EL LABERINTO DE LA MENTE

Dylan está en su habitación, sentado frente a un espejo y mirándose con una expresión vacía. De repente empieza a escuchar voces que le dicen cosas horribles y lo acusan de ser un monstruo como ellos. No puede soportarlo más y sale corriendo de la casa sin saber dónde ir...

El chico corre desesperadamente por las calles, sin saber dónde ir o qué hacer. En su mente sigue escuchando las voces y viendo a la gente que lo rodea como monstruos horribles. De pronto ve una sombra en el camino y cuando se da vuelta, ¡hay un hombre parado frente a él!

El hombre mira a Dylan con una expresión extraña y se acerca lentamente. El chico intenta retroceder, pero el hombre lo agarra del brazo y le dice: "Ven conmigo, te ayudaré a controlarte".

Dylan se deja llevar por el hombre y empieza a sentir una sensación de tranquilidad. Por fin alguien lo está escuchando y le promete ayudarlo con su problema. Sin embargo, pronto descubre que el hombre no es quien dice ser...

El hombre lleva al chico a un lugar apartado y le muestra algo que no esperaba. Es una habitación llena de cuerpos desmembrados, algunos todavía sangrando por las heridas.

"Estas personas eran malvadas": dice el hombre con voz tranquila. "Yo también soy así, pero puedes confiar en mí porque quiero ayudarte".

Dylan se siente confundido y asustado, pero también intrigado por lo que está viendo. Sabe que no debería estar en ese lugar ni con ese hombre, pero algo dentro de él le dice que esto es correcto. "¿Cómo puedes ayudarme?", pregunta el chico nervioso.

El hombre le responde: "Voy a enseñarte cómo eliminar a los monstruos de este mundo. Ya no tendrás que preocuparte por las voces o por ver personas horribles donde no hay nadie". Con esas palabras, el chico siente una gran esperanza y decide confiar en su nuevo mentor...

A lo largo de las semanas, Dylan aprende a reconocer los verdaderos monstruos y a eliminarlos con facilidad. Su nuevo mentor le enseña cómo usar armas y como manipular la mente de las personas para hacerlas pensar que son peligrosas. Con cada persona que elimina, su confianza crece más y más...

Sin embargo, la madre de Dylan empieza a preocuparse por su hijo y decide buscarlo. Cuando lo encuentra en un lugar abandonado con muchos cadáveres, no puede creer lo que ve...

La madre se queda paralizada por unos segundos, sin saber qué decir o hacer. Finalmente decide acercarse a su hijo y lo abraza con fuerza. "Hijo mío, ¿qué estás haciendo aquí?", pregunta mientras llora desconsoladamente.

Dylan intenta explicarle a su madre lo que está pasando, pero ella no parece entender. Sigue llorando y le dice: "Esto es una locura, tienes que dejar de hacer esto". Sin embargo, el chico ya ha perdido la capacidad de escuchar razones y se vuelve contra su propia madre...

La madre intenta defenderse, pero no puede contra la fuerza de su hijo. Finalmente termina desangrándose en el suelo mientras él se queda mirando con una expresión vacía...

Después de la muerte de su madre, el chico se da cuenta del horror que ha cometido y empieza a sentir remordimiento. Sin embargo, es demasiado tarde para cambiar las cosas y ya no puede volver atrás...

Dylan decide huir y ocultarse, pero no puede evitar sentir la culpa que le consume. Sabe que lo que ha hecho es terrible y se pregunta si algún día podrá redimirse...

Con el tiempo, el chico empieza a sentir que la culpa lo está consumiendo y no puede seguir viviendo con ella. Siente una fuerte necesidad de acabar con su vida para poder liberarse del peso de sus acciones...

Finalmente Dylan decide suicidarse. Antes de hacerlo, se sienta en una habitación vacía y empieza a escribir un último mensaje para sus amigos y familiares...

El mensaje dice: "Lo siento mucho por lo que hice, no quería hacerlo pero ya era demasiado tarde. Espero que me perdonen y puedan seguir adelante sin mí. Siempre los quise". Con esas palabras, el chico se despide de su familia y sus amigos para siempre...

Cuando la familia y amigos de Dylan reciben el mensaje, se sienten devastados. Aunque no pueden cambiar lo que ha pasado, deciden honrar su memoria de alguna manera...

Algunos de ellos crean un memorial en honor al chico, mientras que otros deciden seguir adelante con sus vidas y recordarlo siempre. Aunque la muerte del chico es una tragedia, también sirve como lección para todos sobre las consecuencias de nuestras acciones...

PUNTO DE VISTA DE LA MADRE:

Dylan tiene 7 años y su madre empieza a notarlo que estaba actuando de manera extraña desde hacía un tiempo. El niño se comportaba de forma distante y tenía pesadillas constantes, además había empezado a escuchar voces...

Después de varios intentos, la madre del Dylan decidió llevarlo a un psicólogo. El profesional les explicó que su hijo estaba pasando por una etapa difícil y le recomendaron que lo apoyara durante este momento...

La madre siguió apoyando a su hijo y trató de mantener una actitud positiva, aunque era difícil verlo en esa situación. También intentó que Dylan se relacionara con otros niños para ayudarle a superar sus problemas...

Sin embargo, las cosas empeoraron cuando el niño a medida que crecía comenzó a mostrar comportamientos violentos y agresivos con otros niños en la escuela. La madre no sabía cómo ayudarlo porque su hijo se había convertido en una persona completamente diferente...

La madre estaba muy triste y frustrada por la situación, pero no se rindió. Continuó apoyando a su hijo y buscando ayuda profesional para poder encontrar una solución al problema...

Finalmente, la madre y el psicólogo llegaron a la conclusión de que Dylan necesitaba un tratamiento más intensivo. El niño fue internado en una institución especializada para tratar problemas como los que él estaba experimentando...

La madre visitaba a su hijo regularmente durante el tiempo que estuvo internado y se esforzó por mantener una actitud positiva, aunque era difícil verlo en ese lugar. También hizo todo lo posible para apoyar al personal médico y los terapeutas de la institución...