Pov Kassandra.
Abro mis ojos al sentir un vacío al lado de mi cama, me levanto con unas ansias de abrazar al ser más hermoso y prepotente que puede llegar existir en mi vida, lo amo, a pesar de ser un poco testarudo, cabeza hueca y posesivo, es mi obsesionado lobo, el amor de mi vida, quien no me dejó sola desde el día que llegue a su casa y me vi envuelta en la depresión por la pérdida de mi familia.
Pero eso no es el caso ahora, estoy cada día más necesitada de él, de su cuerpo, besos y caricias, quiero tenerlo pegado a mi cuerpo cada segundo, aun mas en las noches donde siento mucho frio sino está rodeando mi cintura.
Acaricio mi vientre y agudizo mi oído, como mujer loba puedo escuchar a una distancia prudente, escucho muchas voces en la cocina, eso me hace saber que están preparando el desayuno, también escucho unos gemidos, lo que me saca una gran sonrisa, <se están divirtiendo los recién casados> pienso divertida, muerdo mi labio inferior al escuchar el agua de la ducha de la habitación, ya sé dónde está mi Alfa.
Me levanto, entro al baño con cautela, aunque sé que ya sabe que estoy aquí por esa sonrisa que intenta disimular, acaricio su espalda desnuda y reparto besos, mordiscos y lamidas.
-Al parecer alguien amaneció muy hambrienta—se burla de mí y le pellizco un glúteo haciéndolo soltar una carcajada.
-Siempre deseo este cuerpo—menciono acariciándolo—estas manos—le doy vuelta lo hago tomar mis senos las cuales acaricia con dulzura—esas caricias—gimo enredando mis manos detrás de su cuello—y tus besos—susurro rozando sus labios, me besa necesitadamente como siempre desde que tengo memoria, me sube a sus brazos y me recuesta en la pared.
-Por la Diosa, eres mí más agradable obsesión, mi esposa, mi mate, mi Media Luna—dice mientras reparte besos en la marca haciéndome estremecer, jadear y gemir fuerte, un día cansada de escuchar que me llamara así y escuchar a Martin decírselo a Anabeth, le pregunte el ¿Por qué? y solo dijeron al unísono, “dos mitades, dos complementos”, quede más que confundida, a lo que después dijeron “Somos un mismo ser que fueron divididos al ser concebidos y ustedes nuestras mitades de vida” Solo pensé que raros son.
-Recuérdame porque nos casamos aquí en Italia y no nos hemos ido de luna de miel, además de no dejarme tener una despedida de soltera como se debe—exijo mientras devora mis sensibles pezones, gruñe separándose de mí para enredar mis piernas en su cadera y tomar mis mejillas con sus grandes y fuertes manos.
-Primero, porque quería una boda doble con mi hermano gemelo, así como tú también lo querías ¿recuerdas?—asiento mientras me besa los parpados—segundo, porque hay cosas importantes que hacer que incumbe a las dos manadas, sé que Boston está lejos de Italia y preguntaras ¿qué tiene que ver la una con la otra? se trata de un asunto familiar que luego mencionare, por el momento no es necesario—besa mis mejillas, nariz y muerde mi mentón—tercero y último, no estás en condiciones de tener una fiestecita de esas, recuerda que tienes al futuro Alfa Líder de nuestra manada en tu vientre—lo dice en un gruñido que en vez de asustarme me excita.
-Mmmh—gimo al sentir sus labios besarme con fuerza—sí, lo recuerdo, como también recuerdo que gracias a nuestro cachorro estoy más que necesitada de mi lobo y obsesionado esposo.
-Tu lobo y esposo está más que dispuesto a complacer a su obsesión—me penetra sin aviso arrancándome un grito de placer, vuelve a deleitarse con mis senos y acariciar mi espalda, mientras sus embestidas hacen que se conviertan en un mar de cosquilleos en mi vientre—nuestro cachorro está protestando—dice mientras siente las patadas en su abdomen.
-Sí, ¡Ah!, solo no pares, estoy…— grito cuando siento el orgasmo explotar llevándome a las nubes, escucho los gruñidos de mi lobo y lo siento tensarse, me toma del cabello con fuerza penetrándome profundo sin lastimarme y sin ser brusco, hasta liberarse dentro de mí.
-Te amo mi Media Luna.
-Te amo más mi Alfa.
-¡¡¡Ale, bajen a desayunar Kassandra lo necesita!!!—grita mi adorada suegra.
-Siento mucho celo de ti mi amor, mi madre te cuida más de lo que nos cuidó a nosotros sus hijos—me rio con fuerza y lo veo mirarme con incredulidad, diversión y algo de picardía.
-Debe ser por su nieto—le restó importancia separándome de su cuerpo y metiéndome bajo la lluvia artificial.
-Te recuerdo que tiene a tres traviesos con Alexmar, además te digo que siempre es así desde que llegaste a casa, se la vivía retándome por estar pegado a ti y no dejarte sola en ningún momento, aunque yo te dejaba sola cuando lo ameritabas—lo abrazo fuerte y suspiro.