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Niall abrió la puerta, los gritos de sus padres sonaron fuertemente, estaban en la parte trasera, Niall asustado fue directo a su habitación, cerró con seguro, odiaba estar ahí, los ritos siguieron por varias horas mientras él hacía sus tareas o cualquier otra cosa sin hacer ruido para no llamar la atención de nadie después los gemidos de ambos provenientes de la sala se escucharon, no tenían nada de pudor, Niall aborrecía todo de estar ahí, si Zayn siguiera siendo su novio el no estaría ahí, pero claro, él resultó ser un infiel de primera.

Niall tomo una mochila, todo el dinero que tenía guardado lo colocó ahí, tomo las galletas y todo los alientos que tenía escondido, metió ropa, no tenía mucha por lo cual dejó muy pocas, tomo la crema para sus moretones.

Salió de su cuarto por agua, no quería pero no tenia opción, sintió un jalón del pelo y gimió de dolor, su cuerpo fue mandado al suelo, frente a él se mostro su padre, bueno si así se le podía llamar, le pateó fuertemente en el estómago y en la cara, le pateo hasta que se canso, Niall no podía hacer nada, sus fuerzas se habían ido, el padre le escupió y susurro ‘marica’ para irse dejando al chico ahí tirado y sangrado, después de un tiempo Niall recuperó un poco de fuerzas y se paro, tomo un poco de agua, su labio ardió, lo tenía roto, fue a su habitación, colocó el seguro, tomó su mochila y aunque le dolió se la colgó a la espalda.

Sin hacer ni un ruido salió por la ventana, algo que le dolió como mil demonios pero era lo mejor, al estar fuera con dolor camino lo más rápido que pudo hacia la casa abandonada, al estar dentro fue al mismo cuarto de la vez pasada, había agua y él se lavó la cara, limpio todas sus heridas y se acostó, relajándose, a pesar de que estaba todo adolorido él se sentía seguro ahí, no habría más golpes.

Esa fue su primer noche libre, feliz, dumio tranquilo y con una sonrisa, esa fue la noche que su vida cambiaria para bien.

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La casa no estaba del todo abandonada, había alguien vigilándola, ella había visto al chico rubio entrar y realmente se compadeció del chico, estaba muy golpeado, le tomo unas fotos y se las envió al dueño de la casa. No se distinguía muy bien porque era de noche.

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Un mensaje de noche le sorprendió, vio la foto y el mensaje adjunto, decidido se planeo ir al siguiente día a la casa, debería ver qué pasaba ahí y solucionarlo de la mejor manera.

Suspiro agotado, había sido un día largo de trabajo, suspiro y se acomodo en su cama, la comodidad que desprendía tal era inmensa, claro que valía todo lo que había pagado por ella, cerró los ojos y durmió plácidamente.

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Los rayos del sol traspasaban las desgastadas cortinas, la luz era ya de una mañana agradable, Niall empezó a sonar la melodía de su teléfono, no era el mejor, se lo había comprado y por lo tanto consiguió uno muy barato, quito la alarma, se movió lentamente, su cuerpo le dolió horrores, suspiro adolorido, sus se levanto con dolor y fue al baño, vio su rostro en el espejo (después de limpiarlo claro) su rostro estaba en su mayoría en tonos morados, sus labios estaban abiertos, había restos de sangre seca, tomo agua y se limpio, fue a su mochila y sacó una pomada, se la colocó con cuidado, después de terminar se unto en varias partes donde habían moretones, como el estómago.

No quería ir luciendo así a su escuela, salió de la casa hacia el paso de enfrente, había una cerca y se sintió seguro, se recostó, no le importaba que el sol le diera en el rostro, simplemente cerró los ojos y se relajo, su cuerpo estaba resintiendo mucho los golpes y apenas y podía caminar decentemente.

Sin pensarlo ni tenerlo planeado se quedó dormido justo ahí.

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Suspiro gustoso, sentía un suave rose en su mejilla que le hizo estremecer, ebrio los ojos asustados después.

“Hola, ¿Qué haces aquí?” la voz grave sonó y él aturdido por la luz apenas lograba abrir los ojos un poco.