Las hermosas flores violetas me rodean mientras yo sonrío soltando un suspiro y sintiéndome totalmente libre y feliz.
-Baja de ahí o vas a lastimarte- murmura alguien debajo de mí y yo al mirar sonrío- ¿Cómo llegaste ahí arriba?- pregunta esta vez irritado.
Me encojo de hombros.
-Me siento mejor ahora, mis fuerzas han vuelto un poco y pude trepar hasta aquí yo sola- digo con orgullo.
Suelta un suspiro y se lanza contra el árbol moviéndolo un poco por lo cual debo sostenerme de él con fuerza mientras él se posa a mi lado.
-Nunca voy a entender porque esta obsesión con este árbol- dice con sinceridad.
Recargo mi cabeza contra el árbol.
-Siento que él me une a este mundo, mi madre murió hace mucho tiempo y amaba estas flores, amaba este color- le recuerdo.
Se encoge de hombros.
-No la conocí- me recuerda- Vamos, hace frío y sigues estando muy débil, además tengo que salir, debo ir a atender unos negocios- me explica.
Mi corazón se paraliza al escucharlo decir aquello y estiro mi mano para tomar la suya con fuerza.
Aparta la mano ligeramente incómodo.
-No puedes irte… No me puedes dejar aquí, él me encontraría, lo sabes- le recuerdo.
Suelta un suspiro.
-Necesito que vengas conmigo, si vienes conmigo él ni siquiera va a acercarse, no sé porque te niegas a abandonar esta casa- dice con reproche- Tal vez debería esconderte en un manicomio- dice con tranquilidad.
Una sonrisa se asoma en mis labios y lo tomo del brazo con cariño, recargando mi cabeza en su hombro mientras él me mira con asombro e incomodidad.
-Aunque sé que tu no me amas, aunque sé que yo no soy nada para ti, yo te amo con toda mi alma Peter y no importa lo que suceda, no importa lo que pase, yo siempre seguiré buscándote, yo siempre voy a estar aquí contigo- aseguro.
-¡Despierta!- escucho que grita alguien a lo lejos, provocando que abra los ojos sobresaltada.
Me encuentro en mi habitación nuevamente, mi mente se siente confundida y pesada mientras miro a un lado con sorpresa, hasta que finalmente mis ojos se topan con algo extraño y diferente, haciéndome soltar un grito involuntario.
Una mano se encuentra firme sobre la cama y el miedo me recorre el cuerpo entero.
-Si gritas te volare los sesos- me advierte alguien a mi lado y me quedo pálida y helada ante la voz masculina que me lo dice.
Giro la cabeza lentamente (o así me parece a mí) y noto a un hombre parado a mi lado, tiene una voz gruesa y por el tono de esta puedo notar que es un hombre mayor, sin embargo es algo que no me queda claro ya que tiene puesta en la cabeza una máscara de Scream.
Suelto el grito más fuerte que he proferido en toda mi vida antes de tratar de levantarme para correr, sin embargo el hombre se lanza contra mí y me tira al instante haciéndome quedar totalmente quieta cuando pone su arma en mi cabeza.
-¡Dije que te callaras zorra!- grita golpeando mi rostro con una bofetada.
En realidad la bofetada ni siquiera me dolió, se podría decir que apenas la sentí gracias a la adrenalina, pero el miedo me recorre el cuerpo entero mientras las lágrimas se derraman por mis mejillas silenciosamente y mi cuerpo tiembla con fuerza.
-Ahora levántate lentamente- dice tomándome del cabello haciéndome soltar otro pequeño grito mientras él me tira al suelo cuando no logro estabilizarme.
¿Mis padres ya habrán llegado a casa? ¿Qué hizo con mis padres si sí están aquí? ¿Y si estoy sola? Y si nuevamente… Estoy sola.
-¿Qué quieres de mí?- le pregunto en voz baja y asustada- Toma todo lo que quieras, pero no me hagas nada- pido casi con un susurro- Mis padres tienen una caja fuerte debajo de la escalera, tómala toda y llévatela, pero vete por favor…- pido.
Él sonríe complacido al escucharme decir aquello.
-Agradezco tu cooperación pequeña zorra, no te preocupes que me llevaré todo lo de valor en esta casa- asegura mirándome de pies a cabeza provocándome un escalofrío- Y claro, vamos a divertirnos un rato, no podría dejar sola y desamparada a una pobre niña cuyos padres ni siquiera se molestan en cerrar las puertas antes de dejarla dormir sola- dice arrodillándose a mi lado y tomando mi cabello con una sonrisa.
Lo aparto de un manotazo.