Me perteneces

Capítulo 7

Abro los ojos con un gran grito sintiéndome totalmente alerta y comienzo a mirar a todos lados con las manos en alto cuando siento que alguien me detiene por los hombros tratando de tranquilizarme.

-Sh… Sh… Tranquila Violeta, estas a salvo- murmura mi madre a mi lado con tono asustado y la voz patosa, haciéndome saber que estuvo llorando cuando la miro asustada- Estábamos tan preocupados por ti… Al fin despiertas, estoy tan feliz…- solloza lanzándose a mi cuerpo y estrujándome entre sus brazos.

Miro a mi alrededor desorientada y puedo notar que me encuentro en una cama de hospital, hay una intravenosa en mi brazo y mi madre se encuentra a mi lado con el rostro lleno de lágrimas y tengo una bata de hospital aún puesta.

-¿Que sucedió?- pregunto haciendo una mueca al alzar mi brazo y lastimarme con la intravenosa, tragando saliva asustada ante la visión.

-¿No lo recuerdas?- pregunta mi madre con incredulidad.

-¿Recordar…?- pregunto haciendo memoria.

Imágenes comienzan a llegar a mi cabeza, aquel asqueroso hombre con la máscara de scream, a Peter en mi habitación... Su monstruosa transformación.

Suelto un jadeo de admiración y llevo una mano a mi cuello involuntariamente recordándolo como última imagen lanzarse a la garganta de aquel hombre, pero al sentir mi cuello, noto que no hay nada ahí.

Alguien toca la puerta seguido de abrirse al instante.

Suelto un jadeo cuando veo a Peter entrar con una sonrisa en los labios al ver mi cara llena de pánico y puedo observar que lleva la misma ropa que llevaba por la noche, pero claro, sin ningún tipo de rastro de sangre, aun así haciéndome saber que paso aquí la noche conmigo y aquello me hace estremecer del miedo.

-Oh es un alivio que estés despierta al fin- dice con un tono de voz que finge estar preocupado pero puedo escuchar la diversión escondida en su voz.

Mi madre se levanta al instante y lo mira con adoración.

-Oh Peter...- dice mi madre con cariño posando una mano en su brazo- Le has traído flores... eres un verdadero amor- dice con felicidad mientras que Peter simplemente la mira, no parece muy feliz de escucharla dirigirse a él directamente sin embargo no dice nada.

Hasta el momento no había notado el ramo de flores que Peter traía en su mano derecha y al ver mi reacción llena de horror sonríe son suficiencia.

-Eso es lo que intento señora- dice guiñándome un ojo y apartándola de su brazo como si repudiara el simple tacto y yo me encojo en mi camilla asustada.

-Es una suerte que Peter estuviera en su caminata nocturna cuando el atacante entro a la casa, de otra forma no quiero ni pensar en lo que hubiera pasado- dice mortificada mi madre- Y tú que desconfiabas tanto de él… Deberías estar avergonzada y muy agradecida- me reprocha y yo miro con el ceño fruncido a Peter dispuesta a atacarlo, sin embargo él habla primero.

-Señora- dice rápidamente- Si me lo permite, me gustaría hablar un momento con Violeta- dice a mi madre y el pánico me entra- A solas- le deja en claro.

-Mamá no...- comienzo a decir pero ella no me presta la más mínima atención, simplemente asiente con la cabeza y se levanta, saliendo de la habitación de forma directa sin decir una sola palabra.

El pánico me cala hasta los huesos cuando se sienta a mi lado tomando el lugar de mi madre, puedo verlo examinarme de pies a cabeza  con detenimiento, incluso puedo jurar que veo alivio en sus ojos cuando nota que estoy intacta.

Me extiende las flores sin más.

-Para ti- dice con una sonrisa.

Tomo las flores al instante, pero antes de poder lanzarlas contra la pared, él me las quita como si tuviera todos mis movimientos calculados y las pone en un jarrón a mi lado, aspirando con dramatismo el aroma que emanan.

-Vaya- dice con sorpresa- Salve tu vida y tú solo puedes responder así, incluso te traje flores y tú estabas a punto de lanzarlas lejos, vaya chica- dice con sarcasmo y yo lo fulmino con la mirada.

-Se lo que hiciste y se los diré a los demás- digo molesta- Vi cómo te lanzaste a la garganta de ese hombre, vi cómo te transformaste... en... ¡En un monstruo!- grito un poco más fuerte de lo que pretendía y él solo me mira divertido.

-¿Te estas escuchando cariño?- me pregunta girando su dedo alrededor de su oreja diciéndome loca- Te diste un fuerte golpe en la cabeza, pobre pequeña, menos mal que la policía y los reporteros ya han hablado conmigo y con tu madre, de otra forma saldrías en primera plana como "NIÑA LOCAL ACUSA A SU SALVADOR DE SER UN MONSTRUO"- dice en forma teatral estirando los brazos frente a él haciendo un cartel imaginario.




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