Esta pequeña y muy significativa historia va dedicada para todos aquellos que han perdido a su primer amor, para aquellos que piensan que la vida es injusta. Deben saber que la vida es simplemente un camino de nuestra travesía, la cual nos permite encontrar un compañero con el cual caminar el largo camino que es la vida, pero que en ocasiones no hay finales felices, solo momentos de felicidad en un camino largo que recorrer, pequeños instantes eternos de amor y felicidad que quedan guardado en los corazones como el mejor de los tesoros, como el primer amor, que queda grabado en la memoria y jamás se olvida; que siempre está ahí, sacando sonrisas aunque los años pasen.
Está historia va para ellos, para todo aquel que haya amado con gran intensidad.
Para aquellos que recuerdan ese primer amor con una sonrisa, para aquellos que se han vuelto más fuertes ante la perdida del ser amado.
Deben saber que ellos nunca se van, siempre estarán en el lugar más profundo de sus corazones y mentes.