Al caer la noche Jacobo y Rosali se despiden en el café y cada quien va a su casa, pero Rosali no puede sacar de su cabeza a Frederick Wilson.
Al cabo de unas horas luego de haber cenado con su familia y lavar los trastes Rosali decide irse a la cama ya que al día siguiente había que trabajar, pero sus ojos nunca se quitaron de su celular con la idea de que Frederick le volviera a escribir y en un instante recibe un mensaje de Frederick.
–Señorita Rosali buenas noches! Espero que ya se encuentre en su casa, disculpe la tardanza me tomó más tiempo de lo previsto.
–Hey! Buenas Noches, sí ya estoy en casa y tú, ya cenaste?
–Si, ya lo hice, pero estoy mejor ahora que me encuentro hablando con usted. ¿Cómo le fue en su día?
–Todo muy bien gracias, al salir me reuní con Jacobo, es mi mejor amigo y el único que tengo desde que me mudé a ésta cuidad.
– Oh, interesante. Entiendo, no eres de la ciudad...
–No, jóven Frederick Wilson, soy del campo me tuve que mudar a la ciudad debido a la universidad, tengo que seguir estudiando y por esa razón mis padres me enviaron aquí.
–Que no tenías a tus padres aquí en la ciudad?
Rosali– Bueno digamos que tengo dos familias y 2 papás y 2 mamás y una hermana menor jajajaja.
–Frederick: Entiendo...Me parece interesante.
Rosali – Y cómo te fue hoy?
Frederick – Bastante bien y con usted en mi cabeza señorita Rosali, sabes las cosas que tengo que hacer y aún así usted interrumpe mis pensamientos a cada momento.
Ante tan repentina declaración Rosali no sabía que responder, a lo que asustada le dijo:
Rosali –Lamento ser piedra de tropiezo de alguién que apenas conozco. Es tarde de la noche Frederick me iré a dormir, espero que tengas buen descanso, hasta mañana.
Frederick – Hasta mañana dueña de mis pensamientos. Espero que también tenga lindos sueños.
A la mañana siguiente Rosali se despierta como de costumbre y mira su celular con la plena intensión de ver si Frederick le había escrito y justamente cuando baja su celular llega el mensaje que deseosa e incredulamente quería recibir.
Frederick –Dueña de mis pensamientos, espero que esté bien Buenos Días!
Rosali – Buenos Días, si, estoy bien gracias y usted.
Frederick – Ya le dije, con usted en mi cabeza, aparte de eso todo bien.
Antes de que Rosali le responda él le sigue escribiendo.
Frederick – Que tengas lindo día Señorita Rosali, tengo ocupaciones que atender.
Dejando así a Rosali sin palabras.