Desperté de mi hermoso sueño por culpa de unos golpes en la puerta de mi cuarto- y yo tan irritada como toda chica por la mañana cuando la despiertan, solo pude gritar-¡déjame en paz quiero dormir!
-Deberías despertar ya dormilona es hora de que vayas al instituto-como no lo imagine tenia que ser mi hermano molestándome siempre cuando duermo-llegaras tarde baja ya.
-Si, si ahora bajo ahora largo de aquí-con la mayor pereza de mi vida me levante de mi preciada cama directo al baño para ducharme y bajar a desayunar.
Opte por unos jeans oscuros y una blusa de rayas turquesa, acomode todo lo que necesitaba para el día de hoy y baje enseguida a desayunar, allí ya se encontraban mi madre y mi fastidioso hermano, salude como de costumbre a mi mama y a el le lance una mirada de querer matarlo por haberme despertado.
-Hija sino te das prisa llegaras tarde a clase el primer día-dijo mi madre con cariño, adoraba a esa mujer ha estado con nosotros dos desde que mi padre nos abandono cuando yo solo tenía seis años y mi hermano 9-recuerda que me gusta que sean puntuales.
-Si mama, calma ya casi termino mi desayuno, pero recuerda que odio levantarme temprano y más si se trata para ir a clases- que puedo hacer odio despertarme tan temprano, soy toda una perezosa – y ya sé que no te gusta que lleguemos tarde, no lo hare.
-Eso espero cariño – fue lo único que dijo antes de despedirse de nosotros para luego salir directo hacia su trabajo.
-Oye pitufa te podrías dar prisa no quiero llegar tarde hoy-y como siempre hablaba el señor mandón- sino te apuras te dejare aquí y llegaras tarde de verdad.
-¿A quién llamas pitufa? Insecto fastidioso-siempre buscaba la manera de hacerme enojar aunque yo sabía que solo lo hacía porque le causaba gracia que yo me enojara con él, aun así lo quiero- ya estoy lista vámonos.
Me subí al auto de mi hermano y empezamos el trayecto por todo la ciudad de Londres hasta llegar al instituto, me coloque mis audífonos y le di play a mi lista de reproducción empezó a sonar mi canción favorita Ghost Of You de 5 Seconds of Summer, no me di cuenta de cuando llegamos al instituto hasta que mi hermano me saco de mis pensamientos para avisarme.
-Te veo luego enana suerte en tu primer día- y se fue sin nada más que decir.
Mire a mi alrededor y solo pude ver a algunos conocidos y al parecer muchas caras nuevas, este año sería totalmente nuevo, a lo lejos divise a mi mejor amiga Laila llevaba puesto unos jeans negros y una blusa negra, apenas me vio, salió corriendo hacia mí como si hubiera visto a lo más hermoso del mundo.
-¡Kendall!! Amiga cuanto tiempo sin verte estas vacaciones fueron demasiado largas te extrañe un montón, no sabes de lo que me entere van a haber chicos nuevos este año y los rumores dicen que son demasiado lindos- amaba a esa chica sin duda alguna, lo único malo era que hablaba como si no hubiera un mañana- tal vez tenemos…-no continuo porque la interrumpí.
-Oye podrías calmarte, jaja, parece como si llevaras un siglo sin hablar y ahora no paras- llevo la mano a su pecho en forma de ofensa algo que me causo mucha gracia.
-¿Me estás diciendo que soy una parlanchina? Disculpa pero me ofendes- puso cara seria que no duro ni cinco minutos ya que estallamos en carcajadas ambas dos- oye tonta te extrañe un montón en serio
-Jajaja, yo igual te extrañe Laila pero deberíamos entrar, ya casi empiezan las clases.
-Tienes razón vamos.
Así entonces ingresamos al instituto las dos en busca de nuestro respectivo salón, para nuestra mala suerte este año no estábamos en las mismas clases como habían tantos estudiantes nuevos los dividieron a todos.
Al llegar a mi salón había varias personas nuevas y otros que ya conocía pero me dio igual yo solo no me quería relacionar con alguien nuevo que fuera problemático.
-Buenas días alumnos yo soy el profesor Pablo Escalante su profesor de historia, tomen asiento y pediré a los nuevos ingresados de este año que pasen adelante y se presente para poder conocerlos a todos.
En ese momento llego un chico de cabellos negros con rulos y de piel morena se veía simpático.
-Disculpe el retraso me perdí, soy nuevo ¿me podría dejar pasar?
Vaya presentación eh.
-Adelante tome asiento estábamos por presentarnos todos.
-Muchas gracias.
Todos y cada uno de los nuevos ingresados este año se presentaron incluido el chico nuevo que ahora sabía que se llamaba Santiago Sáenz.
El día iba tranquilo, al llegar la hora del almuerzo me dirigí hacia los casilleros para guardar mis cosas y buscar lo que necesitaba para educación física, iba doblando hacia la esquina de uno de los pasillos cuando siento que impacto contra algo muy alto para mi gusto, perdí el equilibrio de un momento para otro haciendo que los pocos libros que tenía en la mano cayeran y con ellos yo el dolor que me causo no fue nada placentero.
Cerré los ojos por un momento y cuando me propuse ponerme de pie para enfrentar al atolondrado que no me había visto (pienso que es por mi tamaño) este me interrumpió disculpándose.
-Lo lamento tanto no fue mi intención de verdad no te vi-justo lo que pensé-oh dios mira que tonto soy déjame ayudarte a levantarte.