Me Tienes Ahora. Saga: Nyc N° 4

Capítulo 17

— ¿Sabes algo? – Las lágrimas corrían por su rostro— Cada sábado te espere. Me sentaba en las gradas del vestíbulo a esperarte. Caroline me decía que no llegarías, pero yo sabía de qué si, de que irías a buscarme para estar el fin de semana juntos— recordó esos momentos tristes— Pero nunca llegaste. Siempre me quedaba dormida en las gradas esperándote; yo…—sollozo— solo quería ver a mi papá. Que él me abrazara y me dijera que todo estaría bien. Pero nunca llegaste. Y yo…—respiro tratando de tranquilizarse— solo quiero saber el por qué. Quiero saber el motivo por el cual nunca fuiste a buscarme.

Eso era todo lo que quería.

Respuestas.

—Por orgullo.

Dos palabras, cuatro silabas, un significado.

—Me sentía traicionado y molesto. Debido a tu testimonio, tu madre logro beneficiarse con nuestro divorcio. Los bienes le fueron entregados y el dinero que debía pagar por ti aumento. Me convencí de que no me necesitabas. Habías elegido apoyar a tu madre, y el orgullo ganó sobre la lógica.

Una mueca cínica adorno sus labios.

— ¿Enserio fue tu orgullo herido lo que hizo que dejaras de lado a tu hija?

—Querías la verdad. Podría mentirte y hacerme la víctima para que me perdones. Mírame Olivia.

Levemente movió su cabeza. Ella noto como ese simple movimiento se le dificultaba.

—Estoy consciente de que mi tiempo se termina. Mi cuerpo ha sufrido mis malas decisiones, y simplemente quiero aclarar todo. He estado pensando en ti desde tu última visita. Sé que no fue justo haberte culpado por lo que hizo Caroline. Y te pido perdón por eso. No he sido muy justo contigo. Fuiste la única que salió dañada de todo lo que ocurrió.

Olivia se limpió las lágrimas molesta. No quería parecer débil.

—Siempre me dije que el hecho que las mantuviera económicamente, sería suficiente. La casa, el dinero, todo lo que tenían yo se los había dado. Por eso me siento aún más molesto de saber que todo eso no está en tu poder. Al irte con tus abuelos, todo debió pasar a manos de ellos. Administrarlo para tu uso.

—Caroline tenía planes diferentes. No sé qué ocurrió, pero mis abuelos nunca recibieron nada. Ellos simplemente me querían a mí, me salvaron del desastre en el que ustedes me habían hundido. Sé que mi abuelo se trató de poner en contacto contigo en una ocasión.

Walter miro hacia la pared recordando su pasado.

—Fueron varias ocasiones. Pero me negué a hablar con él. No teníamos ningún asunto pendiente. Ahora comprendo que tal vez quería avisarme del pago de la manutención…

—No. Estas equivocado. Él no quería tu dinero— dijo Olivia con la voz tensa— si te llamo fue por mí. Me encontró llorando algunos sábados porque estúpidamente creía que al vivir con ellos tú llegarías a verme. Y así fue como la historia se repetía, tu no llegabas, me desilusionaba, lloraba me dormía. A la siguiente semana era lo mismo. Mi mamá no llamaba y no sabían cómo comunicarse con ella. Por eso mi abuelo se trató de comunicar contigo. El solo quería hacerme feliz.

Olivia recordó la noche que bajo por agua y escucho a sus abuelos hablando en la cocina. Su abuelo contaba sobre la negativa de Walter a hablar con él y como Caroline solo daba largas sobre visitarla. Ellos estaban preocupados por su salud mental. Escuchar como planeaban y buscaban las maneras de ayudarla la hizo sentir querida. Tenía a personas que se preocupaban por ella; a las que de verdad les importaba.

—Si te aclaro esto es porque no quiero que pienses que mis abuelos quería la maldita manutención. El solo quería convencerte de visitarme. Se preocupaba por mí.

—Yo también me preocupaba. Pensaba que todo estaba bien.

—y tu orgullo evito que lo comprobaras.

Ella asintió con molestia y pesar. Había dejado de llorar. No podía mentirse y decir que comprendía a su padre por qué no lo comprendía. No se podía imaginar en la misma situación y olvidar tan fácil a su única hija. Pero fue en ese momento que se dio cuenta de algo. Toda la vida había temido ser como su padre, estar en una relación y no saber valorara a la otra persona hasta el punto de engañarla. Y es ahí donde son diferentes; su relación con Nick ha sido una montaña rusa de buenas y malas épocas. Has sufrido pero han sido felices. Aun en los peores momentos, jamás ha sentido su amor por el disminuir. A pesar de las discusiones, peleas o reconciliaciones. Siempre buscaban la manera de mantener su relación estable.

Su padre se había rendido. Ella no era como él, lucharía por su matrimonio si este llegara a tambalear. Protegería a sus hijos ante todo y sabía que ni ella ni Nick los dejarían de lado nunca.

—Me equivoque. Ojala hubiera hecho las cosas diferentes. Pero él hubiera no existe y yo no puedo regresar el tiempo. Solo me queda apelar a tu lastima.

Dijo Walter con pesar en la voz.

—No me merezco tu perdón hija. He sido el causante de mucho de tu sufrimiento, pero yo también he sufrido y ahora ya no me queda tiempo. No quiero pedirte nada. Sé que moriré dentro de estas paredes, pero el día que lo haga, quiero recordarte. Quiero saber que al menos logre conocer a la mujer en que te has convertido. Un par de visitas cuando no estés muy ocupada. Solo para hablar. Esa ha sido mi intención desde que ese muchacho vino por primera vez. Quiero  que me permitas conocerte.



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En el texto hay: boda, perdon, amor

Editado: 10.02.2020

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