Me Tienes Ahora. Saga: Nyc N° 4

Capítulo 24

La hora había llegado.

Nick estaba junto al oficiador  con sus amigos al lado. En unos minutos Olivia caminaría por entre las sillas hasta llegar a él.

Amanda estaba en la entrada de la terraza evitando que Olivia se asomara antes de tiempo.

Estaba nerviosa ya que caminaría sola y no tendría en quien apoyarse si sus piernas comenzaban a fallarle.

Walter se encontraba sentado  en uno de los laterales con su enfermero al lado. Estaba un poco ansioso por ver a su hija. A pesar de que no lo aceptaría en voz alta. Había guardado cierta esperanza de que su hija le pidiera que la entregara en el altar.

Pero él no había formado parte de su vida y no tenía la potestad para entregarla a su esposo. Así que estaba agradecido por al menos haber sido invitado y poder verla formar su familia.

Por su parte, Caroline se encontraba hablando con los de seguridad.

—Señora. Sin invitación, no puede entrar.

—Usted no entiende. Tengo invitación, pero la deje en casa.

—Solo hago mi trabajo. Y sin invitación no puede ingresar a la boda.

Caroline no sabía qué hacer. Tenía que entrar...tenía que ver a Olivia por lo menos vestida de novia.

—Escuche. La que se está casando, es mi hija. No puedo perderme su boda— rogo Caroline.

—No puedo señora. Tenemos órdenes claras de parte del equipo del señor Dolce para no dejar pasar a nadie. Varios periodistas han tratado de ingresar y nada me asegura a mí que usted no es una de ellos.

—Míreme ¿Parezco una periodista? — Dijo confundida. ¿Por qué periodistas tratarían de estar en la boda de su hija?

—Señora. No puede pasar. Le pediré que se retire.

—Por favor. Usted debe ayudarme. Hace años abandone a mi hija. Sé que fui una cobarde porque jamás busque lo mejor para ella si no lo mejor para mí. He cometido muchos errores y el día de hoy no quiero cometer otro. Es la boda de mi hija, mi única hija. Le ruego que me deje pasar.

El guardia observó a Caroline con una mezcla de desconfianza y pena. ¿Y si esa mujer no mentía?

Dio una mirada a los otros encargados y noto que no lo estaban monitoreando.

—Escuche señora. Tengo reglas que seguir y no quiero perder mi trabajo por esto. — Dijo dejando a Caroline con un nudo en la garganta— Solo puedo decirle que soy algo distraído… y cualquier persona podría… colarse por ese lado atrás de las cortinas. — Señaló con cuidado.

Ella lo miró muy agradecida.

—Pero debo advertirle que si la atrapan, no podré hacer nada. Tenga cuidado.

Caroline asintió y con cuidado de deslizó por uno de los lados mientras el guardia observaba a sus compañeros.

Lo había logrado.

Comenzó a subir hacia la terraza donde se estaría realizando la boda cuando el inicio de la marcha nupcial la alertó. Aceleró el último tramo y logró llegar a tiempo para ver cómo su hija salía por los ventanales para quedar frente al pasillo.

Por suerte ella había quedado aún en el pasillo observando todo atreves de las ventanas con cortinas de los extremos.

Observó a su hija y no pudo evitar contener sus lágrimas. Su pequeña está hermosa. Esa tiara y su cabello suelto la hacían ver angelical. Le sorprendió no ver a su padre a su lado pero no le molestaba en absoluto. Walter tampoco había obrado bien con ella.

Todos los presentes la observaban con emoción.

Cuando Olivia coloco un pie a la vista de todos sintió como los nervios se concentraban en sus rodillas. Observaba a los invitados para luego desviar su mirada a Nick. Se veía hermoso con su traje de gala y pajarita.

"Mi futuro esposo" — Pensó Olivia sintiendo un calor en el pecho.

Comenzó a caminar entre sonrisas y llanto de algún espectador.

Walter al ver a su única hija salir como una novia lo habían alterado. Su condición no le permitía sollozar pero una que otra lágrima ya rodaba por su mejilla al ver a su pequeña caminar sola por el pasillo. En otra circunstancia le hubiera encantado llevarla hasta el altar y entregarla al hombre que amaba.

Hubiera disfrutado de ponerle las cosas complicadas a ese muchacho mientras trataba de ganárselo como suegro. Asegurarse que mereciera a su hija. Pero nada de eso le correspondía.

Había perdido el derecho al abandonarla.

A pesar de todo. Estaba agradecido de estar ahí y ver cómo su hija se casaba. Ver esa sonrisa en su cara lo era todo para él en esos momentos; después del daño que le había causado.

Por su parte, Nick estaba eufórico observando a su Dulce prometida caminar hacia él. Esa abertura en su pierna dejaba su muslo a la vista alegrándole los ojos. Sus manos sostenían fuertemente el ramo. Se veía demasiado sublime, más aún que todos sus sueños juntos.

Si en ese momento le preguntarán si la espera de un año había valido la pena; en definitiva contestaría que sí.

—"Cada maldito segundo de cada maldito minuto, de cada puta hora"

—Ya no hay vuelta atrás amigo— dijo Ehan a su lado observando a Olivia acercarse.



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En el texto hay: boda, perdon, amor

Editado: 10.02.2020

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