—Nick. No quiero hablar sobe el ¿Si? — aseguro tratando de cerrar esa conversación.
Nick suspiro. Sabía que decir la verdad no le sería fácil. Y la renuente negativa de Olivia solo lo confirmaba.
—Sé que no es un tema agradable…
—Nick. Por favor. No quiero hablar sobre él. En mi pasado hay dos personas en las que prefiero ni pensar. Y mi padre es una de ellas.
Estaba muy molesta y él lo sabía. No lo dejaría hablar así que tendría que ser más directo.
— Lo sé. Pero lastimosamente hay algo que debo decirte— Olivia se enderezo en su asiento— hace unos meses, averigüe donde se encuentra tu padre.
Ella se levantó del sofá y se alejó de él.
—No quiero saber nada.
—Fui a verlo…
— ¡¿QUE?! Pero… ¿cómo se te ocurrió hacer eso?— reclamo
Tomo el folder y se lo tendió.
—Sé que no quieres saber nada. Pero quería darte la oportunidad de al menos hablar con él de nuevo. Tus padres son la única familia que te queda Olivia.
—Por supuesto que no – lo miro dolida— nos vamos a casar, Nick. Tú eres toda la familia que necesito. No quiero saber nada de él, ni de mi madre. Ellos no son mi familia— exclamó furiosa.
—Mi amor escucha…
—No. Tú escucha. Para mí, Walter y Caroline Miller están muertos. No tengo nada que hablar con ninguno de los dos.
Aseguro con la furia recorriéndola. No quería hablar de ellos y menos con ellos. Los odiaba. Los odiaba como creía nunca poder odiar a nadie más.
— ¿Y si te dijera que tu padre quiere verte?— soltó de un solo dejándola paralizada en su sitio.
—“Su padre quería verla”— repetía una y otra vez su mente.
—Sé que en este momento me estás matando de veinte formas diferentes en tu mente – dijo Nick colocándose en pie— y dejaré que me golpees después de esto. Pero solo te pido que me escuches—dijo acercándose a ella con cuidado.
Olivia se cubrió los labios cuando estos comenzaron a temblar del enojo. Negó con la cabeza.
—Cometí un error al no aceptar que no querías saber nada de tu pasado. Y no te voy a obligar a revivirlo. – le tomo las manos y noto el leve temblor en ellas. Se maldijo por eso – si no quieres verlo, es tu decisión. Pero al menos quiero darte la oportunidad de elegir.
Olivia lo observo con furia y miedo. Sentía que toda esa noticia había sido a arrojada sobre ella sin un aviso. Comenzó a negar.
—Mírame— le tomo las mejillas haciendo que sus ojos se encontraran— Eres la mujer con el carácter más fuerte que he conocido; pero abajo de eso, hay ser humano dulce y amoroso. No debes mantener todo ese odio y rencor contra tus padres. Porque al hacerlo solo te dañas a ti misma.
Le aparto un cabello de su frente.
—Noto en tu rostro como sufres ante su mención. Veo como evitas hablar de ellos. Como decidiste nombrar a tus abuelos como padres para borrarlos de tu vida…
—Ellos me borraron primero. ¿Por qué no puedo hacer lo mismo?
—Porque tú no eres así. Te veo sufrir al recordarlos, al pensar en lo que te quitaron. Pero tú misma has reconocido que la vida te ha recompenso dándote un nuevo hogar junto a tus abuelos – le borro algunas lágrimas de las mejillas— pero eso no eliminara el dolor hasta que lo enfrentes. Y eso es lo que quiero para ti. Darte un nuevo inicio. Tú me has enseñado a ver el mundo de otra forma y ahora quiero hacerlo contigo.
Ella lo observo tratando de detener las lágrimas a pesar de que era imposible. Escuchaba las palabras de Nick pero su cerebro se negaba a aceptarlas. Sabía que vivir con el rencor dentro de ella no era bueno pero… ¿Cómo podría perdonar el abandono? ¿Cómo perdonar tantos años esperando alguna visita pero solo recibía alguna que otra postal?
Su madre y su padre le habían demostrado a no esperara mucho de las personas por que estas siempre terminaban decepcionándola. Sus abuelos habían cambiado eso. Eran ellos, a las únicas personas que de verdad amaba.
Pero eso no eliminaba el odio que también sentía. A pesar de ya no sentir nada por sus padres biológicos, el rencor seguía ahí. Latente. Marchitándola desde adentro.
—Yo…— comenzó a decir calmando su respiración— Quiero saber qué ocurrió cuando fuiste a verlo—pidió alejándose de él.
Nick suspiro al sentir sus brazos vacíos. Ella se alejó y tomo asiento en el sofá. Se acercó y se arrodillo frente ella antes de tomarle sus manos entre las suyas. Necesitaba mantener contacto, aunque fuera mínimo, para darle consuelo
—No fue una reunión excepcional. Tu padre se encuentra recluido en el Bainbridge Nursing, en el Bronx. Hable con su enfermero y tal parece que tu pare sufrió un derrame cerebral hace unos años. Su mente no se vio muy afectada pero su movilidad sí.
Derrame. Recluido. Geriátrico.
Eran palabras que no había esperado escuchar.