un instante, miro las agujas del reloj queriendo poder retroceder su avance de poco a poco, sim embargo, aunque lo pudiera llegar hacer, me pregunto si es que esta vez no cometeré el mismo error que me ha hecho estar tan lejos de ti por un tiempo que parece una eternidad.

Si tan sólo abrieras nuevamente tus ojos, si tan sólo tu voz me pudiera volver a llegar. Sabes, aún recuerdo el momento en que me abrazabas cálidamente sin alguna malicia. En ese momento yo no podía soltarme en lo más mínimo de tus brazos, era… era… era tan mágico que me hacía sentir segura de todo lo que pasaba a mi alrededor… tan bien me sentía teniéndote junto a mí que no quería que me soltaras en ni un momento y que por siempre estuvieras de esta forma junto a mí. El poder vernos cara a cara, un momento en que las dudas se esfumaban y en el cual podía contarte mis más oscuros secretos, podía mostrarte quien era sin temor a que me llegaras a despreciar o que me dejaras por ello.

Nuestras miradas se podían cruzar y todo lo demás se volvía invisible, un cálido abrazo del cual no podía sentir como mi corazón empezaba a latir más y más fuerte, y un acercamiento en el cual nuestros labios se llegaban a juntar para poder darnos un beso. Sin embargo, dude… dude… ¡Dude de ti! No pude ser lo suficientemente sincera al final de todo. Aunque haya sido por un pequeño instante, terminé sintiendo la soledad de ya no estar a tu lado y, a pesar de que trataste de cumplir tu promesa… no… no puedo dejar de sentirme culpable de que ahora ya no podré contar con tu protección, pero… quisiera que pudieras volver a verme, pudieras hablarme otra vez más… sin importar nada.

Vamos, esta vez prometo que seré yo quien te protegerá hasta que puedas volver a verme, puedas oírme, me puedas hablar nuevamente y seas capaz de sentirme como yo lo hago. Nunca me mentiste, siempre cumpliste con tus promesas, pero esta vez no me importa nada de lo que suceda.

Dime, si yo… si yo… si yo me alejo de ti… ¿Podrás ser feliz sin mí? Dime… ¿Acaso de esta manera podrás volver? Si debo de prometerte dejarte libre, aunque me duela el corazón, aunque no sea capaz de verte con alguien más, pero si con eso eres capaz de regresar y levantarte de ese lugar en el que te has encontrado por tanto tiempo, yo… yo lo haré, así que regresa por favor, no quiero seguir viéndote tan distante, no quiero perderte por completo, prometo que ya no seré tan caprichosa esta vez, no dejaré que todo termine de esta manera, o… es lo que quisiera ser capaz de hacer.