“Riiing, Riiing, Riiing, Riiing, Riiing”
Quinto tono.
Al quinto tono; Nick, Cancelo la llamada. Era la tercera vez en el día que trataba de comunicarse con su prometida y esta no respondía.
¿Tan difícil era contestar una llamada?
En ese momento. El Empresario estaba en su departamento mirando con molestia su teléfono. Ese día se había tomado la tarde porque habían quedado con Olivia para comenzar a planear su boda.
A su prometida se le había instalado, entre ceja y ceja, que quería planear su boda paso a paso. Pero para lograrlo tenían un gran problema.
Tiempo.
Últimamente Olivia no tenía casi nada de tiempo y el poco que tenía se lo dedica a él.
En ese momento; Nick se rindió y dejo de tratar de comunicarse con ella. Era claro que le daría un plantón esa tarde.
Esperaba que por la noche, Olivia le diera una buena explicación.
Ese pensamiento le dio risa. Ahí estaba. Él. Sólo en su departamento. Pensando porque su prometida llegaría tarde.
Acaso ¿Esas cosas no deberían de pasar hasta que estén casados? Las llegadas tarde, sin avisar al otro.
—Ay Olivia Miller— suspiro Nick— Espero una buena respuesta— susurro a la soledad de su apartamento.
No muy lejos de ahí. Se encontraba Olivia tratando de resolver unos problemas en bodega de la empresa Harrison. Al parecer; alguien había hecho un pedido con los apliques diferentes al diseño de Paige.
Pero como su jefa no estaba, ella misma debía buscar la manera de solucionarlo.
— ¿Cómo es posible? Saben que está temporada nos encontramos contra reloj. ¿Cómo se pudieron equivocar?— le reclamó al supervisor de los pedidos.
—Fue un error en la serie. Señorita Miller. El proveedor ya fue notificado.
— ¿Cuánto tardarán en hacer el cambio?— Pregunto presionando el puente de su nariz mientras cerraba los ojos.
—Dos semanas.
—Debe de ser una broma— Exclamó derrotada. El cambio se realizará en víspera de la presentación final. No tendrían tiempo para realizar las pruebas.
— He insistido mucho, pero es lo más próximo que lograron agendarlo.
— Está bien. No tenemos otra opción.
Giro sobre sus talones sin despedirse y salió del área de bodega. Estaba muy molesta.
Tomó el asesor y subió hasta su piso.
Esos meses habían sido muy estresantes para ella. Con el nacimiento del pequeño Erick, su jefa se había tomado unas pequeñas vacaciones por el bebé.
Ya que en el estado de New York no existe una política que determine la baja de maternidad, Paige decidió utilizar sus vacaciones. A pesar de que la empresa fuera de su familia y podría faltar lo que ella desee.
Como amiga, estaba muy feliz por verla tan alegre con sus hijos. Pero como su asistente se sentía agotada. Ahora el trabajo de ambas había caído en parte sobre ella. Las reuniones, presentaciones, recibimiento de materiales, aprobación de diseños, entre otras. Eran algunas de las actividades de las que actualmente se hacía cargo.
Había necesitado contratar a una chica para disminuir la carga y poder cumplir con todos los compromisos, pero aún era nueva y había cosas que no podía pedirle por falta de experiencia.
En el camino, busco su móvil en su chaqueta pero no lo encontró.
Llego a su escritorio y rebusco entre los documentos hasta encontrar su celular. Pero cuando iba a revisarlo su intercomunicador comenzó a soñar.
— Departamento de Supervisión...
—Olivia. El gerente de una de las divisiones de la empresa Bablu, quiere hablar con la señora Ambrosetti. Está en la línea 8. Ya le informé sobre las vacaciones de la señora así que ha pedido comunicarse contigo.
—En este momento me comunico con él.
Una hora después. Olivia tomaba asiento frente a su ordenador. Se sentía cansada. Muy cansada. Era mucho trabajo para ella. La chica nueva, cuyo nombre era Adriana. Trataba de aprender lo más rápido posible para poder ser de ayuda.
Pero Olivia sentía que tardaba una eternidad.
En ese instante su celular comenzó a soñar. Lo busco este las carpetas hasta dar con el aparato. Una foto de Nick y ella abrazados brillaba en la pantalla.
—Mi Amor – Saludo alegre de poder hablar un segundo con el— Saldré dentro de una hora. Me estoy volviendo loca por salir de aquí.
—A esa hora iré a recogerte— dijo únicamente.
Esa respuesta tan seca, dejó preocupada a Olivia. Conocía a Nick y Sabía que estaba molesto.
Giro su rostro y observo el calendario. Era viernes.
—“LA BODA”— grito su mente.
El recordatorio de Nick y ella poniéndose de acuerdo para tomarse esa tarde, llegó a su mente.
— ¡Mierda! Amor. Perdón. Olvide que habíamos quedado hoy— Se disculpó cubriéndose sus ojos con la mano— Lo siento. Prometo compensarlo…