Decido dejar de pensar así, olvidarme de los problemas, de las opiniones del resto, olvidarme al menos por una noche de que todo lo malo existe.
Mientras mamá termina de acomodar la cinta tras mi espalda pasoncon cuidado mi mano por mi mejilla, ¿en serio soy yo?
- Te ves hermosa, querida -me dice con una sonrisa, mi madre-. Debes ponerte esto...
La miro y tiene un tipo de círculo, es lo que se usa debajo de los vestidos para que se vean levantados.
- Pero tendré que quitarme el vestido -digo tratando de evitar ponérmelo, vería mis piernas.
- Vamos querida, solo será un minuto -dice.
Me vuelvo a ver en el espejo y en mi opinión la parte baja esta lo suficiente alta, tiene telas de encaje dorado volado en la parte de arriba principal, cubierto de brillantina del mismo color, el resto del vestido también es dorado oscuro y y un dorado que casi puede confundirse con blanco.
Al final no me queda más que aceptar, pero le digo que si puede bajar a ver que todo esté bien, no muy convencida me hace caso y se va de la habitación.
Cuando se va me termino de quitar el vestido no me entra en la cabeza de qué forma ponerme esta cosa así que me pongo una medías de color rosa pastel extremadamente claro casi del tono de mi piel, que debía ponerme desde un inicio pero que no hice debido a los nervios; lo olvide.
Mi mamá entra de nuevo y cierra de inmediato, suspiro aliviada.
- ¿No te lo has puesto? Se hace tarde -dice y yo solo rió nerviosa.
Agarra el aparato, el cual desconozco como nombrarlo, me lo pone en la cintura y este cae como una falda volada hasta un poco más arriba de mis rodillas, el vestido fue la parte difícil, pasa bastante tiempo pero ya está todo bien.
Mi madre me hace sentarme en un banco que se cubre de cuero blanco.
El vestido no tiene agarre pero con lo apretado que esta el corset dudo que lo necesite.
Lo admito, si me incomoda pero solo son mis hombros, no estoy haciendo nada malo.
- Tienes que ponerle esto a los tacones -me da unas suelas de plástico.
Me enseña los tacones pero los deja de lado y me hace levantarme, pone sus manos como Charlie lo hacía las veces que practicamos el vals y entiendo que es lo que quiere.
La sigo y trato de calmarme, no pensar en que pisare el vestido, tampoco voy a tropezar, ni me voy a marear, estará todo bien.
Al parecer me distraje y había estado siguiendo los pasos de mi madre hasta que me hizo girar y reaccione.
- Para estar pensando en quien sabe quien, sabes el baile hasta dormida -dice con una sonrisa y me pongo roja.
- No estaba pensando en nadie...
- Claro -dice y Charlie toca la puerta.
Mamá corre para salir de la habitación ella no quiere que me vea con el vestido, creo que no entendió que eso solo es en la bodas.
Pero supongo que quiere verlo sonreír al verme.
Que fácilmente digo esto; Charlie se emociona más que mi madre por cualquier cosa, lo he visto hasta llorar por películas. Mamá entra solo para agarrar el celular de su bolso.
- Tranquila amor, solo debes respirar, no olvides ponerte los tacones, falta poco para que sean las seis.
Me da un beso en la mejilla y se va, el tiempo pasa volando, siento mis manos pegajosas, corro a ponerme los benditos zapatos que amaría si no fueran cinco centímetros más altos de los que suelo usar.
Escucho al hombre que suele ser el presentador en este tipo de fiestas y me siento en el banco tratando de ponérmelos.
Es difícil por el montón de tela que debo agarrar para ver mi pie.
Por fin termino y aliviada suspiro, pero no por mucho, levantarme fue lo fácil, practique mucho manejar los pero... ¿Y si me caigo? ¿Y si piso el vestido?
El presentador dice mi nombre y sé que es hora de que salga, pero los nervios me están comiendo, el estomago, parece querer hacerse pedazos y mi pulso se encarga de sonar en mi oído de tal manera que no soporto la presión.
Camino despacio hasta la salida y así hasta llegar al lugar principal, Charlie esta en el centro de lo que sería la pista de baile y sonríe al verme.
Yo sonrio igual, escucho unos gritos de entusiasmo gritando palabras un tanto ofensivas y obscenas.
- Eh, que guapa, ¡que rica esta! -me giro hacia la voz y es el amigo de Willian.
《Ay no》
Llego hasta donde Charlie y él toma mis manos, el presentador manda a callar a todos de una forma sutil y elegante.
El vals empieza cuando Charlie pone su mano en mi espalda y yo en su hombro.
Seguimos los pasos de la lenta música mientras empezamos una conversación de la que ya no puedo escapar.
- ¿Quiénes son esos idiotas? -dice molesto.
- Unos compañeros de clase...
- ¿Por qué los has invitado? -dice bastante serio.
- Ha sido mamá -respondo y hago mi pie atrás, más de lo que debería pero no caigo porque Charlie me equilibra de nuevo.
- Que mujer -dice y me rió por como le ha dicho-. ¿Porqué lo hizo?
- Supongo que para darme amigos... -digo y en ese momento tuve que dar una vuelta, cuando volví a el paso principal mire que estaba feliz pero había algo en él que mostraba su molestia.
- Pues si siguen comportándose así, yo con mis amigos nudillos les adornaremos la cara -dice y esta vez damos una vuelta ambos, yo guío los pasos ahora-. Espera... -dice mientras damos unas vueltas por que él ha olvidado el paso básico.