Capitulo 29

Cuando Camila comenzaba acercarse con la copa en su mano, Lidia comenzó su acto, esta se apoyó en una de las paredes del salón y miro a Camila con una gran y alegre sonrisa “Vamos acércate más” Lidia estaba preparada para lo que tenía que hacer luego. Vio a Camila preocupada acelerar el paso para acercarse a ella con la copa en la mano, y Lidia rápidamente sujeto la copa y se la bebió rápidamente sin darle tiempo a Camila de decir nada, Camila preocupada intento detener a Lidia, pero está solo le devolvió la copa de vino completamente vacía.

—Señorita. —Camila se acercó a Lidia sujetando a esta con delicadeza.

Los pasos de Lidia parecían algo erráticos, mientras que ella se tambaleaba de un lado a otro y sonreía alegremente fingiendo estar borracha.

—Señorita, creo que el alcohol ha sido muy fuerte para usted, he… Es mejor que tome algo de aire, vamos al balcón para que pueda… —Camila nerviosa al ver a Lidia tan mal la ayudo a caminar.

—No, no, yo… Quiero otra, otra copa, tengo sed, tengo la garganta seca, ¡No! ¡Mejor vamos al jardín! ¡Se ve tan hermoso el jardín desde aquiiiii! —Dijo Lidia arrastrando un poco el final de cada oración.

Camila nerviosa por la situación sujeta a Lidia por la cintura y la ayudo a caminar hasta el jardín para así alejarla de la mirada de los demás nobles, aprovechando de esa manera a que Lidia también pudiera tomar algo de aire y enfriara su mente por el alcohol “El príncipe se molestara conmigo si ve como se encuentra la señorita Lidia en este momento, será mejor llevarla a despejarse para que le baje el alcohol ante de que vuelva el príncipe” pensaba Camila nerviosa esperando que Lidia estuviera mejor. Cion que acompañaba a Camila y Lidia en silencio comenzó a mirar a su alrededor asegurándose que no hubiera nadie cerca.

[Ruido de pasos]

—Camila, espera… Creo que he escuchado algo. —Dijo Cion deteniendo a Camila, quien llevaba a Lidia sujetada por la cintura.

— ¿Qué? —Camila agudizo su audición escuchando el relinchar de unos caballos.

[Galope de caballos]

—Camila, parece que algo está sucediendo, es mejor que yo vaya a revisar, tú quédate con la señorita Lidia, mantenla a salvo. —Hablo Cion caminando hacia el lado sur del palacio, dejando a Camila y Lidia solas en medio del jardín.

Camila estaba acostumbrada a las situaciones peligrosas, pero no tenía gran experiencia en escoltar a otras señoritas, por lo que intentando hacer lo mejor que podía, tomo la mano de Lidia y camino hacia una de las bancas del jardín, la cual estaba algo oculta de las demás. “Aquí debería ser seguro, los nobles no vienen hacia este lugar, puesto que es demasiado oscuro y ellos buscan la comodidad y las cosas hermosas antes que las seguras” pensó Camila sin esperar que varios caballos se vieran corriendo en el jardín, mientras muchos nobles gritaban por el peligro que los caballos alterados podían ocasionar, fue entonces que entre todos los caballos que allí aparecieron uno venía con un jinete en él.

—¡¡¡Tú ¿Qué crees que haces?!!! ¡¡¡ALEJATE O TENDRÉ QUE HACERTE RETROCEDER A LA FUERZA!!! —Grito Camila viendo a un hombre encapuchado frente a ella, el cual solo dejaba ver sus ojos.

El hombre encapuchado extendió su mano y sujeto la muñeca de Lidia fácilmente al ver que esta extendía su mano hacia él, Camila saco su espada y ataco al encapuchado rozando con el filo de su espada el brazo de este, haciéndole de ese modo una notoria herida. Camila se apresuró a atacar a este nuevamente, pero el encapuchado, siendo aún más rápido, levanto las patas delanteras de su caballo haciendo que Camila diera un paso atrás. “No, no puedo dejar que se lleve a la señorita” pensó Camila, gritando fuertemente a todos los guardias alertando que alguien estaba siendo secuestrada, Lidia que ya se encontraba sobre el caballo del hombre encapuchado, giro la mirada y miro a Camila directamente a los ojos mostrándose completamente sobria.

—Señorita, señorita, Lidia, baje, baje de allí… —Dijo Camila confundida al ver que Lidia se aferraba al hombre que montaba el caballo y se alejaban, mientras que Camila tomaba rápidamente uno de los caballos que allí se encontraban y los perseguía.

Lidia se aferró fuertemente al torso del hombre, quien sujeto la mano de Lidia, la cual se encontraba aferrada contra su cintura.

—Todo estará bien Lidia, no te preocupes, saldremos de aquí pronto, saliendo del palacio a salvo, te dejaré con uno de mis amigos, el té ocultará hasta que sea seguro, luego iré por ti, no te preocupes. —Dijo Cion mientras galopaba rápidamente, escuchando los gritos de los nobles alterados a sus espaldas.

Cion estaba camuflado para sacar a Lidia del palacio y llevarla con uno de los caballeros, el cual era su mejor amigo dentro del escuadrón de caballeros bronce. “Tengo que apresurarme, si se dan cuenta de que deje mi puesto puede que se levanten sospechas” pensó Cion llegando a los pocos minutos con su amigo Diego, quien tenía familiares que pertenecían a la sociedad de información del bajo mundo en el reino, estos eran mercenarios y controlaban la información importante que muchos nobles necesitaban y acudían a ellos para obtener.

—Diego. —Exclamo Cion viendo a un hombre con túnica, esperándolo en medio de la oscuridad del bosque.

—Cion, al fin llegas, no pensé que demorarías tanto. —Dijo el hombre mientras esperaba a que Cion bajara a Lidia de su caballo.